El cortoplacismo que se vive en el mundo en general y en el ámbito de la inversión en particular es una constante. En lo relativo a los mercados financieros, casi todos nosotros buscamos rentabilidades espectaculares en poco tiempo, algo altamente improbable. Asimismo, los gestores de patrimonios son juzgados por sus resultados a corto plazo (meses, trimestres, etc.), períodos en los cuales es prácticamente imposible que una estrategia de inversión dé sus frutos. Sin embargo, la realidad funciona así y ciertamente es muy difícil escapar de ella.
En este sentido, Joshua Brown, CEO de Ritholtz Wealth Management y autor del blog “The Reformed Broker”, destacó una estadística que le sorprendió acerca del mal comportamiento de los inversores y sus consecuencias. Se refiere a la contratación y despido de los gestores basado en la trayectoria de los tres años anteriores, una práctica que está condenada al fracaso.
Todo empieza con el cortoplacista del inversor: “¡Wow, mira las rentabilidades de los últimos tres años! Yo hubiera ganado mucho más dinero si hubiera estado en ese fondo. No lo voy a dejar escapar durante los próximos tres años”. El gestor que ha ganado más dinero en los tres años anteriores recibe mucho dinero, y el que lo ha hecho peor sufre una gran salida de dinero. Esto se traduce en que el antiguo gestor es despedido y el crack que ha estado batiéndole es contratado. Pero tras haber despedido al antiguo gestor y contratado al nuevo comienza el proceso de reversión a la media. Es decir, terminaste despidiendo al antiguo gestor en el peor momento que podrías hacerlo y tienes ahora al nuevo gestor justo en el momento en que estadísticamente está encaminado para hacerlo peor.
En cierta manera este comportamiento es comprensible, puesto que las personas sucumben constantemente tanto al “sesgo de lo reciente” como a la “falacia de la mano caliente” (que apunta que una persona que experimenta un resultado exitoso como consecuencia de un evento aleatorio tiene una mayor probabilidad de éxito en futuros intentos). Por lo general, son personas que prestan demasiada atención a las fluctuaciones diarias de sus inversiones. No solo sufren viendo que su fondo no sube lo que esperaban, sino que sufren todavía más al ver que el fondo vecino (ese que tiene las Apple, Amazon y Netflix del momento) lo está haciendo muy bien. Esta sensación hace que llegado cierto punto, simplemente no pueden soportarlo más y cambian de fondo, vendiendo el “fondo fracasado” para contratar el “exitoso”.
Hay una cita de George Orwell aplicable al caso que estamos comentando y que dice: “Quien esté ganando en este momento siempre parecerá invencible”. Pero cuando sufrimos pérdidas temporales, la cosa es diferente. Todos decimos ser inversores de “largo plazo”, pero cuando las caídas adquieren cierta magnitud, la mayoría no lo resiste. Algunos tienen una mayor tolerancia al riesgo y mayor paciencia para recorrer un tortuoso camino que otros, pero al final, la naturaleza humana se impone.
De todos modos, el daño causado al despedir a los gestores con bajos rendimientos y contratar a los supuestamente mejores no ha sido documentado ampliamente, incluso aunque la falta de persistencia en las rentabilidades sí lo ha hecho. Lo cierto es que los resultados medidos en periodos de tres años carecen de sentido e incluso pueden ocasionar más daño que beneficio cuando los inversores reaccionan ante ellos. No hablamos de periodos de meses, algo en lo que todos parecen estar de acuerdo, sino de 3 años. ¡Si para muchos 3 años en inversiones es una eternidad!
En el gráfico que vemos a continuación (de un estudio sobre rotación de gestores, con datos del Employee Benefit Research Institute) queda claramente ilustrado el impacto de este fenómeno. Las barras grises representan la rentabilidad media anualizada de los gestores despedidos en los tres años anteriores así como en los tres años posteriores a su despido. Por su parte, las barras blancas representan la rentabilidad de los nuevos gestores (los que han reemplazado a los que han sido despedidos) en el mismo período de tiempo. Se puede apreciar claramente que las entidades de gestión de activos están contratando a gestores con historiales excepcionales en períodos de 3 años consecutivos y están despidiendo a aquellos con malos resultados. Lo irónico es que, en promedio, los supuestamente malos gestores despedidos pasan a superar a los nuevos gestores supuestamente brillantes durante los siguientes años (tanto en períodos de 1 año, como 2 o 3).
