En estas páginas se ha comentado en varias ocasiones la fuerte subida del oro en semanas recientes, que podría estar dibujando un patrón técnico de ruptura alcista.
Esto se ha producido al calor de una nueva oleada expansiva, ya sea en hecho o en promesas, por parte de los bancos centrales. Particularmente la Reserva Federal, que no deja de ser el mayor jugador del tablero internacional y el que más mueve los mercados.
Tanto si se mira a la cantidad de deuda que cotiza a tipos negativos como los tipos reales (gráfico a continuación, línea azul oscura), son dos factores, claramente relacionados, que han impulsado la subida del metal precioso:
Pero el metal que ha brillado especialmente en los últimos días ha sido el que a veces es considerado como “el hermano pobre” del oro: la plata. La subida de estos días ha sido vertical, situando el precio en zona de máximos del último año y en modo ruptura técnica de la directriz bajista de los últimos años, lo que ha venido acompañado además con un incremento muy fuerte del volumen.
Desde Macro Ops sugieren que este podría ser el comienzo de un nuevo mercado alcista cíclico para la plata, apoyado por el hecho de que el sentimiento parte de niveles muy bajos/pesimistas, por lo que “queda mucho combustible en cuestión del reposicionamiento para impulsar esta tendencia más arriba”.
Un ejemplo del pasado reciente sería el rally de 2016, que impulsó el precio del metal un 50% e hizo volar a las mineras de plata (representadas por el ETF “SIL”):
Desde Nautilus Research comparten un estudio puramente cuantitativo analizando periodos de 3 años que han sido muy similares estadísticamente al actual. La conclusión es alcista para los próximos 6 meses:
El punto de partida actual de la plata no solo viene de haber sufrido un fuerte mercado bajista en términos absolutos en los últimos años, sino de situarse en mínimos en relación al precio de su hermano mayor, el oro.
De cumplirse un escenario positivo para los metales preciosos, sería probable ver a la plata hacerlo mejor que el oro. De cualquier manera, sería muy positivo para el sector de la minería de metales preciosos, del que podemos destacar dos empresas en particular que figuran en las carteras de dos vehículos de gestión activa española.
Por ejemplo, la principal posición del Azvalor Internacional, la compañía minera peruana Buenaventura (cotizada en la Bolsa de Nueva York), tiene un portfolio de operaciones y proyectos de diversas materias primas, entre las que se incluye la plata. Como reflejamos en el siguiente gráfico, la plata representó cerca del 30% de las ventas de 2018 de la compañía, a escasos pasos del oro.
Fuente: Elaboración propia a partir del informe anual de Buenaventura, año 2018.
Además, un mercado alcista de la plata tendría una repercusión indirecta positiva para la compañía, al mejorar la posición del país en el que se sitúa, Perú, segundo productor más importante de plata a nivel global con el 18% de las reservas mundiales.
Fuente: Presentación a inversores de Buenaventura, mayo 2019.
Quizá menos conocida por los inversores es Industrias Peñoles, compañía minera mejicana que está entre las principales posiciones de CIMA Global Value Sicav. A través de su subsidiaria cotizada Fresnillo, es el mayor productor primario de plata del mundo. Según los datos del primer trimestre de 2019, la plata representó cerca del 25% de los ingresos totales del grupo Industrias Peñoles, también solo por detrás del oro.
Fuente: Informe financiero del primer trimestre 2019 de Industrias Peñoles.
Entre las cualidades de la compañía que destaca el equipo de CIMA Global Value, están su eficiencia en costes (low cost producer), que se trata de una empresa controlada por la familia Bailleres (management), y que centran sus inversiones en su país, una jurisdicción en la que acumulan décadas de experiencia (círculo de competencia).
Sin embargo, a pesar del buen comportamiento del precio de algunos de sus principales productos, como la plata más recientemente, la cotización de Industrias Peñoles se encuentra cotizando en mínimos de varios años. Según la opinión de José Ruiz de Alda, portfolio manager de CIMA Capital, esto se debe principalmente a una caída del grado(*) en la mina de Fresnillo, la incertidumbre política en México y los bajos precios de la plata de los últimos años. [(*) grado: cantidad de plata por cada tonelada de mineral, por lo que cuanto mayor es el grado menor tiende a ser el coste de extraer el metal, a igualdad de condiciones].
“Esta unión de factores negativos ha provocado que se trate de una inversión muy incómoda en el corto plazo por la falta de catalizadores, sin embargo, en este tipo de situaciones en las que el mercado es negativo en todos los aspectos relevantes, la probabilidad de una sorpresa positiva aumenta significativamente”, señala José Ruiz, que cita al inversor Howard Marks cuando dice que “La opción más segura y potencialmente más rentable es comprar algo cuando a nadie le gusta”.
Pero probablemente, el mercado no tarde mucho en reconocer el “valor oculto” de Industrias Peñoles tras la subida del precio del oro y la plata, una compañía que está fuera del radar de la mayoría de inversores.
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