Siento decirle, querido inversor, que seguramente cometa un error al pensar que puede acertar en elegir el momento de comprar y vender sus inversiones. Si le sirve de consuelo, no está solo, la mayoría lo hace. Los expertos en explicar el comportamiento de los inversores suelen señalar el problema o sesgo que afecta a muchos: el del exceso de confianza, o pensar que son capaces de conseguir resultados que realmente son prácticamente imposibles. Pero quizás el mayor impacto sea el de las emociones, tanto de miedo cuando las cosas pintan mal, como de avaricia cuando todo parece ir de maravilla y las rentabilidades pasadas han brillado.
Está bien documentado el hecho de que los inversores obtienen peores resultados que aquellos índices o fondos en los que invierten. Si por ejemplo usted invierte en fondos de bolsa española o en bolsa estadounidense, probablemente consiga peores resultados, no solo que el Ibex 35 y el S&P 500 (incluyendo los dividendos), sino también que los mismos fondos en los que usted ha invertido.
¿Por qué se produce esto? Sencillamente, porque los inversores suelen entrar y salir de los fondos en los peores momentos: comprando caro y vendiendo barato. Comparen, por ejemplo, la evolución del Ibex 35 con dividendos y las suscripciones netas (suscripciones - reembolsos) a fondos de inversión españoles desde 2013.
Fuente: Investing.com e Inverco, noviembre 2017.
Destaquemos algunos periodos. Por el lado positivo, las fuertes entradas netas del primer semestre de 2014 y la aceleración llegando a máximos del gráfico en el primer trimestre de 2015. Coincidieron con periodos de subidas considerables. Por el lado negativo, después de mayo 2015 donde las bolsas hicieron máximos, las suscripciones netas no repuntaron de forma consistente hasta julio 2016. Fíjense que salvo un breve momento de 2017, no se han vuelto a superar esos máximos de primavera 2015 donde entró muchísimo dinero.
Ahora bien, debemos tener en cuenta que el inversor español de fondos está relativamente poco invertido en bolsa, por lo que comparar las suscripciones netas con el Ibex 35 quizá no sea exacto. Es cierto, exacto no es, es solo una aproximación, pero que creo encaja bien en los datos, probablemente por la correlación que existe con otros activos o con la percepción de los inversores. Me explico: el Ibex 35 es el índice del que más oye hablar el ciudadano medio que lea la prensa o vea los informativos. Si ve que lo está haciendo muy bien, quizá se decida a invertir en fondos, de los que solo una parte irán a parar a bolsa española o bolsa de otros países. Pero si va mal, quizá decida vender, aunque su fondo no sea renta variable pura. Es solo una hipótesis que no sé hasta qué punto será cierta.
Un caso anecdótico interesante es lo sucedido estos últimos meses protagonizados (en los medios) por el proceso independentista catalán, donde la bolsa española ha tenido un mal comportamiento relativo. Especialmente llamativo fue octubre, con suscripciones netas negativas importantes en fondos de bolsa nacional (480 millones), que han sido parcialmente compensadas por noviembre con entradas netas de 324. En este caso no se ha producido ningún contagio a otras categorías de fondos, no cumpliéndose la hipótesis que comentaba antes, quizá porque los inversores aislaron el problema a España exclusivamente.
Fuente: Inverco, octubre 2017.
Al tiempo que los inversores particulares huían de fondos de bolsa española, gestores value como Iván Martín (Magallanes) aumentaron la exposición a compañías españolas a máximos. Así, si a 31 de agosto el fondo ibérico mantenía un 56% de exposición en España, a 31 de octubre llegó a estar al 67%, bajando en noviembre en 1 punto porcentual. Justo lo contrario de lo que han hecho los particulares.
Un último ejemplo, que ilustra el punto central del artículo, es el de la evolución de suscripciones netas en azValor Internacional. Tras empezar el fondo con meses de mala rentabilidad que culminaron en los mínimos de enero 2016, el año cerró finalmente con muy buenos resultados. Estos fueron acompañados de fuertes entradas netas. Pero el fondo marcó máximos en mayo 2017 y desde entonces ha tenido un desempeño mediocre. ¿Y qué ha pasado? Que las suscripciones netas se han parado y, de hecho, ha salido dinero del fondo, aunque poco, en cada uno de los 7 últimos meses. Y esto pese a que los gestores afirman que el potencial de revalorización teórico está en niveles máximos.
Fuente: Finect con datos de Morningstar.
Así es como se comporta la mayoría de inversores. Aunque es triste, hasta que esto no cambie los gestores de fondos deben lidiar con esta tendencia de comprar y vender en los peores momentos. Se compra lo que sube y se vende lo que baja. Los anglosajones le llaman chasing performance, o perseguir las rentabilidades.
Querido inversor, esto es justo lo que no debería hacer. No trate de acertar el momento justo de entrar y salir. Quizá, para evitar esto, deba plantearse realizar aportaciones periódicas automáticas. Piense a largo plazo. Y no se deje llevar por las emociones, le merecerá la pena.
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