Aquellos que sigan el mercado sabrán que una de las categorías de inversión que peor comportamiento ha tenido en estos últimos años ha sido el “value”. Aunque existe discusión sobre el significado de este término, cuantitativamente se identifica el estilo “value” con comprar acciones que tienen múltiplos (como el PER) bajos. Además, normalmente estas acciones suelen pertenecer de forma desproporcionada a sectores determinados, como el bancario o la energía.
En el gráfico inferior podemos ver la relación entre el segmento “value” del Russell 2000 (iShares Russell 2000 Value) y el segmento “growth” (iShares Russell 2000 Growth). Cuando la línea sube, el segmento “value” tiene un mejor comportamiento que el “growth” y viceversa. Desde comienzos del año 2017 el “underperformance” del “value” ha sido especialmente marcado, cosa que podría estar empezando a cambiar actualmente como luego veremos. Aunque no es menos cierto que, en una tendencia de largo plazo de peor comportamiento del “value”, la alternancia entre ambos estilos ha sido la tónica general en estos últimos 10 años.
Algunos inversores, con el foco puesto en nuestro país podrán pensar que es algo exclusivo de los gestores españoles (de sobra conocidos por todos), pero el fenómeno es global y gestores “value” de talla mundial como David Einhorn también han sufrido en sus carnes este “desprecio” del mercado por las acciones “value”. Si se preguntan hacia dónde ha ido el dinero, la respuesta es relativamente sencilla: las famosas FAANG (Facebook, Amazon, Apple, Netflix y Google) y tecnológicas, las empresas de crecimiento (“growth”) y las de calidad (“quality”), que también se consideran de “baja volatilidad” (aburridas) y a veces se usan como activos sustitutivos de los bonos, han sido las triunfadoras de este mercado y las receptoras de ingentes cantidades de dinero.
Muchos se han preguntado cuándo acabaría el calvario del estilo “value”. Y aunque todavía sea muy prematuro afirmar que algo está cambiando en el mercado, estamos empezando a ver una rotación de activos que el tiempo dirá si resulta ser el inicio de un movimiento más sostenido en el tiempo. Por ejemplo, ayer vimos que las compañías que peor comportamiento en términos de rentabilidad habían tenido este año son las que mayor rentabilidad tuvieron en la sesión de ayer, y viceversa. Más en concreto y a modo de ejemplo, podemos apuntar al segmento de las offshore drillers (Transocean subió casi un 9%), o a ciertas compañías del sector energía y transporte marítimo (Golar LNG subió un 9,5%), cuyas acciones han sufrido severísimos correctivos. ¿Reversión a la media? Tal y como nos indican desde SentimenTrader, se trata del mayor cambio de “momentum” diario desde 2009 (precisamente desde que se inició el actual mercado alcista).
(Fuente: SentimenTrader)
Este cambio de “momentum” que se produjo en la sesión de ayer se puede apreciar con mayor claridad en el gráfico inferior, en el cual se ve el impresionante escape alcista que tuvo el segmento “value” en relación con las acciones “momentum” (aquellas que mejor se han comportado).
(Fuente: Liberty)
Si echamos un poco la vista atrás, podemos ver que esta mejoría del “value” no sólo se produjo en la sesión de ayer, sino que desde finales de agosto se está produciendo un “outperformance” del “value” respecto al “growth” (son ya 8 días consecutivos de mejor comportamiento del “value”). Sectores como el del automóvil, por ejemplo, ha vivido una buena racha en los últimos días.
(Fuente: Helene Meisler)
Sin embargo, quienes todavía consideren que el “value” ha muerto y que el “growth” seguirá siendo el estilo dominante, podrán aferrarse al gráfico inferior. En él se puede ver que justo hace un año se produjo un movimiento similar. Sin embargo, la alegría “value” duró poco y su calvario se prolongó un año más.
(Fuente: Helene Meisler)
¿Significa este movimiento un incremento de la aversión al riesgo?¿Explotarán por fin las acciones “value”, tan denostadas en los últimos años? Aún es pronto para afirmar que realmente estos movimientos son el principio de algo más serio. Pueden ser una mera anécdota. Sin embargo, nada dura eternamente y aunque casi nadie discute que muchas de estas grandes empresas que han sido el motor del actual mercado alcista seguirán estando ahí en el futuro, quizá su momento más dulce haya pasado y sea hora de apostar por aquellas compañías caídas en desgracia y olvidadas por la comunidad inversora. En esta línea, la última carta trimestral de Cobas AM decía que “las acciones de compañías de “valor” nunca han estado tan infravaloradas respecto a las de “crecimiento” como lo están ahora”. Un día u otro la tendencia se revertirá, pero es imposible saber cuándo. De confirmarse esta mejoría del value, es seguro que muchos de nuestros gestores “value” (y sus atribulados partícipes) lo agradecerán.
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