Pershing Square de Bill Ackman se dispara en el 2T: ¿suficiente para detener la huida de inversores?

23 de junio, 2018 Incluye: SPX 0
Redactor de contenidos en inBestia
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Bill Ackman fue hace unos años apodado como el “Baby Buffett” por su exitosa trayectoria y su brillante porvenir como gestor. Ackman es un reputado y controvertido inversor estadounidense, que al igual que David Einhorn, los últimos años no están siendo sus mejores debido, principalmente, al mal resultado de algunas de sus fuertes apuestas.  

Es fundador y CEO de Pershing Square Capital Management LP, uno de los hedge funds de mayor renombre de Wall Street y, en particular, dentro del mundo del value investing. Bill Ackman se define a sí mismo como un inversor activista, que busca entrar en el capital de las empresas con la finalidad de cambiar la forma en que dirigen sus negocios. En muchos sentidos, Ackman es comparado con Carl Icahn, otra de las figuras más reconocidas de Wall Street y conocido por su actividad como inversor activista en compañías como Apple, Netflix o eBay.  

Su estilo de inversión es ecléctico y complejo, en el que, dado su carácter activista, otorga una crucial importancia al equipo directivo y de gestión de las compañías. Otra de sus características es la elevada concentración de su cartera, en la que unas pocas posiciones pueden ser determinantes de la rentabilidad del fondo, para bien o para mal. Su estrategia se posiciona tanto al alza (long) como a la baja (short). Concretamente sus apuestas bajistas sobre el mercado durante la crisis financiera del 2008, le situaron como uno de los mejores hedge funds de aquel momento.  

Bill Ackman inició su carrera profesional en el año 1992 fundando la firma de inversión Gotham Partners. Posteriormente, en el año 2004, y con un capital inicial de 54 millones de dólares fundó Pershing Square Capital Management LP. Bill Ackman y Pershing Square  han sido noticia en los últimos años a raíz de su fallida inversión en la empresa farmacéutica Valeant Pharmaceuticals, así como por la cruzada iniciada en diciembre de 2012 contra la empresa Herbalife, a la cual acusó de ser una estafa piramidal. Sobre esta última, de hecho, el mismo Ackman protagoniza un documental en el que expone su visión sobre la compañía titulado Betting on Zero.

En los últimos meses, Bill Ackman ha vuelto a ser noticia, ya que el legendario inversor activista está perdiendo inversores a una gran velocidad y enfrentándose a un futuro que podría traducirse en abandonar la gestión de activos de terceros si esta tendencia continúa.  

Después de tres años de un comportamiento mediocre (2015, 2016 y 2017), la mayoría de los inversores de Pershing Square Capital Management LP habían solicitado de forma masiva reembolsar su dinero, retirando aproximadamente dos tercios del efectivo disponible para ser reembolsado. Pero los reembolsos no se han detenido en los primeros meses del 2018, sino que se han seguido produciendo a un ritmo similar al de los años precedentes.  

Por ejemplo, desde hace mucho tiempo, Blackstone Group LP ha estado retirando sus posiciones del hegde fund y JP Morgan Chase & Co. ha dejado de recomendar el vehículo a sus clientes. Personas del entorno han afirmado que una gran parte de los reembolsos se están produciendo por parte de grandes instituciones. Los activos totales bajo gestión se han reducido hasta los 8.200 millones de dólares, aunque un repunte significativo en la rentabilidad del fondo podría detener las caídas.  

Bill Ackman, tal y como apuntan desde el The Wall Street Journal, está recortando personal, dando un paso atrás en las relaciones con los inversores y no está buscando reemplazar el dinero que sale. Este comportamiento establece el escenario para un futuro en el que la empresa consistirá en gran medida en una entidad que cotiza en bolsa (Pershing Square Holdings), la cual actualmente tiene casi 3.900 millones de dólares en activos bajo gestión. Además, si se añade la riqueza patrimonial personal del señor Ackman y la de sus socios, aún tendría unos 5.000 millones de dólares que gestionar.  

Estas cifras se encuentran muy alejadas de los 20.000 millones  de dólares que tenía la firma en julio del 2015. Pero eso fue antes de que la apuesta sobre el fabricante de medicamentos Valeant Pharmaceuticals colapsara, costándole la friolera de 4.000 millones de dólares en pérdidas y ocasionando tres años de pérdidas consecutivas en el fondo.  

