Una gran parte de los inversores tiende a pensar que la clave para ser un buen inversor y obtener grandes rentabilidades reside en disponer de un buen método de inversión, el cual nos diga cuándo hay que comprar y cuándo vender. Pero la cruda realidad es que eso no es más que una pequeña parte del proceso. Disponer de unas reglas de inversión claramente definidas es fundamental, pero tan importante o más como esto es conocerse bien a uno mismo y saber cómo vamos a responder ante las distintas situaciones que nos presentan a diario los mercados financieros.
Nick Maggiulli, en su blog “Of Dollars and Data”, nos trae una serie de reflexiones sobre cómo ser mejores inversores, centrándose en lo que se conoce como “behavioral investing” o “inversión conductual”. La siguiente cita de Adam Smith refleja a la perfección lo que Nick Maggiulli nos quiere transmitir en su artículo: “Lo primero que una persona tiene que conocer es a sí mismo. Un hombre que se conoce a sí mismo puede salir de sí mismo y observar sus propias reacciones como un observador”.
Conocerse a uno mismo como inversor es mucho más importante para los resultados a largo plazo que disponer de una cartera de activos perfecta. ¿Por qué? Porque invertir es principalmente un ejercicio conductual, no analítico. A pesar de todos los datos y evidencias que Maggiulli muestra en su blog, el comportamiento y la forma de actuar son más importantes que el análisis en el mundo de la inversión. Para demostrar la importancia de esto, Nick Maggiulli pone como ejemplo su experiencia personal con un activo en particular: el oro.
Maggiulli señala que solía tener el 5% de su cartera en oro, pero después de examinar los datos y reflexionar, se dio cuenta de que tenía que abandonar dicha posición. Para empezar, la primera pregunta que se hace el autor es: ¿por qué tenía posiciones en oro?. Existen múltiples evidencias que muestran que el oro es capaz de desempeñar un importante papel en una cartera de inversión, debido a su menor correlación con las acciones y los bonos. Cuando el S&P 500 va en una dirección, el oro suele ir en dirección opuesta.
El oro no sólo suele ser una buena cobertura frente a una subida significativa de la inflación, sino que es uno de los activos que mejor comportamiento tiene durante las recesiones, tal y como refleja el gráfico inferior. No en vano, en cinco de las siete últimas recesiones, el precio del oro al final de la recesión fue superior al que tenía al inicio de la misma.
(Fuente: GoldSilver)
Sin embargo, aunque el oro puede jugar un papel importante en una cartera diversificada, es un activo muy volátil en sí mismo. Si analizamos los retornos anuales del oro, tal y como podemos ver en el siguiente gráfico, se aprecia que la rentabilidad real anual más elevada del oro fue del 120% en 1976 y la más baja del -41%.
(Fuente: Of Dollars And Data)
Pero más importante aún es ser consciente de que el oro puede tener largos períodos de retornos negativos. Si se fija en el gráfico siguiente, podrá comprobar cómo a partir de 1981 el oro tardó aproximadamente 32 años en volver a su máximo histórico (ajustado por la inflación).
(Fuente: Of Dollars And Data)
Este es el principal motivo que apunta Maggiulli que le hizo deshacerse del oro como inversión a largo plazo. ¿Se imagina tener un 5% de su patrimonio en un activo y verlo caer un 75% a lo largo de varias décadas? Maggiulli se dio cuenta de que no podía y, en consecuencia, se deshizo de todas sus posiciones en oro. También señala que el hecho de que haya comprado y vendido oro varias veces en los últimos años ilustra a la perfección por qué no debería poseer nada de este activo tan volátil. A pesar de ser consciente de la volatilidad de este activo y de que no está cómodo teniendo posiciones en él, ha acabado sucumbiendo a la tentación de comprar y vender oro. Pero finalmente, Maggiulli ha aceptado su naturaleza inversora y ha decidido abandonar el oro definitivamente como una inversión a largo plazo.
Es irónico que Michael Batnick, uno de los personajes de referencia de Nick Maggiulli, haya invertido recientemente el 10% de su patrimonio en oro como inversión a corto plazo (en base a la tendencia reciente del precio). Actualmente el oro está un 33% por debajo de los máximos del 2011. ¿Recuperará y superará dichos máximos o la caída continuará durante unas pocas décadas más? Maggiulli afirma no tener respuesta para esta pregunta y reconoce que no tiene la misma disciplina como inversor que Michael Batnick. Su decisión de abandonar el oro como inversión podría ser acertada o ser un error muy caro, pero en cualquier caso se muestra conforme con la decisión adoptada en base a su autoconocimiento.
¿Cómo conocerse mejor como inversor?
El principal problema que una persona tiene para conocerse a sí mismo como inversor es que se dispone de pocos datos para hacerlo. Las grandes caídas del mercado ocurren pocas veces, e incluso muchos inversores nunca han experimentado caídas de gran magnitud. A pesar de la dificultad de determinar cómo va a reaccionar un inversor ante una caída del 30%, 40%, 50% o incluso superior en los mercados de renta variable, sí que podemos ofrecerle algunas pistas acerca de cómo podría comportarse. Considere las siguientes cuestiones y analice posteriormente cómo respondería a ellas, ejercicio que aunque parezca trivial y de poca importancia le servirá para conocerse mejor a sí mismo:
- ¿Los comentarios sobre las acciones y la bolsa de sus amigos y/o familiares le hacen revisar su cartera?.
- Si usted perdió un 50% de su inversión, ¿se sentiría cómodo teniendo dichas acciones en cartera?. Tenga en cuenta que este cálculo ha de hacerse en términos reales, no porcentuales. Perder un 50% del patrimonio es duro, pero si esta cifra es, por ejemplo, 500.000$ es más duro aún. No se asume de la misma manera una pérdida del 50% sobre 1000$ que sobre 1.000.000$.
- ¿Qué tipo de evento o acontecimiento tendría que suceder para que usted venda sus acciones (guerra nuclear, recesión, etc.)?.
- ¿Qué tipo de activos no tendría nunca en cartera debido a su elevada volatilidad?
Aunque la única manera de entender realmente su naturaleza como inversor es invertir con dinero real, Maggiulli recomienda no hacer nada que pueda arruinar nuestras finanzas. Sin embargo, sí que nos recomienda invertir una pequeña parte de nuestra cartera en acciones de gran volatilidad, ya que aunque incurramos en pérdidas, nos servirá para conocernos mejor como inversores. El conocimiento y aprendizaje que obtengamos de este ejercicio será muy valioso y podrá ahorrarnos muchos disgustos en el futuro.
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