(Fuente: The Reformed Broker)
Según Brown, no debería sorprendernos ver que los gestores que fueron despedidos después de tres años de rendimientos negativos (barras de color gris) obtengan mejores rentabilidades que los nuevos gestores contratados (barras de color blanco), siempre que seamos capaces de comprender lo poderoso que puede ser el factor “suerte” en los rendimientos de la inversión y cómo de inexorable puede ser la reversión a la media en un sistema tan complejo como el mercado de acciones.
De todos modos, lo interesante de este comportamiento no se limita exclusivamente al inversor individual. Los grandes comercializadores de fondos de inversión constantemente están asesorando a consultores sobre los fondos que mejor desempeño han tenido recientemente. Los “family offices” se reúnen frecuentemente con los gestores de fondos más de moda, y las revistas siguen publicando artículos en portada con títulos como este: “Cinco fondos calientes en los que fijarse ahora”.
No es solo que los gestores de fondos son humanos y se pueden equivocar, incluso en posiciones importantes (como el caso de Berkowitz con Sears Holdings), sino que muchas veces las inversiones necesitan de varios años para que las tesis de inversión puedan cumplirse (o incumplirse). En algunas ocasiones, la tesis puede ser correcta en su esencia, pero que haya tenido ciertos contratiempos que hagan que el tiempo en que se esperaba que aflorara el valor se alargue.
En definitiva, el inversor debe ser consciente de las consecuencias que acarrea el cortoplacismo. Si bien dentro del sector se trata de un aspecto de difícil solución, puesto que lo que se denomina “career risk” o riesgo de carrera es algo inherente a este y otros muchos sectores. Sin embargo, la ventaja potencial que posee el inversor particular, y que muchas veces es pasada por alto, es la independencia que posee y la no necesidad de rendir cuentas a nadie. Un pequeño inversor puede pasarse meses o años fuera del mercado esperando a que surjan oportunidades, algo que un gestor profesional no podría permitirse, habida cuenta de que tiene que generar rentabilidad para sus partícipes. Por ello, conviene aprender la lección y no extraer conclusiones precipitadas sobre los resultados obtenidos a corto plazo (incluso periodos de 3 años).
Otros artículos relacionados publicados por el equipo de inBestia:
[Nota: este artículo es principalmente una traducción del original publicado por Joshua Brown en el blog The Reformed Broker. El lector puede seguir al autor en Twitter.]
Puedes consultar todos los artículos de este blog en el siguiente enlace: aquí
Muy buen articulo, no se donde he leído o a quien se lo he escuchado pero por lo visto en el fondo de Peter Lynch que el rendimiento anualizado era de mas del 20% la mayoria de los inversores había perdido dinero por no dejar de meterlo y sacarlo en el peor momento.
La pregunta del millón supongo que es ¿en que momento estoy completamente seguro de que el fondo en el que estoy metido me lleva a la ruina?.
Ahora por ejemplo en el fondo de Parames mucha gente esta muerta de miedo, y lo de Arytza no es para menos, pero ¿nos podemos seguir fiando de que remontara?.
A mi parecer aunque parezca que los fondos de inversión son una forma fácil de invertir yo no lo veo tan claro.
Saludos
En respuesta a enrique barrios
Es la historia que cuentan sobre el famoso fondo "Magellan" gestionado por Peter Lynch.
En relación con lo que señalas de los fondos de gestión activa, y más concretamente de Cobas, la única solución es diversificar entre diversos gestores. Así reducimos el riesgo gestor...
En respuesta a Jorge Alarcón
Si diversificas mucho te quedas con el promedio del mercado, mejor comprar un etf low cost.
En respuesta a J J J J
Es verdad que cuanto más diversificas, más te acercas al promedio del mercado y, en ese caso, lo óptimo es un fondo índice y ya está (se evita totalmente el riesgo gestor y se bate a la gran mayoría de fondos activos).
Pero la única forma de eliminar ese riesgo gestor es diversificar entre 3-4 gestoras activas. Por ejemplo, en España y a través de las distintas plataformas, el inversor medio puede acceder a multitud de gestores (no solo "value") y configurar una buena cartera de fondos (ej. Cobas, Fundsmith, Amiral, Magallanes, etc.).
El caso más claro es el de Paramés. Los 2 años que lleva están siendo realmente negativos. Es difícil pensar que ya no sepa invertir o que haya perdido su toque mágico y probablemente a largo plazo sus resultados sean positivos, pero el "underperformance" que está teniendo no es tolerable para muchos partícipes (dicho lo cual tengo la sensación que muchos pensaban que por invertir en sus fondos iban a ganar mucho dinero, rápido y con poco riesgo -seguramente sean inversores que no han vivido varios ciclos alcistas y que llevan en este mundo 3-4 o 5 años, en los cuales todo sube y apenas hay correcciones).
