La historia y lecciones de la mujer más rica de Wall Street que rescató a la ciudad de Nueva York

18 de agosto, 2018 Incluye: SPX 3
Redactor de contenidos en inBestia
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Cuando pensamos en los grandes tiburones de Wall Street, siempre nos viene a la mente la imagen de Gordon Gekko, el famoso protagonista de la película Wall Street. Sin embargo, esta idea no podría ser más errónea. Empezando por el mismo Warren Buffett, una de las personas más ricas del planeta. Y siguiendo con la personalidad que vamos a conocer en este artículo. 

Se trata de Hetty Green, la mujer más rica de su época y una pionera de la inversión. Es interesante repasar su vida para ver cómo los estereotipos que tenemos en mente no siempre se cumplen. Nick Maggiulli  escribió sobre la vida y estilo inversor de esta mujer, quien era apodada “la bruja de Wall Street”. Fue una mujer fascinante de su tiempo, estando a la altura de grandes y populares titanes de la época como John D. Rockefeller, Andrew Carnegie o J.P. Morgan.  

Hetty Green nació el 21 de noviembre de 1934 y a su muerte en el año 1916 su fortuna estaba valorada en torno a 100 millones de dólares. Esta suma equivalía en su momento a 1/500 del producto nacional bruto de Estados Unidos, lo que la situaba en ese momento en el número 36 de la lista de los 100 estadounidenses más ricos y la mujer más rica del país. En comparación, John D. Rockefeller, la persona más rica de la historia de Estados Unidos, tenía un patrimonio neto de unos 1.400 millones de dólares en el año 1937, equivalente a 1/65 del producto nacional bruto de Estados Unidos en ese momento.

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Aunque parte de la fortuna de Hetty Green fue heredada de la empresa ballenera dirigida por su padre (a la edad de 30 años, y tras las muerte de su madre recibió una herencia de unos 7,5 millones de dólares), ella fue capaz de incrementarla notablemente gracias a su excepcional disciplina en su vida financiera. Desde pequeña ya mostró aptitudes para las finanzas y la economía, y a la edad de 8 años abrió su primera cuenta corriente. Mucha de su educación la recibió a través de la lectura de las páginas de la prensa financiera a su abuelo casi ciego, mientras debatían con detalle acerca de cada acción y bono.  

Ella hizo uso del interés compuesto, las inversiones de bajo riesgo y la planificación fiscal (bordeando la evasión), junto con una frugalidad extrema. Aprovechó todos los pánicos financieros para comprar bonos e inmuebles y cuando todo el mundo estaba huyendo del mercado, ella aprovechaba para comprar.  Además, y de forma rutinaria prestó dinero a los bancos e incluso rescató a la ciudad de Nueva York en el año 1898 y luego en 1901 con préstamos de más de 1 millón de dólares. Hetty era consultada frecuentemente por su visión para los negocios, especialmente en tiempos de pánico financiero.  

Odiaba la especulación y el apalancamiento, prefiriendo elegir cuidadosamente cada inversión. Así, en noviembre de 1905, le dijo al New York Times: "Compro cuando las cosas están bajas y nadie las quiere. Las guardo hasta que suban y la gente esté ansiosa por comprar". Además, no era una “value investor” al uso, del estilo de comprar y mantener de forma indefinida. Como ella dijo, “nunca compro nada sólo para mantenerlo. Hay un precio en todo lo que tengo. Cuando se ofrece ese precio, vendo”. Es decir, podemos afirmar que Hetty fue una inversora disciplinada.  

Pero fue en el año 1907 cuando hizo su operación más importante. Estimando que se encontraba en un mercado sobrevalorado, pidió la devolución de todos sus préstamos y vendió la mayor parte de sus bonos y acciones. Cuando el pánico de 1907 se desató, Green era de las pocas personas que estaba totalmente en liquidez, lo cual fue aprovechado para comprar “gangas” en el mercado. Compró acciones de empresas que estaban al borde de la bancarrota y se benefició de ello cuando estas empresas se reestructuraron, al igual que hacen hoy en día los llamados “fondos buitre”.

bc1b0122a4a643f7805c6b4e69e67cd993a97922.Desde sus inicios como la hija de un magnate empresarial dedicado a la caza de ballenas hasta su muerte como la mujer más rica de la historia de Wall Street, hay cuatro lecciones que podríamos aprender de Hetty Green.  

Lección nº 1: la frugalidad puede ser una bendición… y una maldición  

La lección de finanzas personales más profunda de Hetty Green es también lo que la hizo famosa: su extrema frugalidad. Una mujer cuyo patrimonio estaba valorado en millones de dólares, no adoptó el lujoso estilo de vida que adoptaron sus colegas de la época. De hecho, el estilo de vida de Hetty era lo más opuesto al estilo de vida opulento que pueda imaginar. Por ejemplo, cuando su ropa se ensuciaba, sólo pagaba para limpiar aquellas partes que estaban sucias. Cuando enfermó, Hetty se disfrazó y acudió a una clínica gratuita o cuando nevaba, en lugar de alquilar un automóvil para sus desplazamientos prefería caminar.  

Incluso hay una increíble historia sobre cómo Hetty Green pasó horas buscando un sello de 2 centavos que había perdido después de un largo viaje en carruaje. Esta frugalidad extrema (diríamos en lenguaje directo que era una “tacaña” en toda regla) fue positiva para hacer crecer su patrimonio, ya que le permitió ahorrar durante toda su vida. Señala Nick Maggiulli que este es un consejo (el del ahorro) importante, ya que si uno no puede ahorrar dinero, las rentabilidades de su inversión no importarán.  

