Prácticamente todos los inversores, consciente o inconscientemente, dedicamos parte de nuestro tiempo a buscar señales o indicios que nos alerten del próximo mercado bajista. Esto es algo natural y casi inevitable, puesto que tradicionalmente las caídas de las cotizaciones durante los mercados bajistas suelen ser muy intensas, dejando importantes agujeros en nuestros patrimonios que cuestan años en recuperarse. Si bien hemos asistido en los últimos años a multitud de alertas sobre la inminente cercanía de un nuevo y terrible mercado bajista por parte de multitud de analistas, la realidad es que nadie, por el momento, ha acertado.
Por ello, la pregunta que nos planteamos, de la mano de un interesante artículo de Vanguard, es: ¿Por qué es tan difícil pronosticar el próximo mercado bajista? Al igual que las huellas dactilares, no hay dos mercados bajistas iguales, entendiendo por mercado bajista una caída del 20% o más. Si bien el 20% es una cifra arbitraria y aceptada de forma general (bien podría ser un 25% o un 30%), lo realmente importante es saber si estamos en un mercado bajista y no en una corrección puntual. Se trata de un aspecto que abordamos hace unos meses en inBestia a raíz de un artículo de Barry Ritholtz y que conviene tener presente.
Aunque las caídas del mercado suelen parecernos similares en magnitud, si nos fijamos detalladamente en lo que realmente sucedió, cada uno de los mercados bajistas ha sido diferente, lo que hace que sean altamente difíciles de predecir. Si bien todos los mercados bajistas suelen traer aparejada la pérdida de confianza de los inversores, existen una multitud de factores que podrían desencadenar un mercado bajista. Aunque por sí solos algunos de estos factores no sean suficientes, normalmente se trata de una combinación de varios de estos elementos los que acaban desencadenando el mercado bajista. Como por ejemplo, cambios inesperados en la política monetaria, eventos geopolíticos, sobrevaloración de los activos (como lo que sucedió justo antes del estallido de la burbuja tecnológica), quiebras bancarias (como por ejemplo ocurrió en el año 2008 a raíz de la quiebra de Bear Stearns y Lehman Brothers), lucha por la liquidez (venta de activos para conseguir efectivo y hacer frente a deudas), etc. Muchos de estos eventos son imposibles de pronosticar e incluso si fuéramos capaces de hacerlo, probablemente no sepamos cómo afectarán a los mercados.
El reto de los gestores de fondos
En opinión de Vanguard, buena parte de los gestores “activos” tratan de adivinar el futuro al seleccionar para sus carteras aquellas acciones que creen que tendrán un mejor comportamiento o que aguantarán mejor una hipotética crisis. Pero eso en ocasiones no resulta de gran utilidad, incluso aunque se haya acertado con el diagnóstico. Algo en esta línea sucedió con los fondos de Bestinver en 2007-2008. Pese a ver venir de lejos los problemas de la crisis financiera (evitando los sectores inmobiliario y financiero), sufrieron un fortísimo drawdown, mayor incluso que el mercado. Un problema que de cualquier forma está implícito en los fondos de renta variable pura, que carecen de la flexibilidad total de otro tipo de fondos (p.ej. no deben sobrepasar un máximo del 25% del fondo en liquidez).
Además, las diferencias en el comportamiento de los distintos activos en los dos últimos grandes mercados bajistas (burbuja puntocom y burbuja subprime), ilustran lo difícil que puede ser identificar qué sectores o segmentos del mercado van a ser los más castigados en un próximo mercado bajista.
(Fuente: Vanguard)
La tabla superior nos muestra que cuando la burbuja tecnológica estalló en el año 2000, los sectores de tecnologías de la información, telecomunicaciones y “utilities” fueron los que peores rendimientos tuvieron con unas caídas respectivas del -42,3%, -30,8% y -23,6%. Sin embargo, durante la crisis financiera de los años 2008 y 2009, fueron los sectores bancarios, inmobiliarios e industriales los de peor desempeño, cayendo un -66,2%, -56,2% y-48,1% respectivamente. Por el contrario, el sector inmobiliario se apreció algo más de un 9% durante la crisis posterior al estallido de la burbuja tecnológica y las “utilities”, que fue uno de los sectores más castigados durante los años 2000 a 2003, fue uno de los que mejor comportamiento tuvo durante la crisis financiera con una caída del -29,9%.
