Las noticias sobre la detención del ya ex-presidente de Renault y Nissan, Carlos Ghosn, llevan tiempo ocupando cierto espacio de los medios internacionales. Primero su sorpresivo arresto por malas prácticas fiscales y financieras, luego el proceso en el que está metido permaneciendo encarcelado en Japón durante dos meses, y ahora las noticias de su dimisión.
A todo ello el Sr. Mercado, bien dado a reaccionar impulsivamente a rumores y noticias, no ha sido ajeno. Vemos en el siguiente gráfico de la cotización de los últimos tres meses cuál fue la reacción del mercado ante la noticia del arresto de Ghosn, el 19 de noviembre. Cerró ese día con una caída de cerca del 8,5% pero llegó a caer mucho más, marcando mínimos por debajo de 55€:
Días más tarde, como suele ocurrir, la cotización recuperó buena parte de esa caída, pero luego retomó el camino a la baja en el contexto de fuertes caídas de las bolsas.
Pero lo más relevante y en lo que quiero centrar mi reflexión es que, como hemos conocido esta semana, los problemas con la justicia de Ghosn no han afectado a la alianza entre Renault y Nissan. La compañía francesa ya ha encontrado sustituto a Ghosn, poniéndose de manifiesto que su arresto no ponía en peligro en absoluto la continuidad del negocio y estructura de Renault. El nuevo CEO de Nissan dio la bienvenida a estos cambios en el equipo directivo de Renault.
Una empresa es un organismo complejo formado por numerosos actores, una jerarquía y normas internas. En pocos casos la figura de un solo individuo es tan importante como para hacer descarrilar toda la organización.
Pero el Sr. Mercado en un primer momento pareció tomar esta postura, dando más importancia a la persona de Ghosn de la que realmente tenía, además de plantear tensiones entre Renault y Nissan. Ya sabemos cómo funciona el mercado: ante una noticia o rumor primero dispara (compra/vende) y luego se hace preguntas.
Esto, que ahora es muy fácil de ver, cuando saltó la sorpresa de la noticia no lo era tanto. Porque a uno le puede invadir una sensación de miedo o incertidumbre que le haga minar su convicción en la inversión. A veces lo más cómodo emocionalmente en el muy corto plazo es vender y olvidarse. Conocemos el papel de las emociones en esto, y que aunque la teoría o la razón diga una cosa, el precio parece decir otra, las dudas surgen y puede que esté equivocado. Eso no es fácil de llevar.
Ante esta incertidumbre, el director de la Cartera Value Enrique García dedicó un informe detallando la situación (21/12/2018) poniendo el énfasis en la estructura corporativa y los incentivos. En él incluía el siguiente diagrama sobre la compleja estructura de Renault:
Fuente: Enrique García, informe sobre Renault de la Cartera Value (21/12/2018).
Sobre ésta, comentó que “La mano fuerte en la toma de decisiones la tiene Renault, ya que las acciones de Nissan en Renault no tienen derecho a voto y en cualquier caso es una participación menor a la del gobierno francés, que tiene el 28,67% de derechos de voto”.
Y sostuvo que las preocupaciones sobre una posible ruptura desordenada de la alianza resultaban exageradas, escribiendo que:
la alianza seguirá funcionando como lo ha venido haciendo hasta ahora, compartiendo la infraestructura de producción y la tecnología de ambas compañías… Carlos Ghosn no es imprescindible para que las organizaciones sigan funcionando y la relación de influencia entre las compañías es bastante clara. Renault también tiene un claro accionista de referencia: el estado francés. Por lo tanto, si un directivo queda indisponible como en el caso de Carlos Ghosn, se le sustituirá sin grandes problemas en la estructura general de la alianza. Es diferente a una situación en la cual ningún accionista tiene una mano fuerte y hay que llegar a un acuerdo, donde puede haber disputas y conflictos accionariales.
Así parece estar evolucionando la situación, en línea con lo que uno podría esperar tras un análisis de los incentivos de la estructura de control de la compañía. La cotización, aunque aún por debajo del nivel previo a conocerse la noticia, ha empezado a recuperarse. Obviamente este no ha sido el único ni el más importante factor que ha movido la cotización de Renault, pero si se mira en relativo (gráfico inferior) desde que se conociera la noticia, vemos cómo el fabricante francés lo ha hecho bastante peor que otras compañías del sector como Daimler, Peugeot, Volkswagen o BMW (entre un 6-16% peor).
Por supuesto, este leve repunte en el precio no dice nada de si Renault era o es una buena inversión, porque a corto plazo puede pasar de todo. Lo más importante de esta reflexión no es tanto el movimiento del precio, sino el devenir de los acontecimientos: la constatación de que los problemas de Ghosn no afectaban a Renault ni a su la alianza con Nissan, pese a los miedos iniciales del Sr. Mercado.
La constatación de que el ruido del mercado puede llevarte a tomas malas decisiones si te dejas llevar por él, y la necesidad de tener un marco de ideas sólido que te permitan separar el ruido dañino de la información verdaderamente relevante. Puntos éstos que Enrique García comenta constantemente y que está llevando a la práctica con éxito en su servicio de análisis de la Cartera Value.
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