Desde siempre, el cine ha sentido fascinación por el mundo de las finanzas y los negocios, por lo que los mercados financieros han sido retratados por el séptimo arte en multitud de películas. En muchas de las ocasiones, la visión del mundo del cine sobre los mercados financieros ha sido muy extravagante, dando una visión bastante distorsionada y exagerada de Wall Street y todo lo que le rodea. En cambio, otras muchas películas o documentales como “Inside Job”, “La gran apuesta” o “Margin Call” han estado más cercanas a la realidad, mostrando lo que realmente ocurre en las principales plazas bursátiles, cómo se han fraguado determinadas crisis financieras o las trampas, engaños y argucias que se utilizan con el único propósito de alcanzar la fama, el dinero y el poder.
Las primeras películas que trataron el mundo del dinero y los negocios se remontan a la década de los 40, entre las que podemos destacar “It’s a Wonderful Life” dirigida por Frank Capra y que aborda el tema de los bancos y los pánicos financieros. Pero si tenemos que fijar el origen del idilio entre el mundo de las finanzas y el cine hemos de hacerlo en 1987, fecha en la que vio la luz “Wall Street”, dirigida por Oliver Stone y protagonizada por Michael Douglas y Charlie Sheen. En esta obra maestra del cine de finanzas, Bud Fox, joven ambicioso corredor de bolsa en Wall Street conoce a Gordon Gekko (Michael Douglas), un individuo sin escrúpulos, hecho a sí mismo, y que en poco tiempo ha conseguido amasar una gran fortuna en el mundo de la bolsa. Poco a poco, Bud comienza a introducirse en el círculo más íntimo de Gordon Gekko y a colaborar con él en sus inversiones y negocios.
Se trata de una película en la que se puede apreciar con toda la crudeza la competitividad extrema que se vive en este sector, donde se saltan las normas más básicas de ética para lograr los objetivos, y en la que se narra con gran eficacia el mundo de los denominados “tiburones financieros” de Wall Street.
En 2010 vio la luz “Wall Street: El dinero nunca duerme”, secuela de la exitosa “Wall Street”, dirigida de nuevo por Oliver Stone y protagonizada por Shia LaBeouf y Michael Douglas. La cinta está ambientada 20 años después, justo cuando Gordon Gekko es puesto en libertad después de cumplir una prolongada condena en prisión. Buscando rehacer sus arruinadas relaciones con su hija, Gekko conoce por casualidad a Jakob (Shia LaBeouf), su prometido. Juntos proyectan apoyarse mutuamente: Gordon ayudará a Jacob a vengar la ruina de su mentor, y éste intentará que Gordon y su hija se reconcilien.
En el año 2000 apareció “El gran farol”, otra de las obras clásicas del cine de bolsa. La película, protagonizada por Ewan Mcgregor, está basada en la auténtica historia de Nick Leeson, un empleado de banca británico que en 1995, con apenas 28 años, hizo tambalear por completo al sistema financiero del sureste asiático, debido al volumen de desfalcos cometidos operando en el mercado de futuros del Barings Bank.
Desde el estallido de la burbuja inmobiliaria en el 2007 y la posterior quiebra del banco de inversión Lehman Brothers en 2008, la aparición de películas y series sobre el mundo financiero no ha hecho más que crecer. Mención especial merece “Margin Call”, película protagonizada por Kevin Spacey que narra la vida de ocho trabajadores de Lehman Brothers 24 horas antes del inicio de la crisis financiera del 2008, la mayor sufrida en la historia desde 1929.
Más recientemente no podemos pasar por alto la película “La gran apuesta” (The Big Short) protagonizada por Christian Bale, dirigida por Adam McKay y basada en el libro del mismo nombre publicado por Michael Lewis en el año 2013, en el cual se reflexiona sobre la crisis del sector inmobiliario norteamericano que originó la última crisis económica mundial en el año 2008. Tres años antes del inicio de la crisis mundial de 2008 originada por el estallido de la burbuja subprime que quebró centenares de bancos y puso al borde del abismo al capitalismo, cuatro inversores se dieron cuenta de la grave situación del mercado inmobiliario y decidieron apostar por la quiebra del mismo. Finalmente, y como hemos podido comprobar, el tiempo les dio la razón.
El género documental también ha experimentado un notable éxito en los últimos años, con la aparición de multitud de documentales (“Cuando estallan las burbujas”, “Capitalismo, una historia de amor” ó “Confesiones de un banquero” entre otros) que narran especialmente la reciente crisis financiera y sus desastrosas consecuencias para millones de personas. Uno de los primeros y más importantes documentales que hemos de considerar es “Enron, los tipos que estafaron américa”. En él se relata el caso de la empresa Enron Corporation que, en quince años, pasó de ser una pequeña empresa de gas de Texas a convertirse en el séptimo grupo empresarial de mayor valor en Estados Unidos, y que acabó en la quiebra absoluta dando lugar a uno de los mayores escándalos de la historia financiera de Norteamérica, con graves repercusiones políticas, salpicando incluso a la Casa Blanca.
Especial atención merece el documental titulado “Inside Job”, el cual se adentra en las causas así como en los responsables de la crisis del 2008, la cual llevó a la ruina a millones de personas que perdieron sus hogares y empleos y que incluso llegó a poner en jaque la estabilidad económica de muchos países. Para ello, se realizó una extensa y profunda investigación y se entrevistaron a los principales intervinientes de la crisis (financieros, políticos, periodistas, etc.).
En nuestro país también se han publicado diferentes documentales así como programas de televisión que han tratado el tema de la última crisis económica. Uno de los más interesantes, y que mejor refleja lo que ha sucedido es el documental “Fraude: por qué la gran recesión”, dirigido por Juan José Mercado en colaboración con el Instituto Juan de Mariana. En lugar de señalar a los mercados financieros como los culpables o responsables de la crisis, el documental aborda la misma desde la perspectiva de la teoría austriaca del ciclo económico, señalando la intervención estatal o la reserva fraccionaria, entre otras, como causantes de la crisis. Desde el punto de vista austriaco, esto conduce de forma irremediable a crisis financieras periódicas, como la que hemos sufrido recientemente a partir del año 2008.
Como vemos, la relación entre el cine y los mercados financieros siempre ha estado presente. A lo largo de la historia, muchas películas se han centrado en reflejar los típicos estereotipos del inversor insaciable y sin escrúpulos de Wall Street, pero en los últimos años la calidad de las mismas ha mejorado de forma notable, contribuyendo de este modo a mejorar la imagen que la gente tiene del mundo financiero e incluso sirviendo de guía para entender los problemas surgidos a raíz de la última crisis financiera.
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