El miedo tras el crash de 2008 ha costado una fortuna a los inversores

11 de enero, 2018 Incluye: SPX 3
Redactor de contenidos en inBestia
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La inmensa mayoría de las personas sigue teniendo muy presente en su cabeza la gran crisis económica que se desató tras el desplome de Lehman Brothers en septiembre del año 2008. Los inversores no son una excepción. Si bien la situación económica global ha mejorado considerablemente, el recuerdo del letal mercado bajista que se vivió entre 2007 y 2009, ha dejado huellas relevantes.

Las alertas sobre un posible desplome bursátil y las elevadas valoraciones de los mercados bursátiles han sido prácticamente una constante en los últimos años. Pero lo cierto es que en estos últimos nueve años el mercado bursátil ha experimentado fuertes subidas que alcanzan el 300% (en algunos índices como el Nasdaq incluso más). En buena parte de los años de este mercado alcista ha reinado el escepticismo y muchos inversores se han quedado fuera, lo que ilustra que no es tan fácil como se piensa ganar dinero cuando las bolsas suben.

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El gran coste de oportunidad de no estar invertidos en bolsa

Tal y como apunta Richard Bernstein, CEO y estratega jefe de inversiones de Richard Bernstein Advisor, el miedo derivado del recuerdo del crash de 2008 ha privado a muchos inversores de aprovecharse de las grandes revalorizaciones que se han experimentado en los mercados en los últimos años, incluido el pasado año 2017 que se saldó con una subida de alrededor del 20% en el S&P 500 (recordemos que los inversores en euros sin cubrir la divisa, habrían visto una rentabilidad muy inferior, por la caída del dólar frente al euro).

De este modo, los inversores se han mostrado muy cautelosos, manteniendo grandes cantidades de dinero en efectivo para protegerse de potenciales pérdidas y así evitar verse sorprendidos por otro gran crash de mercado. “Los inversores todavía no aprecian del todo la magnitud del coste de oportunidad que han pagado para calmar sus temores respecto a una repetición del 2008. El miedo ha hecho que 2017 sea en gran medida otro año de oportunidades perdidas”, escribía Bernstein, ex estratega jefe de inversiones de Merrill Lynch. Ya lo dijo el legendario gestor de fondos Peter Lynch décadas atrás: “Los inversores han perdido mucho más dinero preparándose o intentando anticipar las correcciones, que en las correcciones mismas” ("Far more money has been lost by investors preparing for corrections, or trying to anticipate corrections, than has been lost in corrections themselves.")

Un ejemplo de este coste de oportunidad lo tenemos en los fondos de Bestinver (ponemos este ejemplo porque son de los fondos de mayor trayectoria del panorama independiente español con buenos resultados). Pese a sufrir unas brutales pérdidas del 60% y costarle unos cuatro años volver a máximos del 2007, desde entonces el fondo se ha revalorizado algo más de un 60%. Desde que hicieron suelo las bolsas a mediados de marzo de 2009, la revalorización se sitúa en un 300% aproximadamente.

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(Fuente: Morningstar)

La psicología del inversor tras un crash de mercado

Analizando los datos, Bernstein señala que la probabilidad de asistir a una caída del 55% como la vista en el año 2008 es extremadamente baja. Como se muestra en el cuadro inferior, incluso una pérdida del 30% o superior ha ocurrido muy raramente en la historia. “Las caídas similares a las del 2008 históricamente han ocurrido sólo el 0,5% del tiempo. Sin embargo, tanto los inversores individuales como los institucionales han estructurado sus carteras como si los mercados fueran a sufrir otro 2008”, comenta Bernstein.

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(Fuente: Business Insider)

No obstante, el comportamiento exhibido por los inversores es una reacción natural al trauma del pasado reciente. En líneas generales, después de una caída tan fuerte como la del 2008, los inversores tardan años en reunir la confianza suficiente como para volver al mercado. Después de que se pierdan la primera parte del rally post crisis, las dudas y el miedo sobre la duración de este rally comienza a aumentar, impidiéndoles entrar con fuerza en el mercado.