Pero la dificultad para predecir el comportamiento del mercado no es sólo a nivel sectorial, sino que ocurre lo mismo tanto en términos de tamaño de las compañías y su clasificación en términos de value/growth. Durante la crisis puntocom, las grandes compañías de crecimiento sufrieron un “underperformance” significativo, mientras que las pequeñas compañías estilo value lo hicieron algo mejor que el mercado. Sin embargo, durante la crisis financiera, la situación fue radicalmente diferente. Las grandes compañías de crecimiento tuvieron un buen comportamiento, mientras que las grandes compañías estilo value tuvieron uno de los peores rendimientos.
En línea con el hecho de que estos dos mercados bajistas fueron muy diferentes, la mayoría de gestores activos no destacó positivamente en ambos. Como se muestra en la tabla inferior, el éxito durante un mercado bajista no garantiza el éxito en el siguiente. Los mejores gestores activos de fondos durante el estallido de la burbuja tecnológica no lograron mantenerse en el primer cuartil durante el crash financiero y sólo uno de cada cuatro lo consiguió. Y esto fue así tanto para los fondos de gestión activa, que tienen unos costes más elevados, como para los fondos con las comisiones más bajas. Es decir, alrededor de un 75% no logró mantenerse en el grupo del 25% que engloba a los que mejores resultados consiguieron durante la crisis financiera de los años 2008 y 2009.
(Fuente: Vanguard)
Consejos prácticos para cualquier condición de mercado
Desafortunadamente, no hay ningún sector, tamaño o estilo de activos que sea una opción segura y garantizada para capear el próximo mercado bajista. Sin embargo, los expertos de Vanguard nos indican una serie de consejos universales que podemos poner en práctica y que van a aumentar las posibilidades de invertir con éxito en cualquier condición de mercado:
1. Determine qué estrategia de inversión es la más adecuada para usted. Los fondos indexados y los fondos de gestión activa tienen objetivos y comportamientos diferentes. Pero no se trata de una elección de “todo o nada”: es perfectamente compatible combinar ambos tipos de fondos en una cartera de inversión. Pero más allá de la estrategia de inversión que escoja (ya sea activa, pasiva o una mezcla de ambas), es importante que defina el sistema de inversión que va a emplear. Ciertos inversores optan por el trading a corto plazo, hay quienes son seguidores de tendencias y otros son (o dicen ser) inversores de largo plazo que compran y mantienen durante años sus inversiones. El “buy and hold” es probablemente el sistema de inversión más recomendado, ya que a largo plazo es uno de los que mejores rentabilidades proporciona, pero en la práctica no es tan sencillo, ya que diversos aspectos de tipo psicológico afectan al inversor y le impiden llevar a buen puerto su plan. Por otro lado, si usted es un seguidor de tendencias, quizás le interese poner en práctica un sencillo sistema de inversión que ha proporcionado históricamente muy buenos resultados y que ha sido capaz de batir al clásico “buy and hold”. El uso de una sencilla media móvil y una fuerte disciplina para ejecutar las señales que proporciona el sistema le bastará para obtener unos rendimientos a largo plazo más que satisfactorios, aunque eso sí, como cualquier sistema no ha estado exento de ciertos períodos de “underperformance”.
2. Invierta en fondos de bajo coste: la investigación llevada a cabo por Vanguard señala que los fondos de bajo coste ofrecen las mejores posibilidades de éxito en todas las situaciones. A corto plazo, las comisiones de un fondo de inversión pueden parecer insignificantes y no tener mucho impacto en la rentabilidad de una cartera, pero a largo plazo (digamos más de 10 años), unas elevadas comisiones de gestión van a suponer una merma significativa de nuestra rentabilidad.
