Los pronósticos que auguran un final cercano del actual ciclo económico expansivo y mercado alcista bursátil empiezan a ser una constante. En las últimas semanas nos hemos hecho eco de las palabras de expertos y gestores como Ray Dalio, Robert Shiller o David Tepper entre otros.
El último en sumarse a esta lista ha sido Michael Hartnett, estratega jefe de Bank of America Merrill Lynch, el cual señala que el “gran mercado alcista” que se inició después de la crisis financiera de los años 2008 – 2009 estaría ya muerto debido a la desaceleración del crecimiento económico, al aumento de los tipos de interés y al exceso de deuda. Se trata de aspectos que no son nuevos, y que recientemente hemos analizado en inBestia, pero no por ser ya conocidos dejan de ser relevantes.
En su lugar, Harnett estima que el actual mercado alcista será reemplazado por otro de rentabilidades más bajas, la mayor parte de las cuales se concentrarán en aquellos activos que sufrieron durante la recuperación tras la quiebra de Lehman Brothers.
Con la vista puesta en la Reserva Federal
En su opinión, el fin del exceso de liquidez en el sistema supondrá el fin de los grandes retornos. Y es que los bancos centrales han comprado alrededor de 12 billones de dólares en diferentes programas de flexibilización cuantitativa y han recortado los tipos de interés hasta 713 veces en distintas partes del mundo. La Reserva Federal de Estados Unidos es la que ha liderado este movimiento, la cual ha mantenido sus tipos de referencia cerca del 0% durante siete años y aumentó su balance hasta más de 4,5 billones de dólares. Pero a medida que esto se va revirtiendo, como ya está sucediendo, Harnett piensa que los inversores tendrán que prepararse para un escenario de rentabilidades más bajas y volátiles.
Algo a lo que no parecen preparados, dado que se han acostumbrado a unas políticas monetarias muy acomodaticias y están subestimando el giro hacia una normalización con tipos de interés más altos y condiciones financieras más restrictivas. Hartnett señaló que las subidas adicionales de tipos podrían conducir a una inversión de la curva de tipos, la cual ha precedido cada una de las últimas siete recesiones. En opinión de este estratega, una FED agresiva de lo esperado sería el catalizador más probable para nuevas caídas en los mercados de activos.
Posicionamiento y preocupaciones de los inversores según la encuesta de BofAML
La pregunta que surge tras analizar las palabras de Michael Harnett es si esta preocupación que empieza a haber entre los gestores se ha materializado de alguna forma en sus carteras o se ha quedado en simples declaraciones. Para ello, vamos a hacer uso de la última encuesta llevada a cabo durante el mes de septiembre por Bank of America Merrill Lynch en la que participaron 244 gestoras que reúnen en total cerca de 750.000 millones de dólares bajo gestión.
Los resultados de la misma son bastante claros: se ha disparado el pesimismo de los inversores acerca de la situación de la economía mundial, alcanzando un nuevo máximo desde la crisis de deuda europea del 2012 o mínimo desde ese año de % de gestores esperando un fortalecimiento económico, como muestra el gráfico siguiente. Un 24% de los encuestados espera que el crecimiento mundial se desacelere en los próximos 12 meses, un aumento más que significativo desde el 7% del mes anterior.
(Fuente: Fundspeople)
La guerra comercial entre China y EEUU y sus derivadas no es el único aspecto que incomoda a los profesionales del mercado: también advierten riesgos derivados de una desaceleración económica global en China así como de la finalización de las políticas monetarias ultra acomoditicias implementadas por los bancos centrales durante años.
(Fuente: Callum Thomas)
Estos miedos se están viendo reflejados en los movimientos de sus carteras según la encuesta, ya que por ejemplo, han aumentado el porcentaje de cash o efectivo en las mismas hasta el 5,1%, el nivel más elevado de los últimos 18 meses, y por encima de la media de los 10 últimos años situada en el 4,5%.
(Fuente: Business Insider)
Pero estas peores expectativas no parecen haber afectado a Estados Unidos, que se ha convertido de lejos en el destino preferido de los flujos de capital, y así lo han reflejado el gran outperformance de este país frente al resto del mundo, en un contexto de fuerte momentum macro mientras otras regiones pierden fuelle. De hecho, la exposición sobreponderada a EEUU es la mayor desde enero de 2015, un extremo que podría llevar a un peor comportamiento relativo frente a otros mercados, unido a la expectativa de que la desaceleración global eventualmente acabará afectando también a la economía estadounidense.
(Fuente: Urban Carmel)
Por el contrario, los gestores recortaron su exposición a renta variable de la Eurozona así como a mercados emergentes, los cuales han pasado de ser los favoritos por los gestores en abril de este año a ser el activo más infraponderado en relación a la historia.
(Fuente: Urban Carmel)
La exposición de los gestores a la renta variable de la Eurozona se encuentra en mínimos de los 18 últimos meses. Respondiendo a la pregunta de qué haría falta para que aumentará el apetito inversor por aquella, un 40% de los encuestados señala que un crecimiento del 10% o más en los beneficios por acción de las empresas, mientras que otro 25% apunta a una eliminación por parte del BCE de los tipos de depósito negativos.
Además de los mercados emergentes, un área en la que los inversores están particularmente negativos es en la RV del Reino Unido, como vemos en el gráfico superior. No en vano, según los datos de una encuesta de Hargreaves Lansdown (plataforma líder británica para inversores minoristas) a sus clientes, la confianza inversora en la bolsa del Reino Unido se ha desplomado al nivel más bajo que la entidad ha registrado desde 1995 que comenzara a realizar esta encuesta mensual. Este nivel actual es incluso más bajo que el marcado después del voto favorable al Brexit.
Reflexiones finales
Lo que es particularmente llamativo es que este pesimismo que muestran los gestores e inversores en relación a los mercados de la eurozona, Reino Unido o emergentes, contrasta fuertemente con el optimismo que muestran los inversores hacia EEUU. Estamos asistiendo a un mercado global polarizado, donde por un lado está EEUU y por otro el resto. A nivel económico parece darse algo similar. Por ejemplo, el dato del mes de septiembre de confianza de los consumidores estadounidenses, elaborado por The Conference Board, se situó en máximos desde septiembre el año 2000. A priori, este dato sería algo muy positivo para la economía y, por lo tanto, para los mercados financieros, pero los datos históricos muestran que cuando la confianza de los consumidores es elevada, los retornos futuros de la bolsa suelen ser bajos.
¿Es sostenible esta polarización? ¿Podrán los Estados Unidos mantener esta fortaleza ante la desaceleración global, o será ésta la que remita y volvamos a ver acelerarse a la economía global? En ese caso, ¿podrían ser la Eurozona, Reino Unido y los mercados emergentes una oportunidad de inversión “contrarian”? Y si en vez de este escenario, ¿estuviéramos a las puertas de un gran susto a nivel económico y financiero?
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