En el mundo de la inversión coexisten estilos y estrategias muy diferentes. A pesar de lo que a veces enseñan desde los manuales de inicio a la economía y finanzas, en el mercado la diversidad de opiniones y expectativas por parte de los inversores es la norma. Recuerde que cada vez que se produce una operación, existe un comprador que piensa que el activo X va a hacerlo bien, y un vendedor que o bien piensa que va a bajar o que otros activos lo harán mejor. No es solo que el comprador tenga una información diferente que el vendedor, puede suceder que con la misma información se interpreten cosas distintas.
El actual mercado alcista de los últimos años en las bolsas mundiales (más o menos intenso según región) es un ejemplo de esta heterogeneidad de opiniones y perspectivas. Para unos estamos en plena fase de burbuja: los precios de los activos estarían inflados por causas tales como las muy expansivas políticas monetarias de los últimos años o un sentimiento excesivamente alcista o eufórico. Para otros, hablar de burbuja resulta exagerado, y lo que existe es un mercado alcista apoyado por el buen momento macroeconómico y de resultados empresariales.
Fuente: MSCI.
Ambos lados ofrecen argumentos razonables. Uno podría resolver el debate entre ambas posiciones diciendo que “los precios mandan” y que “el mercado es soberano”, es decir, dando la razón a los alcistas en este caso. Con ese argumento estaríamos asumiendo que el mercado es perfectamente eficiente, pero: ¿acaso los precios no presentan en ocasiones divergencias importantes respecto a sus fundamentales? Puede que los precios hayan dado la razón a los alcistas hasta hoy, pero ¿y mañana o dentro de unos meses?
Lo cierto es que no es tan fácil. Sí, el mundo de la inversión es meritocrático: el tiempo y los resultados obtenidos ponen a cada uno en su lugar, como comentaba Enrique García en la entrevista que le hice hablando de lo que le atrajo a la inversión. Pero eso es en el largo plazo. Y no vivimos en él. Estamos en el presente, vemos lo que vemos. Hay productos en los que solo podemos analizar el corto (1 año) o medio plazo (3 años), porque se crearon recientemente. Incluso los que tienen 4 o 5 años, no se han visto sometidos a un test de estrés como es una Gran Crisis Financiera. Lo relevante es el largo plazo, pero ese largo plazo no existe en la mayoría de las ocasiones, y las decisiones las tenemos que tomar igualmente. No podemos esperar a que pasen los años.
Estas reflexiones vienen a contextualizar e introducir el tema del que quiero hablar en este artículo: las distintas estrategias bajistas que están siendo diseñadas por algunos vehículos de gestión activa españoles. Con esta introducción no pretendo defender el posicionamiento bajista, pero sí argumentar que la valoración de los productos de inversión es más complicado de lo que parece (como es más difícil de lo que parece ganar dinero cuando los mercados suben).
En inBestia hemos escrito sobre dos de estos vehículos que mantienen una perspectiva negativa del mercado: la Smart Social Sicav que gestiona Antoni Fernández, y el fondo Abante Pangea de Alberto Espelosín. A estos dos vehículos se acaba de unir el fondo Global Allocation, que gestiona Luis Bononato y del que hablamos en este artículo. Pese a compartir una visión bajista más o menos intensa, estos tres vehículos tienen estilos muy diferentes y han ejecutado esas estrategias bajistas de formas dispares.
Smart Social Sicav (técnico y cuantitativo), de Antoni Fernández
En el caso de la Smart Social Sicav, tras empezar su andadura en 2015-2016 con muy buen pie, el presente año experimenta pérdidas de más del 10% por su fuerte exposición bajista, que según el último informe disponible pondera el 92% de su cartera (en futuros de índices europeos principalmente y en el Nasdaq), por un 7% de posiciones alcistas. Alrededor de esta posición bajista el gestor trata de suavizar el riesgo con el fin de evitar un drawdown mayor.
El vehículo está basado en el análisis técnico y cuantitativo. Además de señalar las advertencias del BCE respecto a los riesgos del escenario actual, entre los indicadores que observan (de falta de volatilidad, disiminución de liquidez en los futuros, tiempo pasado sin corrección…), destaca el RSI, del que comentan que estaría marcando en el S&P 500 “un nivel de sobrecompra mayor que en toda la burbuja puntocom del año 2000 y en la subprime de 2008… en las anteriores burbujas nunca sobrepasó el nivel 80”.
Según observamos en el gráfico inferior, el RSI del S&P 500 está hoy en niveles históricamente muy elevados, cerca de los máximos históricos. Solo (desde 1980) en algunos momentos de los años 1995-97 fue ligeramente superior, y en 1986 estuvo en niveles similares.
Pero cuando este indicador ha registrado lecturas extremas como la actual en el pasado, las caídas tampoco han sido inminentes y el mercado ha continuado con una fuerte subida adicional, como he ilustrado en el gráfico de arriba. También es cierto que en los máximos previos al colapso de la burbuja puntocom en 2000 o la burbuja inmobiliaria-financiera en 2007, el RSI no estaba en niveles tan elevados como los actuales.
