El coste de anticiparse a un techo de mercado suele ser muy alto

16 de abril, 2018 Incluye: SPX 0
Redactor de contenidos en inBestia
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Un buen número de grandes cotizadas ha sufrido en las últimas semanas importantes correcciones (Tesla, Facebook, General Electric, Amazon, etc.) junto con el mercado. La volatilidad ha repuntado con fuerza. Así, la pregunta que muchos inversores se están haciendo es: ¿debemos mantener nuestras posiciones en el mercado o es momento de plegar velas, vender y ponernos a refugio?  

Por un lado, la curva de tipos de interés se está aplanando de forma significativa (un aplanamiento es el paso previo a la inversión, la cual suele anticipar con gran precisión una recesión económica) y la Reserva Federal está endureciendo su política monetaria. Además, existen señales de desaceleración global. Pero por otro lado, los beneficios empresariales gozan de buena salud, la economía sigue en expansión y las empresas están planeando invertir miles de millones de dólares en recompras de acciones (buybacks).  

¿Compramos la incertidumbre y las correcciones? Probablemente los inversores recuerden lo que sucedió justo después del Brexit, de las elecciones en Estados Unidos o tras las cinco correcciones que ha habido en este mercado alcista iniciado en 2009 y que se parecían a la actual. A pesar de estos negativos acontecimientos, el mercado bursátil prosiguió su escalada. ¿Será esta vez diferente y se desemboque en un mercado bajista?  

Es importante tener en cuenta varios aspectos. Primero, es difícil ver el final de las cosas; segundo, se hace mucho dinero en las etapas finales de un mercado alcista; y tercero, en caso de que un inversor profesional se salga del mercado antes de tiempo, puede perder mucho dinero en forma de bonus con un grave riesgo para su carrera.

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(Fuente: Bloomberg)  

Analistas consultados por Bloomberg señalan que salirse del mercado demasiado pronto puede suponer un coste en forma de rentabilidad no obtenida, que puede ser del 6-10%. Se trata de cifras sustanciales en un mundo en el que los activos de bajo riesgo rinden el 2% nominal (prácticamente 0% en términos reales).  

Pero puede ser incluso superior. Un estudio llevado a cabo por Bank of America muestra que el coste de oportunidad de no estar invertido en el último año previo al techo del mercado significa renunciar a una quinta parte aproximadamente de la rentabilidad total del mercado alcista. El estudio tomó datos desde 1937. Si bien cada período es diferente, esto se traduce en unos 470 puntos en el S&P 500 si el mercado alcista continúa durante otro año adicional.  

Proceso de formación de un techo de mercado  

Otro analista apunta que el proceso de formación de un techo de mercado tiende a crear un ambiente de alta rentabilidad, lo que dificulta a los inversores evaluar en qué punto se encuentra el mercado (si ante un techo de mercado o una corrección temporal para retomar posteriormente su tendencia alcista). Además, este proceso puede continuar durante un tiempo y no cambia de la noche a la mañana.  

Incluso las peores caídas a menudo se borran con el paso del tiempo, lo que implica que una decisión de venta inoportuna es generalmente un mayor error que aguantar la corrección esperando a que retome las alzas. Durante las últimas ocho décadas, el S&P 500 ha avanzado una mediana del 21% en el año anterior a que se produjera un techo de mercado, en comparación con el 15% que ha caído en el año posterior al mismo. Las ganancias fueron lo suficientemente grandes como para compensar las pérdidas del año siguiente en un 67% de las veces, según los datos recopilados por Bank of America.

La investigación sobre los riesgos y beneficios de hacer “market timing” va mucho más allá del estudio llevado a cabo por Bank of America. Una de las líneas de investigación se centra en las penalizaciones (en forma de coste de oportunidad y ganancias perdidas) en que incurre un inversor que se pierde los días de mayor rentabilidad del mercado. Un estudio llevado a cabo por Mebane Faber, fundador y director de inversiones de Cambria Investment Management, descubrió que perderse los 200 mejores días en términos de rentabilidad entre 1928 y 2010 llevaría la rentabilidad media anualizada de la renta variable del +4,9% a un -7,1%.  

Al mismo tiempo, si alguien fue capaz de perderse tanto los mejores como los peores días, obtuvo una rentabilidad ligeramente superior a la media. El autor sugiere algunas estrategias para lograr esto, como por ejemplo evitar los días de mayor volatilidad, la mayoría de los cuales tienen lugar cuando el S&P 500 cotiza por debajo de la media móvil de 200 sesiones.

(Fuente: Bloomberg)  

Siguiendo con este razonamiento, los inversores en estos momentos deberían mantenerse alerta. El S&P 500, principal índice de referencia, cayó hace unas jornadas por debajo de la citada media móvil de 200 sesiones por primera vez en casi dos años, tal y como podemos apreciar en el gráfico superior. Y aunque todavía la volatilidad no se acerca a los niveles de la crisis de 2008, el selectivo estadounidense ha subido o bajado un 2% en siete ocasiones este año, en comparación con las cero ocasiones en que sucedió lo mismo el año pasado.  

Así pues, y visto lo visto, la cuestión que todo el mundo en Wall Street quiere saber es si estamos ante el principio del fin de este mercado alcista. El elevado stress al que se han visto sometidas algunas de las FAANG (Facebook, Amazon, Apple, Netflix y Google) ha originado que el Nasdaq 100 haya subido o bajado en el día al menos un 1% en nueve sesiones consecutivas, circunstancia que no sucedía desde el año 2008, justo en plena crisis financiera tras la quiebra de Lehman Brothers.

Lo que parece claro es que encontrar evidencias claras y determinantes de un techo de mercado no es tarea sencilla. Se habla de valoraciones excesivas, pero no es obvio que sean insostenibles, además de que suelen ser un indicador muy poco fiable salvo a largo plazo. También se comenta que el S&P 500 está en su décimo año de mercado alcista y la rentabilidad anualizada generada desde mínimos es muy elevada (18%). Pero si partiéramos de un punto de compra más arriba y realista, estas rentabilidades no serían tan espectaculares.  

Andrew Slimmon, gestor senior de Morgan Stanley, comentaba lo siguiente: “Podrías decir, ‘No me importa que estemos en el último o penúltimo peldaño del mercado alcista, yo me salgo’... Pero las rentabilidades en esas etapas finales del mercado alcista son realmente altas”.  

De este modo, tratar de un averiguar y anticiparnos a un techo de mercado puede sonar teóricamente muy bien, ya que en caso de acertar evitaríamos incurrir en las fuertes pérdidas que se producen durante un mercado bajista. Sin embargo, la realidad dista mucho de ser tan fácil. Aunque tengamos indicios de que estamos en la fase final de un mercado alcista, nunca sabremos cuándo terminará y cuánto se revalorizará el mercado en este tiempo. Es muy probable que nos salgamos antes de tiempo e incurramos en un coste de oportunidad más que importante. Por ello, desconfíe de aquellos que lanzan pronósticos contundentes sobre estos aspectos.  

[Nota: este artículo es principalmente una traducción del original publicado por Lu Wang y Sarah Ponczek en Bloomberg.]

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