El recién estrenado año 2019, tras las fuertes caídas del pasado mes de diciembre, ha comenzado con un fuerte repunte de la renta variable a nivel mundial. Nadie puede saber de antemano si este rebote llevará a los índices estadounidenses a recuperar los máximos históricos previos o incluso superarlos. Lo único que se puede constatar hasta este momento es que el mercado ha experimentado un importante rebote, ya que desde el mínimo alcanzado el 24 de diciembre de 2018 en 2.351,10, hasta el cierre de ayer (2.616,10), el S&P 500 se ha anotado una subida del 11,3%. Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer hasta volver a máximos históricos, ya que para alcanzar el nivel de los 2.940,91 del 21 de septiembre, el S&P 500 tendría que subir algo más de un 12% desde los niveles de cierre de ayer.
Por lo tanto, y teniendo en cuenta que adivinar si se va a producir un nuevo máximo histórico o si el mercado va a hacer un “retest” del mínimo del 24 de diciembre es una tarea estéril y prácticamente imposible, resulta mucho más práctico poner en perspectiva la más reciente corrección bursátil en el S&P 500 (que ha rozado la magnitud de -20% que suele utilizarse como umbral para hablar de mercado bajista).
(Fuente: The Capital Spectator)
En este sentido, el nivel de corrección en el que nos encontramos actualmente (-11% aproximadamente desde máximos históricos) es sustancialmente menor al alcanzado el día de Nochebuena (-19,8%). Sin embargo, si estudiamos las 25 caídas (drawdowns, es decir, caídas de máximos a mínimos) más significativas desde 1955, podemos ver que la actual se configura como la undécima más importante desde 1955. Aunque ha sido muy dolorosa para muchos inversores, que habían visto volatilizados los beneficios de los últimos meses, es sustancialmente menor que otras muchas que hemos sufrido en las últimas décadas.
(Fuente: The Capital Spectator)
Por último, cabe preguntar qué nos dice la historia acerca del tiempo de recuperación de los máximos previos. Aunque no existe una pauta clara, tal y como se aprecia en la tabla inferior, lo que sí se puede afirmar es que cuanto más profunda es la corrección más tiempo se tarda en recuperar los máximos anteriores. De este modo, vemos que correcciones aproximadas del 10% se recuperan en cuestión de uno o dos meses, mientras que aquellas que superan la barrera del 20% suelen requerir varios meses. Así pues, y en el hipotético caso de que se recuperaran los máximos históricos alcanzados a mediados de septiembre del año pasado, todavía faltarían varias semanas o incluso meses antes de alcanzarlos, habida cuenta de que la corrección actual ha sido del 19,8%.
(Fuente: The Capital Spectator)
Muchos analistas e inversores, como por ejemplo Hugo Ferrer, consideran que lo más probable es que el precio no recupere en "V" sino que tenga una recaída que podría ser más o menos intensa según cómo evolucionen las circunstancias y, desde ahí, despliegue una nueva onda al alza.
Esto es algo que tampoco se puede prever, ya que cabe la posibilidad de que si la situación económica global se sigue deteriorando, el precio perfore los mínimos del 24 de diciembre y vaya en busca de niveles inferiores. Pero por el momento, el rebote sigue en marcha y sólo el tiempo nos dará respuestas a estas preguntas.
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