¿Busca ideas de inversión para analizar para su cartera de acciones? En esta entrevista con David Iben, director de inversiones y gestor de Kopernik Global Investors, ofrece varias ideas que pueden resultar de interés. Aunque se les suele calificar de inversores value, ellos prefieren verse simplemente como “propietarios de negocios a largo plazo”, donde obviamente uno de los pre-requisitos es comprarlos por debajo de lo que estiman que valen.
La estrategia más importante de la gestora se llama Kopernik Global All-Cap y está disponible en formato fondo en Europa a través de Heptagon Capital. Aquí la página de Morningstar sobre el mismo en su clase institucional, que es la que más historial tiene. Desde su inicio en 2013 lo han hecho sustancialmente peor que el mercado, obteniendo una rentabilidad anualizada del 3% frente a casi el 10% del benchmark global. Su enfoque contrarian, concentración en emergentes y materias primas, además de fuerte infraponderación en EEUU, son unas de las explicaciones de este underperformance. ¿Serán capaces de darle la vuelta? Veamos cómo piensan acerca del momento de mercado actual y cuáles son las ideas de inversión que dominan en su cartera.
En su opinión, el mercado actual está muy polarizado. “Vemos éste como uno de los mejores tiempos para ser gestor activo de la última década. Está en línea con 1972 y 1999”, apunta. Por un lado, segmentos del mercado "amados" por los inversores con valoraciones muy altas, ya sea en tecnología, consumo básico o compañías de “alta calidad” en general, además de la renta fija pública de emisores sólidos: “la gente está tan enamorada con la certidumbre percibida que si les das certidumbre a 10 años vista, aceptarán una pérdida garantizada en un bono suizo”. Por otro lado, sectores de mayor riesgo percibido, que sufren de elevada incertidumbre, ofrecen a su juicio unas valoraciones muy atractivas y donde el sentimiento está deprimido. Campo fértil para oportunidades, ¿no?
Uno de estos segmentos en los que están encontrando valor son los mercados emergentes: “es un gran momento para invertir en mercados emergentes, donde va a estar el crecimiento, donde están la mayoría de la gente y los recursos”. En este ámbito se encuadra la compañía coreana de telecomunicaciones KT Corp., también está en las carteras de los fondos de Cobas. Pese a que es discutible que Corea del Sur deba ser considerado un mercado emergente (lo es por MSCI), David piensa que el mercado no la está valorando correctamente por el miedo a los emergentes: “tenemos una buena estructura oligopolística, cotizando a un gran descuento sobre valor en libros que está generando beneficios y caja”.
Otro de estos segmentos es el de los recursos naturales, de donde provienen varias de sus ideas. La primera es una minera de oro, de las más grandes del mundo: Newcrest Mining. Comentamos recientemente sobre el sector a raíz de la fusión entre Barrick Gold y Randgold Resources. El equipo de Kopernik estima que su valor razonable es más de tres veces superior al que le asigna el mercado, teniendo en cuenta que el precio del oro suficiente para incentivar la producción de forma que compense el agotamiento de las reservas existentes, estaría sustancialmente más arriba de los 1.200$ actuales, entre 1.800$ y 2.200$ a trazo muy grueso. Un metal que, además, ha funcionado excelentemente bien a lo largo de la historia como depósito de valor, a diferencias de las monedas fiat actuales.
También con un potencial enorme ven a la minera de uranio canadiense Cameco, una gran conocida por los lectores de este blog a la que dedicamos un artículo reciente tras la resolución favorable sobre su litigio fiscal. Y que es una de las principales posiciones de azValor Internacional. En este caso, estamos ante la compañía que es seguramente la de mayor calidad del sector del uranio, en la parte baja del ciclo de esta materia prima, actualmente a precios por debajo de los 30$/libra. Sin embargo, ellos consideran que los fundamentales del mercado del uranio (recorte de oferta por no compensar producir a los precios actuales y demanda creciendo estable) empujarán el precio hacia niveles que incentiven la producción, en el rango de 60-90$. En el escenario de 60$, valoran Cameco a 18$, lo que ajustado a riesgo serían 14$, frente a los 11,8$ actuales es decir, un 30% de upside. Pero si el precio del uranio se fuera a los 90$, el potencial de revalorización ajustado al riesgo se dispararía, hasta un valor razonable de 70$ según David. “Tenemos la probabilidad de hacer mucho dinero, pero el timing es desconocido”, afirma.
La última de las ideas combina las dos grandes áreas de interés de Kopernik: emergentes y recursos naturales. Se trata del mayor productor de gas del mundo, Gazprom, cotizando a juicio de David a valoraciones por los suelos, “porque a la gente no le gusta Rusia”. Además de su valoración, les gusta su flujo de caja, la posición dominante de 38 años de reservas, la localización cercana a Europa, un mercado que cada vez consume más gas, y la construcción de gasoductos a China, que presentan perspectivas de crecimiento para el futuro. Mientras que el inversor espera a que el mercado cambie de opinión y suban sus múltiplos, ofrece una rentabilidad por dividendo del 5,5%.
Estas cuatro compañías que acabamos de mencionar son, de hecho, sus principales posiciones. Desde luego, no son ideas fáciles de vender al consenso del mercado: ¿Rusia? ¿uranio? ¿minera de oro? ¿telecomunicaciones en Corea del Sur? Pero, ¿se cree que estoy loco? Podría ser una respuesta mayoritaria tras ver estas posiciones. Algo así piensa el mercado... como refleja la evolución de sus cotizaciones de los últimos 5 años frente al S&P 500 en línea negra:
Nota: NCMGY es Newcrest, CCJ Cameco, KT es KT Corp., OGZPY Gazprom.
Pero en esto consiste ser contrarian: tener cara de tonto durante tiempo llevándole la contra al mercado. Esta estrategia puede ser muy lucrativa, aunque nada asegura que así sea. Mucho dinero han perdido los inversores poniéndose cortos de Amazon o del mercado estadounidense durante los últimos 10 años, por ejemplo. ¿Que algún día caerá? No hay duda, pero aquellos que le llevaron la contra al mercado alcista (pongamos, en 2013) con posiciones cortas necesitarían un desplome del 50% para eliminar las pérdidas. Mal negocio, vamos.
Como expresó brillantemente Mike Alkin:
Siempre he sido contrarian, pero a lo largo de los años, a raíz de las lecciones que aprendí de grandes inversores con los que trabajé, aprendí que ser contrarian por el hecho de serlo no es una filosofía de inversión sólida. A menudo, el consenso está en lo cierto y los precios de las acciones son los correctos. Para determinar si el consenso está o no equivocado, es necesario quitar las muchas capas superficiales y así llegar a la verdadera esencia del problema.... También aprendí que una compañía de tipo deep-value puede permanecer barata durante mucho tiempo y que hay que identificar catalizadores para que ese valor aflore. Lo mismo en el lado corto. Nunca te pongas corto en una acción porque pienses que está cara. Las acciones pueden seguir estando caras durante mucho tiempo. No debería ser tan audaz como para pensar que puedo determinar lo que otra persona estaría dispuesta a pagar por una acción. Es importante identificar el catalizador que provocaría que un alcista quisiera salir de la posición.
En el caso de Kopernik Global Investors, todavía tienen que demostrar que su estrategia contrarian y cartera de inversiones lo pueden hacer mejor que el mercado. El largo plazo dirá.
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