En estas últimas semanas han vuelto las sesiones de fuertes caídas y la volatilidad se ha incrementado. La amenazante inversión de la curva de tipos ha vuelto a primera plana, asustando a muchos de que una recesión puede estar a la vuelta de la esquina. Esto se refleja, entre otros indicadores, en que el uso del término “recesión” en las historias que publican los medios se ha disparado a máximos de varios años, por encima del pico que se alcanzó a mediados de 2016 (Brexit).
Fuente: Eric Balchunas
Pero el analista de Bloomberg Eric Balchunas argumenta que este dato no capta bien el sentimiento del mercado. En su lugar, defiende examinar de cerca el volumen del ETF que replica al S&P 500 de ticker SPY, que es masivamente negociado con una liquidez a prueba de bombas, como un termómetro a tiempo real mucho más preciso y útil.
Este analista especializado en el mundo de los ETFs sugiere que el moderado volumen de negociación (la mitad del que suele registrar en días de intensas caídas) de este ETF durante la fuerte caída del miércoles pasado de casi un 3%, indicaba que el mercado estaba muy lejos de haber entrado en pánico por el miedo a la recesión, y que era muy probable ver un rebote como el que hemos visto los últimos días:
Fuente: Eric Balchunas
El miércoles fue otro ejemplo de cómo el volumen del SPY es realmente un termómetro del miedo fiable y un indicador adelantado decente. Lo he estado usando durante una década, y ha demostrado ser una herramienta confiable para medir la profundidad y la amplitud del miedo, así como la cantidad de ruido que hay por ahí que es simplemente ruido.
En su opinión es un mejor termómetro que el VIX, dado que la base de inversores y traders que operan el SPY es mucho más amplia y no solo incluye a inversores profesionales institucionales: “Nada (ningún otro activo) tiene una base tan amplia y diversa de usuarios, tanto nacionales como extranjeros: instituciones, traders, hedge funds, asesores e inversores individuales”.
Puede resultar en un atajo fácil y rápido para algunos inversores/traders: “cuando las malas noticias golpean, el SPY tiende a ser la primera cosa que muchos inversores buscan, especialmente cuando se ven sorprendidos y no tienen tiempo para realizar análisis o quieren modificar rápidamente su exposición, o ponerse cortos en el mercado, sin perturbar sus otras inversiones”. (Por cierto, les recuerdo la empresa Flow Traders de la que hablamos en su día, que se aprovecha de estos aumentos de volúmenes en ETFs por el incremento de la volatilidad).
Examinando el gráfico superior, Balchunas establece un nivel umbral de 60.000 millones de volumen, por encima del cual suele marcar los peores días del mercado. Así vemos cómo el año 2008 era relativamente frecuente que este ETF tuviera volúmenes de negociación gigantescos por encima de este nivel. En 2011, año en el que hubo una fuerte corrección, también se visitó bastantes días este nivel. Al igual que en el verano de 2015 (miedos con China) y 2018 (recordaréis final de enero y principios de febrero, cuando “petaron” algunos instrumentos largos de volatilidad… además del fatídico cuarto trimestre). En cambio, 2019 no ha vivido ningún día de fortísimo volumen, lo que puede estar asociado a un periodo bueno de rentabilidades como está ocurriendo durante este año a pesar de los titulares e idas y venidas geopolíticas.
Al final y al cabo, el S&P 500 está muy cerca de máximos. ¿Cómo puede defenderse que los inversores/traders han entrado en pánico por la posibilidad de una inminente recesión? Pues lo cierto es que hay varias métricas de sentimiento y precios, fuera del S&P 500, que indican que los inversores están preocupados. Desde los flujos que venden RV y se “refugian” en instrumentos monetarios que Jorge Alarcón expuso esta semana, la encuesta de BofAML reflejando cómo los inversores esperan malas noticias de crecimiento y están posicionados de forma defensiva, la fuerte subida del precio del oro y los bonos (cada vez más bonos incluso corporativos en tipos de interés negativos), la caída del petróleo y cobre como proxy del miedo a una gran desaceleración, sectores cíclicos por los suelos... o la encuesta de alcistas y bajistas de la AAII, mostrando registros propios de elevado pesimismo:
Fuente: @sentimentrader
Son todos estos síntomas de que los inversores no esperan cosas buenas del crecimiento económico, y aun así el S&P 500 se mantiene cerca de máximos. Esto me recuerda lo que escribió Nicolás Garnier a comienzos de año:
la bolsa de EEUU ha alcanzado en diciembre niveles de pesimismo y sobreventa que suelen llegar después de fuertes tendencias bajistas, y marcar suelos de mercado de largo plazo. ¿Cómo es posible que ocurra algo así en un mercado (Nasdaq, SP500) que marcó máximos históricos apenas 3 meses antes?
Desde luego, es difícil de explicar por qué este comportamiento dicotómico del mercado (sobre lo que desde otro ángulo hablé en mi artículo del martes sobre las salidas a bolsa y EEUU vs Europa), es decir, por qué ante una expectativa de desaceleración importante unos activos de riesgo sufren (petróleo, cobre, sectores cíclicos) mientras otros no se ven prácticamente perjudicados (índices estadounidenses). Puede que el importante peso del sector tecnológico en EEUU tenga algo que ver (26,7% del ETF SPY), reflejando que los inversores estiman que este apenas se va a ver afectado por una importante desaceleración ¿? No lo sé.
El caso es que, la desconexión entre los medios y los inversores de la que hablaba Balchunas en su artículo, no me parece tan clara. Sí lo parece si solo miramos al S&P 500 y su termómetro del volumen del SPY, pero esa idea es más dudosa si uno mira también lo que está ocurriendo en otros mercados y activos, donde sí se está reflejando una expectativa muy negativa acerca del crecimiento económico.
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