En respuesta a enrique barrios
Dice usted. La pregunta del millón supongo que es ¿en que momento estoy completamente seguro de que el fondo en el que estoy metido me lleva a la ruina?.
Esa es un pregunta clave, y sin llegar a la ruina, hay que pensar en lo que pasó en 2008, la mayoría de los fondos resbalaron más del --50% llevándose por delante los beneficios de los 5 años anteriores, alguno no se ha recuperado a pesar de que han pasado 10 años, otros tardaron 6 años y medio en recuperarse.
Falta y sigue faltando información en condiciones de lo que se hace y lo que se deja de hacer y sobre todo, muy pocos fondos, hacen algo de cobertura o algo que limite las pérdidas cuando el lobo feroz asoma por la puerta.
Muchas veces no pasará nada, pero merece la pena tener algún tipo de cobertura o algo.
La mayoría de los fondos pasan de esto y se limitan a decir que a largo plazo siempre se gana y bla, bli, blu.
La culpa es de los clientes, si hay demanda de fondos que no hacen ningún tipo de cobertura esos fondos serán los que más se vendan.
Son una minoría de fondos, pero existen.
Seguramente si el mercado se pone bajista y se gira con fuerza, se queden durante un tiempo por detrás del mercado, como el que paga un seguro y no pasa nada, pero son fondos que a la larga merecen mucho más la pena.
De nada vale ganar un 100% en unos años para tirarlo todo por la borda perdiendo un --50% en uno o dos años. pasas de 100 a 200 y caes de nuevo a 100, no ganas nada.
Es mejor ganar un 70% y perder un --25%., pasas de 100 a 170 y caes a 127,5, ganas algo +27,5 y ojo, en cuanto el mercado se recupere aunque tu subas un 70% de lo que el mercado suba, COMO HAS CAÍDO MUCHO MENOS y además estás en beneficios, cuando el mercado recupere todo tu estarás mucho más arriba.
Fondos con este tipo de esquemas hay algunos, pero hay mucha vaguería, mucha molicie, mucho dar por echo que todos es comprar y sentarse a rascarse la barriga y así está el tema como está.
La culpa, repito es de los clientes y de los que venden esa cultura financiera que interesa a los que interesa.
En respuesta a J J J J
al pavito los etf le dan un poco de repelus.
Los hay sintéticos, estos son los peores y los hay del otro tipo, no me acuerdo como se llaman.
Ese low cost sólo puede traer problemas, la gente no se da cuenta.
El low cost en una línea aérea hace que el personal esté con sueldos por debajo de la media del sector, lo cual incrementa todo tipo de riesgos.
Además, hay un detalle importante, si mucha gente busca lo baratero, el famoso low cost, no se danHay cuenta, de que ese low cost acaba llegando a sus vidas de las formas más inesperadas.
Es una cadena.
La calidad tiene un coste.
En respuesta a el Pavito
Así está montada la industria de gestión de activos, lo cual no significa que esté de acuerdo. Si el índice cae un 40% y tu fondo "sólo" un 35% no significa que lo hayas hecho bien, pero para el gestor y la gestora serán buenas noticias, porque habrán caído menos que la competencia y que los índices. Evidentemente para el partícipe no es tan positivo. Por ello, la clave como bien apuntas es la educación financiera. Sin ella, no iremos por el buen camino.
En respuesta a el Pavito
creo que a un piloto se le debe pagar bien, pero a los fondos no.
Te cuento que en Peru los fondos de pensiones (afp) o similar que compra papeles y te los revende con su respectiva comision de 10%+ adelantada y dan la misma o peor rentabilidad que el mercado aprovechando un oligopolio y que tienen a los reguladores comprados.
No es que sea algo peligroso y de alta capacitacion comprar papelitos ponerles un nombre y revenderlos solo hay que buscar aquellos que sean mas baratos para mermar la posible rentabilidad en lo mas minimo
Al final todo es sintetico y no se sabe si tienen futuros, las acciones o contratos otc. Hay que tratar de evitar estos ultimos y los ETN nada mas
En este mundo lo que tuvo y no tuvo calidad tiene un coste altisimo, pero nunca se sabe si tendra calidad en el futuro.
Mejor aprender a sacarle una ventaja al mercado aunque puede que esta ventaja tambien desaparezca .