Después de un 40% de rentabilidad durante el año 2014, Pershing Square tuvo rentabilidades negativas durante los tres pasados años (2015, 2016 y 2017), lo que le llevó a acumular unas pérdidas del 30% frente a unas ganancias del 30% para el S&P 500. La apuesta sobre Valeant fue la causante de la mayoría de las pérdidas, si bien la cruzada llevada a cabo contra Herbalife también se tradujo en una importante merma de la rentabilidad. Además, otras grandes apuestas de Ackman no generaron la suficiente rentabilidad como para compensar las pérdidas generadas por estas dos empresas, que individualmente habrían arruinado a cualquier gestor de hedge funds. En el primer trimestre de este año, el fondo privado se dejó un 5%, mientras que el fondo público cotizado en bolsa (Pershing Square Holdings) cayó un 8,6%.

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(Fuente: Pershing Square Capital Management)  

En la tabla que figura a continuación, podemos ver la rentabilidad acumulada del hedge fund en relación con el S&P 500 (datos a 31 de diciembre de 2017). Desde el lanzamiento del fondo allá por el año 2004, y a pesar de los decepcionantes resultados cosechados por el fondo en los últimos tres años, éste ha generado una rentabilidad neta de comisiones e impuestos del 494%, más del doble de la generada por el S&P 500. En términos anualizados la rentabilidad queda en el 13,6% frente al 8,7% del índice de referencia.

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(Fuente: Pershing Square Capital Management)  

Bill Ackman sigue mostrando confianza en su cartera y espera que la rentabilidad mejore en los próximos meses. En una presentación a inversores llevada a cabo durante en el mes de enero, el gestor señaló que era un buen momento para invertir en Pershing Square. En la misma también apuntó que la experiencia consiste en cometer errores y aprender de ellos. Asimismo, señala que desde Pershing Square están muy motivados por razones reputacionales y económicas para crear valor para sus inversores.  

Esta confianza en su gestión que señalaba Bill Ackman a principios de año parece haber empezado a reflejarse en sus resultados más recientes, ya que durante este pasado mes de mayo el fondo se anotó una revalorización del 10,3%, gracias al buen comportamiento de compañías como Lowe's, Chipotle Mexican Grill (que es uno de los valores con una mayor revalorización del S&P 500 en 2018, subiendo algo más del 60%) y Automatic Data Processing. El mes de junio también está yendo muy bien, y según los datos de su web del NAV (Net Asset Value) de Pershing Square Holdings, ya estaría subiendo cerca de un 11% en lo que llevamos de 2018 tras haber estado un -10% YTD a finales de marzo.  

La firma ha tenido varios pequeños aciertos durante el pasado año 2017, como por ejemplo el rápido beneficio que logró recientemente en Nike Inc. -100 millones de dólares-, lo cual evidencia que Ackman no ha perdido su “toque mágico. Sin embargo, estas posiciones nunca fueron lo suficientemente grandes como para compensar la situación negativa que viene arrastrando desde el año 2015.  

Mientras tanto, Pershing Square Holdings (el hedge fund cotizado) está recomprando 300 millones de dólares en acciones como reflejo de la confianza en el valor de su cartera. En este sentido, Ackman y sus socios están planeando recomprar otros 300 millones de dólares adicionales.  

Al igual que David Einhorn, Bill Ackman, uno de los gestores de hedge funds más prestigiosos de Estados Unidos, está pasando momentos delicados como gestor. Es imposible saber si en el futuro será capaz de lograr unas rentabilidades similares a las que logró durante sus primeros años así como en plena crisis financiera, durante la cual tuvo unos rendimientos más que sobresalientes. Lo que sí podemos afirmar es que tener períodos de “underperformance” es algo normal y consustancial a la inversión, por lo que el mal resultado de unos pocos años no debería ser relevante para juzgar la calidad de un gestor; sería más recomendable juzgar su trayectoria a lo largo de varios ciclos económicos.  

De este modo, si el gestor comienza a enderezar el rumbo del fondo y la gran rentabilidad obtenida durante los dos últimos meses continúa, lo más normal es que el patrimonio gestionando comience a recuperarse después de la sangría sufrida en los últimos años.  

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