Abante Pangea (macro y stock-picking fundamental), de Alberto Espelosín
El fondo Abante Pangea de Alberto Espelosín, en cambio, se basa en su visión macroeconómica para determinar la asignación de activos y posicionamiento frente al riesgo, y en el análisis fundamental para seleccionar valores. Es un producto muy flexible con vocación de ganar dinero en cualquier circunstancia de mercado.
Pero la realidad es que en sus cuatro años y medio de vida, el fondo presenta una rentabilidad negativa de alrededor del 2%. En buena parte este resultado negativo se ha debido a su posicionamiento bajista en los índices estadounidenses prácticamente desde su inicio (en mayo 2013). En lo que llevamos de 2017 (hasta el 5 de diciembre) pierde un 8,4% por ese motivo, con una cartera de valores que subía un 4,7% a cierre de octubre.
En el caso de Abante Pangea, la estrategia del gestor es, y ha sido, la de mantener una cartera de valores europeos que estima infravalorados, “cubriendo” esta exposición alcista mediante posiciones cortas en el mercado de EEUU, especialmente en tiempos recientes en el Nasdaq donde percibe burbuja y, por tanto, el mayor potencial de caída.
Según escribía en su última carta disponible, Espelosín cree estar “muy cerca de poder monetizar la posición corta y que el fondo es una buena alternativa para aquellos inversores que crean que el mercado estadounidense puede corregir y quieran beneficiarse de ello”. El problema, como señalábamos en el artículo que dedicamos a analizar Abante Pangea, es que esta expectativa de “monetizar la corrección” mediante la posición bajista la lleva sosteniendo desde hace varios años. Está claro que un día u otro la corrección llegará al mercado estadounidense, pero la paciencia de los partícipes seguramente no es infinita. De hecho, miren las salidas de dinero en los últimos dos meses, que representarían alrededor del 8% del patrimonio del fondo (alrededor de 100 millones). Nada dramático, pero puede ser un aviso de los partícipes...
Fuente: Finect con datos de Morningstar.
Global Allocation (global macro), de Luis Bononato
Por último, nos encontramos con el posicionamiento bajista que muy recientemente ha iniciado Global Allocation, un fondo flexible de estilo Global Macro cuya rentabilidad desde su inicio en 2006 ha sido de casi el 9% anualizado. El presente año está siendo relativamente malo, con una caída del 2,4% frente a la bolsa europea que sube cerca del 10%. El posicionamiento cauto en renta variable, unido a algunos movimientos tácticos cuyo timing no ha sido acertado, explicarían este underperformance.
En la última carta publicada hace tan solo unos días, el gestor Luis Bononato explicaba su rápido cambio de posicionamiento, de alcista a finales de octubre, a bajista hoy. Habla de un contexto de fuerte consenso optimista y posicionamiento alcista, de peligrosa falta de percepción de riesgo en el mercado y de altas valoraciones. Le preocupa el abrupto movimiento que han tenido recientemente las curvas de tipos de interés en EEUU, el sustancial aumento de la deuda de los últimos años, y la posibilidad de crecientes tensiones geopolíticas. Pero el desencadenante más probable de la corrección lo ve en el repunte de la inflación, que según él, hará que los bancos centrales lo tengan difícil para sostener a los mercados.
En este entorno, “los mercados han pasado de la fase del inversor al especulador”, afirma. Por ello, prefieren perderse las posibles subidas adicionales “o incluso perder algo, que encontrarnos atrapados en una caída que puede ser muy importante y sin previo aviso, como la acontecida en el 1987”. Su exposición bajista a bolsa no llega al 40%, que se divide en un 21% en futuros del S&P 500 y un 16% en el sectorial bancario. En caso de que el escenario bajista no se dé de forma rápida, y de cara a limitar las pérdidas, señala que harán uso de las opciones. Además, mantiene exposición bajista a los bonos alemanes e italianos y posiciones en ETFs de oro y plata. “Espero que podáis tener la paciencia que implica el pensar que nos estamos perdiendo la fiesta”, escribe Bononato a sus partícipes. Por sus palabras, entendemos que la posición bajista ha llegado para quedarse, aunque debemos tener en cuenta que en otros momentos su cartera ha experimentado giros de 180 grados en muy poco tiempo.
Fuente: Global Allocation FI, Quadriga Funds.
En definitiva, como hemos visto, son tres aproximaciones distintas a los mercados, aunque utilizan argumentos en común en el lado bajista. Difieren en la forma de implementar sus estrategias bajistas, siendo la Smart Social Sicav la que mayor convicción manifiesta en su cartera. Así, es el vehículo que claramente incurre en mayor riesgo de no cumplirse pronto el escenario de fuerte corrección, pero al mismo tiempo, también presenta mayor potencial de ganancia si se cumple.
Como recordaba Hugo Ferrer esta semana, la bolsa estadounidense está en la racha alcista más larga de la historia (entiendiendo por ello, meses de rentabilidad positiva consecutivos). ¿Serán capaces estos vehículos de aprovechar una posible corrección en las próximas semanas o meses y remontar en rentabilidad?
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Los análisis de inBestia de Smart Social Sicav, Abante Pangea, Global Allocation.