Siempre escuchamos lo mismo en el mundo del automóvil sobre el gran futuro del 'e-mobility' y la tecnología del motor eléctrico para resolver problemas en el sector de la automoción. Es evidente que las baterías para almacenar la energía pueden mejorar con el tiempo y aportar soluciones en diferentes segmentos, pero normalmente no se explican bien sus limitaciones y situación actual de forma realista, teniendo en cuenta la perspectiva económica.
En su lugar, nos encontramos con mucha propaganda corporativa para lavar o amortiguar la mala imagen del diésel y el motor de combustión en los medios, o bien para vender la idea de que las nuevas compañías como Tesla son el futuro. "La compañía x va a invertir tropocientos mil millones en la próxima década" abría constantemente las notas de prensa sobre los planes de los fabricantes hace unos meses. La realidad es que el motor eléctrico o los modelos híbridos siguen siendo una opción minoritaria en las ventas globales de vehículos, y su crecimiento relativo sobre el total está siendo lento teniendo en cuenta el enorme apoyo público y mediático que están teniendo, tanto con subvenciones como con mayores exigencias a los nuevos modelos con motor de combustión.
El cliente no está haciendo caso a las campañas que animan a comprar vehículos eléctricos y la mayoría de ventas en el mundo siguen siendo de vehículos de combustión, a lo sumo las ventas de modelos híbridos para la conducción en ciudad pueden considerarse relevantes (un ejemplo sería el famoso Toyota Prius). Prueba de que la conciencia medioambiental no es un factor decisivo en el consumidor es que las ventas de Volkswagen no se resintieron en Estados Unidos tras su escándalo de los vehículos diésel.
Algo pasa para que no termine de cuajar del todo el motor eléctrico. Para que nos hagamos una idea, en la última década la cuota del vehículo eléctrico sobre el total de ventas estaría rondando el 1% en Estados Unidos, una penetración muy lenta teniendo en cuenta las ayudas y subvenciones de las administraciones. Si el coche eléctrico es viable y supuestamente hay compañías que han logrado una capacidad tecnológica suficiente, ¿por qué no crecen más rápido las ventas de vehículos eléctricos? El problema solo puede ser económico, ya sea por la relación calidad-precio que ofrece al cliente, un cuello de botella en la producción de estos modelos (Tesla) o bien la falta de infraestructuras accesorias necesarias.
En entrevistas más cercanas a directivos del automóvil a veces encontramos opiniones a contracorriente, al menos de cómo ven ellos el problema teniendo en cuenta todos los factores importantes. La visión del fabricante tradicional normalmente es que no tiene claro que el coche eléctrico sea hoy rentable producido a gran escala. Esto no significa que no deban invertir con iniciativas y proyectos hasta que la tecnología y la infraestructura asociada estén más maduras.
Un ejemplo es esta interesante entrevista al presidente de Mazda España. Aunque obviamente puede tener un sesgo y una visión parcial por el negocio de la compañía que dirige, los puntos y argumentos que marca son dignos de ser tenidos en cuenta:
Hay que evitar posicionarse por sistema en modelos de negocio o tecnologías nuevas, al mismo tiempo que no hay que confiar siempre en el status quo de un sector. Este ha sido uno de los párrafos introductorios del informe de la Cartera Value esta semana, que analiza el posible impacto del motor eléctrico en los fabricantes tradicionales de vehículos:
Siempre hay una lucha o rivalidad entre negocios establecidos y otros totalmente diferentes que irrumpen como la novedad. No siempre gana el mismo bando, a veces los nuevos modelos de negocio consiguen dejar obsoletos a los antiguos, en otras ocasiones se produce una decepción profunda en las expectativas de las nuevas empresas. A veces, simplemente diferentes modelos de negocio y tecnologías coexisten, hay ejemplos históricos de todos los tipos ya que las circunstancias particulares de cada sector y momento son diferentes. Es necesario analizar las circunstancias de cada caso en vez de aplicar una regla genérica.
Cartera Value: Si está interesado en el análisis de compañías desde una perspectiva de largo plazo, no dude en visitar la página de información de la Cartera Value.
En los próximos meses confirmaremos las fechas y los contenidos del Curso de Análisis Fundamental en inBestia (habrá novedades con respecto a la edición anterior), el cual tengo previsto impartir por completo a partir de mayo. Si desea recibir información directa sobre el curso en su momento, puede contactar por correo electrónico: enrique.garcia@inbestia.com.
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