Hay un dicho muy conocido que dice “A río revuelto, ganancia de pescadores”. El sector de la automoción en la actualidad se podría describir sin ninguna duda como “río revuelto”. Los retos y cambios que enfrenta el sector son de gran magnitud y variada índole: desde el aspecto medioambiental y el mayor escrutinio respecto a las emisiones de los reguladores, a los distintos retos tecnológicos que supone la conducción autónoma o el coche eléctrico, pasando por las amenazas proteccionistas que, en el escenario más negativo, podrían poner en juego las cadenas de suministro globales.
Lo que no está nada claro aún es quién va a ser el ganador de todo esto. El mercado, de hecho, no parece ver muchos ganadores. Desde luego, no está descontando que los fabricantes tradicionales vayan a salir muy airosos, a juzgar por las valoraciones a las que cotizan estas compañías. Pero en unos cuantos años las cosas quedarán más claras, y probablemente sí se pueda aplicar el refrán con sentido. ¿Quiénes serán esos ganadores?
En este contexto, los distintos jugadores no están quedándose con los brazos cruzados. Se podría tratar el tema desde varios ángulos distintos, pero hoy toca abordarlo desde el ángulo competitivo y de las fusiones y adquisiciones dentro del sector, tras conocer la confirmación de esta mañana del acercamiento amistoso de Fiat Chrysler Automobiles (FCA) y el grupo Renault, que ha impulsado las cotizaciones de ambas compañías.
FCA ha enviado una propuesta de fusión para integrarse con el grupo Renault, según la cual la entidad resultante sería propiedad de los accionistas de FCA y Renault a partes iguales (50/50), a pesar de que el valor de mercado de FCA es mayor que el de Renault. La nueva organización estaría gobernada por un consejo de administración compuesto en su mayoría por consejeros independientes. Desde el grupo francés, por su parte, han hecho público que estudiarán con interés la propuesta.
De salir adelante, la fusión crearía al tercer fabricante de automóviles más grande del mundo, con 8,7 millones de unidades en ventas y, lo que puede ser más importante, una exposición geográfica muy diversificada. Esto se debe a que el mercado estadounidense es uno de los puntos fuertes de Fiat Chrysler, donde Renault no tiene exposición, mientras que el grupo francés le puede aportar mayor presencia en Europa y algunos mercados emergentes (especialmente Rusia).
Fuente: Presentación Primer Trimestre 2019, Renault.
Fuente: Presentación Primer Trimestre 2019, Fiat Chrysler.
La diversificación según la propuesta también iría por el lado de la cartera de productos de ambas compañías, resultando en un abanico de marcas más amplio y complementario, desde el lujo de Maserati al mercado de masas de los vehículos de Renault.
La nota de FCA explica el origen de la propuesta enviada hoy a Renault. Esta sigue a conversaciones previas entre ambas compañías en las que hablaron sobre la posibilidad de colaborar en el desarrollo y comercialización de nuevas tecnologías: “Estas conversaciones dejaron claro que una colaboración más amplia a través de una fusión (combination en el original) mejoraría sustancialmente la eficiencia del capital y la velocidad del desarrollo del producto. El argumento a favor de la fusión (combination en el original) también se ve reforzado por la necesidad de tomar decisiones audaces para captar a escala las oportunidades creadas por la transformación de la industria automovilística en áreas como la conectividad, la electrificación y la conducción autónoma”, afirma la propuesta, que añade que la fusión no traería consigo cierres de plantas.
Este aspecto de la necesidad del sector automovilístico de apostar por las economías de escala ha sido mencionado en otras ocasiones por Enrique García, director de la Cartera Value de inBestia:
“La nueva forma de producir y organizar la industria está beneficiando a los fabricantes de gran tamaño, que necesitan menos factorías para producir una mayor variedad de modelos. Esto se traduce en plantas de producción con mayor escala, que a su vez empuja e incentiva a que las empresas sean más grandes y reduzcan su coste medio de producción por unidad”
“No es de extrañar que hayamos visto ya algunas operaciones corporativas que apuntan en la dirección de mayor concentración en el sector, como puede ser la compra de Opel por parte de PSA. En este caso desapareció un competidor en el panorama europeo. De forma menos explícita, han aumentado las colaboraciones y proyectos conjuntos entre fabricantes, con alianzas y factorías compartidas para determinados productos”
En este sentido, la propuesta de FCA apunta a las grandes “sinergias” que se producirían tras la fusión, que es el término utilizado para hablar de los beneficios que supondría fusionarse en términos de menores costes. En este caso se destaca el ahorro potencial en las compras de componentes y equipamiento, una mayor eficiencia del gasto en I+D y una mayor eficiencia en los procesos industriales. En total, estiman llegar a obtener 5.000 millones de euros anuales de sinergias a los seis años de la fusión, con el 80% de las mismas en el año cuarto.
Fuente: Enrique García, informe sobre Renault de la Cartera Value (21/12/2018).
Está por ver cuál será la decisión de la junta de Renault, que ya ha aceptado estudiar con FCA la oferta. Recordemos el entramado de relaciones que existen al hablar de Renault (véase el esquema de arriba). Por un lado, el gobierno francés mantiene una posición de accionista mayoritario con el 15% de la propiedad y el 29% de los derechos de voto, por tanto su opinión es crucial. Por otro lado está la alianza que Renault tiene con Nissan (por no mencionar a Mitsubishi); en términos de propiedad cruzada, Renault posee el 43% de Nissan y ésta posee el 15% de la francesa. Las relaciones entre estas dos compañías han sufrido sus más y sus menos recientemente, al calor de la detención del directivo Carlos Ghosn y las negociaciones sobre una posible fusión entre ambas.
Muchos jugadores involucrados en este tablero, cuya resolución será probablemente compleja e interesante de seguir, para los accionistas de ambas compañías, para los que sigan el sector de la automoción... y para partícipes de fondos como Cobas Internacional. Por el momento, el mercado ha emitido una opinión favorable a la fusión para Fiat Chrysler y Renault, que han celebrado con importantes subidas la noticia del 8% y 12% al cierre, respectivamente. Por el contrario, las acciones del competidor Peugeot han caído más de un 3%, mientras que las cotizaciones de los fabricantes alemanes no se han movido gran cosa.
Este movimiento pone de manifiesto la necesidad de actuar por parte de las compañías automovilísticas buscando una mayor escala y colaboración, con el fin de aunar fuerzas frente a los grandes retos del sector. Un sector en el que competencia y cooperación parecen ir cada vez más de la mano.
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