3. Sé paciente: el comportamiento del mercado es impredecible y muy probablemente sentirá los efectos de la volatilidad tanto si invierte en fondos indexados como si lo hace en fondos de gestión activa. Si lo hace en estos últimos, debe recordar que incluso los gestores de fondos más exitosos pasan frecuentemente por importantes períodos de “underperformance”. Este es un tema que hemos tratado en diversas ocasiones en inBestia. Debemos recordar que ni los más grandes superinversores baten al mercado todos los años. Esto queda muy bien ilustrado en el famoso discurso titulado “Los superinversores de Graham y Doddsville” pronunciado por Warren Buffett, en el cual comentó el caso de una serie de gestores activos de gran éxito que habían logrado unas rentabilidades excepcionales a largo plazo, batiendo de forma clara a los índices bursátiles.
(Fuente: The Superinvestors of Graham-and-Doddsville, Columbia Business School)
Pero el sorprendente descubrimiento es que todas estas extraordinarias gestoras experimentaron entre el 30 y el 40% del tiempo una rentabilidad inferior al S&P 500. Y con la excepción de un par de gestores, todos los grandes inversores citados por Warren Buffett tuvieron largos períodos de “underperformance”, entendiendo como tal períodos de tres o cuatro años ¡consecutivos! de rentabilidades inferiores a las de los índices. Sin embargo, esos períodos de “underperformance” fueron seguidos por años de retornos espectaculares.
El propio Warren Buffett, considerado por muchos como el mejor inversor de la historia, también ha sufrido períodos correctivos más que significativos. Como podemos ver en la tabla inferior, en los dos últimos grandes mercados bajistas, Berkshire Hathaway, el vehículo de inversión de Buffett y Charlie Munger, acumuló pérdidas cercanas al 50%.
En la actualidad, prestigiosos gestores estadounidenses de hedge funds como David Einhorn, Bruce Berkowitz, Neil Woodford o Bill Ackman, también están sufriendo de forma importante. En nuestro país, el ejemplo más claro es el de Francisco García Paramés. Desde el lanzamiento de su gestora Cobas AM hace casi dos años, sus fondos están teniendo un comportamiento que está decepcionando a multitud de partícipes. Buena parte de este mal comportamiento temporal se debe a sus fuertes inversiones en empresas como Aryzta o Teekay, las cuales han sufrido fortísimas caídas en bolsa en los últimos meses.
Por ello, es fundamental que el inversor sea paciente y entienda que no siempre es posible ganar en bolsa y que inevitablemente sufriremos episodios, más o menos recurrentes, de bajas rentabilidades. Es más, estadísticamente está demostrado que vender los fondos que peores rendimientos han tenido en los últimos tres años es un error.
Reflexiones finales
Pronosticar un nuevo mercado bajista es bastante difícil, puesto que las causas que originan cada uno de ellos suelen ser diferentes. En consecuencia, los sectores que resultan más afectados o beneficiados varían sustancialmente de un mercado bajista a otro, por lo cual, tratar de adivinar aquellas acciones que tendrán mejor comportamiento o que aguantarán mejor una crisis es una tarea compleja, que ni la mayoría de grandes gestores son capaces de lograr.
Dada la dificultad que supone anticiparse a un mercado bajista, lo mejor que puede hacer el inversor es seguir algunas de las pautas que nos ha proporcionado Vanguard, como diversificar en varias estrategias (activa, pasiva, gran capitalización, pequeña capitalización, long-only y retorno absoluto...), invertir en productos de bajo coste y tener la suficiente paciencia como para invertir a largo plazo y sufrir “temporalmente” períodos de “underperformance” o incluso rendimientos negativos. Es claro y evidente que estas pautas no garantizan el éxito en la inversión, pero sí que pueden situarlo en una mejor posición para alcanzar sus objetivos.
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