El español medio destina una parte excesiva de su patrimonio a las propiedades inmobiliarias (70%), ya sea la residencia principal, una segunda vivienda en la playa o inmuebles que son pura inversión en busca de rentabilidad. Además, del dinero que no se destina a inmuebles sino que se dirige a activos financieros, se comete otro exceso: mantener un 40% en efectivo o depósitos, donde se va a perder poder adquisitivo de forma garantizada. Estos dos son los primeros y principales errores que cometemos los españoles en nuestras finanzas personales, como escribía en mi artículo anterior.
Pero conforme vamos avanzando en el análisis de dónde y cómo invierten los españoles, podemos identificar otros errores importantes. Uno de ellos tiene que ver con los malos resultados que en promedio se obtienen de los fondos de inversión y planes de pensiones. ¿Por qué? ¿Son malos productos? Vayamos por partes.
Seguramente conozca qué son los planes de pensiones. O incluso tenga uno. El 26% de los hogares españoles posee algún plan de pensiones (o seguro de vida de inversión o mixto), según la Encuesta Financiera de las Familias que elabora el Banco de España. En cambio, los fondos de inversión son menos populares: tan solo el 6% de los hogares tiene un fondo de inversión.
Los planes de pensiones (incluyendo seguros de vida de inversión o mixto) representan el 15% del valor total de los activos financieros de los españoles, mientras esta cifra se reduce en los fondos al 9%. Para contextualizar mejor estas cifras, las cuentas bancarias constituyen cerca del 35% del total. Es interesante constatar que, de entre todos los productos financieros en los que se invierte en España, los fondos de inversión son el que presenta un mayor valor mediano (más de 39.000€ frente a los 10.000€ de los planes de pensiones). En otras palabras, el porcentaje de las familias que tiene un fondo de inversión es cuatro veces menor al que tiene un plan de pensiones, pero quien tiene fondos dedica cuatro veces más dinero por hogar a este producto.
Tanto los fondos como los planes de pensiones son productos de inversión en los que el ahorrador/inversor, Juan, destina una cantidad de dinero a que sea gestionada por profesionales (que pueden hacerlo bien, mal o regular), en el producto X. Este dinero de Juan será invertido de la misma forma que el de Antonio y Marta, que también decidieron comprar el producto X, y se guiará según las directrices que marca el folleto del producto (donde se marcan las pautas de la gestión). Puede que solo invierta en bolsa española o en bolsa europea, o puede que solo compre bonos de gobiernos y empresas de alta solvencia, o una combinación de ambas. Existen multitud de combinaciones y opciones, pero sobre eso no nos vamos a extender aquí.
Esquema de funcionamiento de un fondo de inversión (similar al plan de pensiones)
Fuente: Inverco (Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones)
La diferencia principal entre fondos de inversión y planes de pensiones es que los segundos tienen un carácter “finalista”, esto es, están dirigidos a un objetivo concreto: el de servir para sostener financieramente el periodo de jubilación, u otras situaciones como pueden ser enfermedades graves, viudedad, etc. Para ello tienen un beneficio fiscal a lo largo de la vida laboral, que suele utilizarse como “gancho” para los clientes. En la actualidad pueden servir como complemento de las pensiones públicas, pero probablemente en el futuro las muy reducidas pensiones del sistema público actúen como un complemento de los planes de pensiones privados…
Los fondos de inversión, en cambio, gozan de una mayor flexibilidad y pueden comprarse y venderse sin que existan (en la mayoría de los casos) restricciones de ningún tipo. Esto puede verse como ventaja, pero también como desventaja, porque el uso que se le da a esa flexibilidad por parte de los inversores finales no suele ser óptimo (comprando cuando ha subido mucho y vendiendo cuando ha bajado mucho).
