¿Qué pasa cuando un índice bursátil cae, pero los beneficios de las compañías que lo forman no muestran deterioro según los analistas? Que los múltiplos, en concreto el PER (el cociente entre precio y beneficios) caen, lo que a igualdad de condiciones hace la bolsa más atractiva o barata. Eso es lo que ha pasado con el Ibex 35, como muestran los dos gráficos siguientes de Nicolás López Medina:
Fuente: ambos gráficos provienen de Nicolás López Medina.
Como él mismo añade, “El Ibex se ha desligado totalmente de la tendencia creciente de los beneficios en los últimos meses. La consecuencia es que tenemos un PER extremadamente bajo de 11,3x que no se veía desde la crisis del euro en 2012”.
¿Quiere decir esto que inevitablemente veremos de forma inminente un repunte a corto plazo? En absoluto. Estas métricas de valoración tienen poca utilidad para el market timing, o para acertar puntos de inflexión en el corto plazo. Perfectamente la bolsa puede irse más abajo (y el PER lo mismo) si el sentimiento psicológico de los inversores sobre el mercado español y europeo empeora.
De hecho, en abril publiqué un artículo a raíz de un informe de una casa de analistas, que se titulaba “Nos encontramos en uno de los momentos más atractivos para invertir en bolsa española de los últimos 10 años”. Ahí mostrábamos este gráfico en el que comparaba la brecha abierta entre la evolución del Ibex 35 y los Beneficios por Acción (BPA) estimados a 12 meses vista, sugiriendo que era buena idea invertir en bolsa española:
Sin embargo lo que ha sucedido desde entonces es que el Ibex 35 ha caído, de los 9.700 puntos a principios de abril a los 9.260 en los que está hoy. Y ya no digamos cómo se han comportado algunas de sus recomendaciones más específicas, como Banco Santander o Telefónica… El paso de estos meses no ha dejado en buen lugar esas recomendaciones, pero también refuerza lo que comentaba, que estos argumentos por sí solos no sirven para el corto plazo que son 5 meses.
Como argumentó Lawrence Hamtil utilizando la comparación de los sectores teleco y de tabaco en el comienzo de la década de los 2000, “cuando se combina(n indicadores de valoración) con una medida como el sentimiento inversor, el timing basado en la valoración puede ser útil”. Y el sentimiento hacia las bolsas europeas y concretamente la española, parece haber empeorado bastante en los últimos meses, en buena parte por razones justificadas, como la desaceleración macroeconómica o el deterioro de las condiciones de mercados emergentes donde grandes compañías de nuestro país tienen fuerte exposición (Turquía-BBVA, Brasil-Santander y Telefónica…).
Para que se produzca un fuerte y continuado rebote se necesita que este sentimiento de mercado no vaya a peor, lo que requeriría que la macro se estabilice en lugar de desacelerarse como ha estado sucediendo, y que no empeoren las cosas con los emergentes. Si la macro europea y española prosigue en su tendencia de desaceleración/deterioro, tarde o temprano se revisarían a la baja las estimaciones de beneficios y por tanto lo que parecía una bolsa barata ya no lo sería tanto (a igualdad de precio, menores beneficios hacen que el cociente PER aumente).
Al final, como suele suceder en bolsa, esto es cuestión de asignación de probabilidades. ¿Qué probabilidad piensas que tiene el escenario de que el deterioro se pare y no llegue la sangre al río tanto en Europa como en emergentes? ¿Qué probabilidad asignas al escenario negativo? ¿Y al que parece menos probable de que las cosas no solo dejen de ir a peor sino que mejoren? En el primer y tercer escenario las bolsas subirían, en el segundo no. Aunque es un juego imposible y por mojarme, si me preguntaran sobre estas probabilidades diría algo así como 60% primer escenario (positivo para la bolsa), 30% segundo escenario (bastante negativo) y 10% tercer escenario (muy positivo).
Prestar atención a las valoraciones no es inútil. Pero deben verse en un contexto adecuado junto con otros elementos. Para apreciar la utilidad que tienen, en mi opinión si éstas fueran elevadas en bolsa española y/o no hubieran corregido, incluso el primer escenario de que la trayectoria del crecimiento se estabiliza en niveles más bajos a los que estábamos acostumbrados, sería negativo para las bolsas. Hoy, dada esta caída en las valoraciones, no veo que este escenario fuera a ser negativo, sino positivo.
Ah, y tengamos presente también el posicionamiento actual, que como ya comentamos en un artículo anterior, podría favorecer a Europa y perjudicar a EEUU en caso de probables sorpresas frente al consenso.
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