Como consecuencia, incluso los inversores más inteligentes pueden perder todo lo que, visto con perspectiva, parecían ganancias fáciles. Otro ejemplo de este comportamiento lo tenemos en la segunda mitad de la década de los noventa, cuando las acciones se encontraban en uno de los mercados alcistas más largos de la historia. Los inversores se mantenían afectados por el crash de 1987, y a partir del año 1995 los expertos y analistas no hacían más que alertar de un crash inmediato. Esa caída no se produjo hasta que no estalló la burbuja puntocom en el año 2000, y por el camino muchos inversores se perdieron extraordinarias rentabilidades. En cambio, los inversores que se subieron al mercado alcista antes del crash puntocom fueron posteriormente desacreditados por no haberlo visto venir.

Perspectivas para 2018: entre la cautela y la complacencia

Según Bernstein, estas huellas que han dejado los desplomes tras las burbujas puntocom y la inmobiliaria-financiera hacen que los inversores mantengan la cautela, lo que le hace seguir siendo optimista para el mercado estadounidense. Sin embargo, esta opinión no es compartida por muchos otros, que observan una situación distinta. Como destacaba Hugo Ferrer recientemente, “el sentimiento de corto plazo está muy caliente en EEUU”, lo que podría augurar correcciones en ese mercado.

El optimismo de Richard Bernstein también contrasta con la posición de Alberto Gallo, jefe de estrategias macro y gestor en Algebris. Señala que a pesar de que el crecimiento global se está sincronizando y las políticas monetarias siguen siendo muy acomoditicias, existen suficientes razones para ser cautos.

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A su juicio, el mercado está en un período de complacencia irracional. Como datos que apoyan su tesis apunta que la rentabilidad de los bonos basura europeos están por debajo de la rentabilidad del bono a 10 años estadounidense, algo que no parece muy lógico. Países como Argentina, con un amplio historial de impagos, han emitido bonos a 100 años. Las valoraciones bursátiles le parecen exageradas, si bien este no suele ser un argumento que funcione para el corto plazo. A Alberto Gallo también le preocupa un posible repunte significativo de la inflación que llevara a subidas de los tipos de interés, o los conflictos geopolíticos que siguen abiertos. Tal y como dice el economista Rudi Dornbusch, las crisis financieras tardan más tiempo en llegar de lo que pensamos, pero siempre se desarrollan más rápido de lo que creemos.

Lo más probable, y lo que espera el mercado, es que el crecimiento de los beneficios empresariales siga apoyando las cotizaciones, la volatilidad continúe en niveles bajos, y las políticas monetarias de los bancos centrales consigan normalizarse sin provocar turbulencias. Pero lo más probable no es siempre lo que acaba sucediendo, por lo que debemos ser conscientes de los riesgos. Ahora bien, como hemos puesto de manifiesto, también debemos ser conscientes del coste de oportunidad que puede conllevar perderse adicionales subidas de los mercados. La inversión es un difícil equilibrio entre los riesgos y las oportunidades.

[Nota: Este artículo es parcialmente una traducción del original publicado por Joe Ciolli en Business Insider.]

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Usuarios a los que les gusta este artículo:

Este artículo tiene 3 comentarios
"En bolsa el miedo dura mucho, normalmente mas de lo que tarda el mercado en subir". Este articulo me ha recordado ese otro de Hugo! Te salen unos artículos redondos Jorge!! Gracias a vuestros articulos, ahora se que no importa si la bolsa va a subir o a bajar, sino saber si esta subiendo o bajando!! :-D
11/01/2018 15:32
antiguo usuario
En respuesta a Rafael Manzano
Me alegro Rafael que te gusten los contenidos que traemos a inBestia.

Pues si, el miedo es un sentimiento que dura mucho tiempo, más del deseado y nos afecta de forma importante como inversores. Por ello, el control emocional de las inversores es tan importante.
11/01/2018 16:46
"Un mercado bajista necesita ventas forzosas y urgentes" este articulo de Niko ¡perdon! de D. Nicolás del Moral Garnier de Boisgrollier (que ahora tiene responsabilidades ;-)) tambien me resulto esclarecedor!
11/01/2018 15:52
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