Pero algo que, tristemente, tienen en común tanto los planes de pensiones como los fondos de inversión (aunque es más significativo en los primeros), son los pobres resultados que la mayoría del patrimonio de los españoles han obtenido con ellos. No es que no existan buenos fondos o planes, que los hay, y de ellos estamos dando cuenta en inBestia. Pero aquellos que acumulan más patrimonio, es decir, donde los inversores han destinado más ahorros, no suelen ser precisamente los más rentables. En la siguiente tabla se muestran las rentabilidades desde 2001-2016 de los planes de pensiones de mayor tamaño.
Fuente: Pablo Fernández et al. (2017), Rentabilidad de los Fondos de Pensiones en España, 2001-2016.
Estos 20 planes acumulaban a cierre de 2016 un total de 16.000 millones de euros, y han obtenido una rentabilidad promedio del 1,8% (por debajo de la inflación media del periodo). Detrás de esta media se esconden diferencias entre unos y otros. Quizá lo más destacable es que el plan que tenía mayor patrimonio de todos (Plancaixa Equilibrio) con más de 3.400 millones (más del doble que el segundo mayor) y 147.000 partícipes, ha sido el que PEOR rentabilidad ha obtenido en los 15 años que van hasta 2016: una rentabilidad negativa anual del 1%. ¿Quién ha ganado entonces con este plan? Claramente, quienes se han embolsado la comisión de gestión del 1,5% anual. Si vemos el plan con mayor número de partícipes, el BBVA Individual, la rentabilidad no ha sido negativa, pero a duras penas supera el 1% en los últimos 15 años, mientras que la comisión de gestión fue del 2% hasta 2014 y del 1,5% desde octubre 2014.
Por el lado "positivo" destacan el Plancaixa Ambición Global, con un 3,8% de rentabilidad, y el Plan Naranja RF Europea con el 3,6%, de Caixabank y Nationale-Nederlanden (ING), respectivamente. No son rentabilidades para echar cohetes, pero está claramente mejor que los productos de mayor patrimonio y partícipes.
En fondos de inversión la situación es algo mejor, pero también hay muchísimo margen de mejora. Veamos la siguiente tabla, con los fondos más y menos rentables de 2001 a 2016.
Fuente: Pablo Fernández et al. (2017), Rentabilidad de los Fondos de Inversión en España, 2001-2016.
¿Qué podemos destacar de los fondos más rentables? A mí me llama la atención que la mayoría de ellos (Bestinver, Metagestión, EDM) sean de gestoras independientes dedicadas exclusivamente a gestionar el dinero de los clientes. En cambio, en los menos rentables predominan gestoras asociadas a bancos comerciales (Popular, BBVA…). A esta conclusión también llegaban desde Morningstar, analizando los datos de los fondos de bolsa española de gestoras independientes frente a aquellas ligadas a bancos o aseguradoras.
Pese a ello, una parte muy pequeña de todo el patrimonio en fondos de inversión o planes de pensiones está en las gestoras independientes. ¿Las razones? La forma como está configurada la distribución de los productos en España, muy dependiente de los bancos, unido a la falta de cultura financiera de la población, serían las más destacables. Ahorradores que tienen su nómina, hipoteca o tarjetas de crédito en el banco de la esquina, son presa fácil de su gestor de banca personal a la hora de venderle los productos de la casa para depositar sus ahorros.
Pero cuando le ofrezcan estos productos, debe tener en cuenta que más que un gestor o asesor, quien tiene delante es un comercial de la entidad que en el mejor de los casos, le recomendará el producto más adaptado para usted de los que gestiona su casa. Que seguramente no sea el mejor de todo el universo de productos disponible. Ir más allá de la sucursal de su banco de toda la vida es un paso que debe hacer si quiere sacarle más partido a sus ahorros. En inBestia esperamos aportar nuestro granito de arena en dar a conocer a los buenos gestores y alertar de malas prácticas del sector, así como a nivel más general, en impulsar la cultura financiera. Si prefiere quedarse con sus productos mediocres que le van a hacer perder poder adquisitivo en la próxima década, entonces no se preocupe, siga como hasta ahora.
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