Sin embargo, este enfoque es a todas luces extremo, obsesivo. Le dieron el sobrenombre de “La bruja de Wall Street” y en el libro Guinness de los Récords se la calificó como “La persona avara más grande del mundo”, lo cual puede ser una de las razones por las que sea menos conocida que sus compañeros de la época. Pero lo que es más importante es que esta alta estima por el valor del dinero, tuvo un gran coste para ella. Existe el rumor de que, en lugar de buscar atención médica inmediata para la pierna lesionada de su hijo, inicialmente lo llevó a una clínica gratuita para ahorrar dinero. Al final, la pierna de su hijo tuvo que ser amputada, algo que podría haber sido evitable. Como vemos, la frugalidad puede ser también una maldición, llevada al extremo como este caso.

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Lección nº 2: Invierte de forma conservadora para evitar el pánico  

Junto con su frugalidad, Hetty Green era conocida por invertir en activos conservadores (mayoritariamente bonos e inmuebles). Por ejemplo, compró bonos estadounidenses en el período 1865 – 1867, un momento en el cual la Guerra Civil todavía estaba reciente en la mente de la gente. Al ser conservadora en la gestión de su dinero, Hetty pudo resistir los pánicos financieros y comprar cuando todos los demás vendían (especialmente a precios deprimidos).  

Maggiulli apunta que es por este motivo por el que él recomienda una exposición mínima del 15% a bonos (así como un fondo de emergencia en liquidez que cubra al menos 6 meses de gastos) incluso para los más jóvenes y aquellos inversores que asumen más riesgo. La teoría nos enseña que las pérdidas se perciben el doble de dolorosas que las ganancias, por lo que la rentabilidad adicional que puedas obtener como consecuencia de tener en cartera activos de mayor riesgo no compensará la posibilidad de entrar en pánico y vender con pérdidas.

Lección nº 3: Vive la vida como a ti te guste  

Aunque la primera casa de corretaje (lo que hoy se conoce como broker) propiedad de mujeres fue inaugurada por Victoria Woodhull en el año 1870, las mujeres no formaban parte de la cultura de Wall Street durante la época de Hetty a finales del siglo XIX. Sin embargo, esto nunca la detuvo de vivir la vida según sus gustos y defenderse en un mundo predominantemente controlado por hombres. Una de las citas famosas de Hetty es la que dice: “Siempre trato de tratar con justicia a todos, pero si alguien quiere pelear conmigo, le daré toda la guerra que quiera”.  

Esto ayuda a explicar en parte por qué Hetty puede no ser bien apreciada, pero también explica cómo no permitió que nadie la empujara o influyera en sus decisiones financieras. El ejemplo de Hetty nos brinda una lección increíble para las finanzas: invierte según tu propio criterio. Tus finanzas son personales y únicas, por lo que no hay ninguna razón por la cual deberían ser como las de los demás. Recordar este aspecto evitará que persigas la próxima acción o clase de activo que está de moda y cometas errores financieros. Debes tener un plan financiero personalizado y cumplirlo.  

Lección nº 4: Dona de forma discreta  

A pesar de su reputación de tacaña, Hetty podría ser generosa con su dinero de vez en cuando, pero no de manera pública. Ella era conocida por prestar dinero con un tipo de interés por debajo del mercado para ayudar a los necesitados y en ocasiones donaba dinero a sus familias. ¿Podría haber sido más generosa? Por supuesto que sí, pero sin embargo su generosidad era privada y 100% real. Ella nunca quiso reconocimiento por sus buenas obras, lo cual es una lección para todos nosotros. Hay momentos en que las grandes donaciones pueden inspirar a otras personas a donar también, pero no hagas algo sólo como muestra de virtud de cara al exterior: dona a las causas que crees más necesarias de forma discreta.  

Comentarios finales  

Hetty Green supo cómo invertir y jugó sus cartas financieras a lo largo de su vida. Desafortunadamente, cuando Sylvia Green, la hija de Hetty, falleció el 4 de febrero de 1951 (aproximadamente unos 35 años después de Hetty), su fortuna se encontraba dispersa entre más de 150 personas e instituciones diferentes porque no había herederos de la fortuna familiar. Como cruel ironía, el patrimonio que Hetty que había dedicado toda su vida a construir y proteger terminó en manos de instituciones que la propia Hetty había despreciado.  

Pero en esta historia hay una importante lección que incluso Hetty nunca llegó a aprender: no importa cuánto dinero ganes en la vida, no puedes llevártelo contigo (cuando fallezcas). No importa cuánto trabajes, no importa cuánto ahorres, ya que un día todo terminará.    

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[Nota: este artículo es principalmente una traducción del original publicado por Nick Maggiulli (Analytics Manager en Ritholtz Wealth Management, firma dedicada al asesoramiento financiero) en su blog “Of Dollars and Data”. El lector puede seguir al autor en Twitter.]

Puedes consultar todos los artículos de este blog en el siguiente enlace: aquí

Usuarios a los que les gusta este artículo:

Este artículo tiene 3 comentarios
antiguo usuario
Lo mejor es trabajar duro hasta los 45. Luego todo loq ue ahorraste ponerlo en plazos fijos. Dedicarte a gastar el dinero y morir sin un centavo
19/08/2018 18:19
antiguo usuario
En respuesta a Andrés Corral Márquez
Posiblemente, pero es una historia interesante de la que se pueden sacar valiosas lecciones. Y, por supuesto, habrá que seguir ahorrando e invirtiendo.
19/08/2018 21:01
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