El crash de 2020 ya es historia ¿qué es lo siguiente?

El crash de 2020, en un mes de marzo tan alejado de los típicos meses en los que suelen sucederse las grandes caídas (octubre), ya es historia. La mezcla de un evento sorpresa como la rápida propagación del coronavirus y las cuarentenas que provoca, junto con el hecho que se partía de un mercado extremadamente optimista (fuentes 1, 2, 3, 4 y 5), han conseguido que se haya alcanzado uno de esos momentos históricos en los mercados. Esta era la portada online el New York Times ayer noche, 12 de marzo.

La caída es la quinta peor en 90 años, sólo superada por tres caídas diarias entre los meses de octubre y noviembre de 1929 y, por supuesto, por el crash de 1987 (-20,47% en un solo día). Muy cerca aunque por detrás, quedan cuatro días con pérdidas superiores al 7,50% que se dieron entre septiembre y diciembre de 2008, en medio del gran crash de la Gran Recesión y la Crisis Financiera Global. 

No obstante, aunque ayer fue el peor día en 33 años en la bolsa estadunidense, desde mi óptica los eventos actuales no están envueltos del fuerte pesimismo que se respiraba a finales de 2008. Ahora hay preocupación, pero todo el mundo sabe que la crisis provocada por el coronavirus se superará sea cual sea el impacto final. Es un shock externo, mientras que las crisis son aquellas en las que el sistema parece implosionar desde dentro. En 2008 la sensación era que incluso el sistema capitalista estaba en juego, es decir, el mundo como lo habíamos conocido estaba en riesgo de cambiar. También se respiraba algo parecido en Europa en el verano de 2012, con el proyecto de la Unión Europea puesto en entredicho por la crisis de deuda soberana. De hecho, para mí ese es el verdadero pánico extremo, cuando invertir parece la más absoluta de las estupideces. Aún hoy la gente habla de oportunidades. 

Con eso quiero decir que un titular, un número concreto de un día, no tiene por qué señalar el verdadero estado de las cosas. Claro que lo de ahora es un crash, pero no necesariamente existe el mismo nivel de pánico que en 2008, 1987, 1973 o 1929. Al menos de momento no lo es. Eso sí, a nivel técnico los números son claros, la volatilidad observada en los últimos 10 días es como el inicio (1929) y final (1932) del mercado bajista que tuvo lugar durante la Gran Depresión, es parecida a la del crash de 1987 o a la del crash de 2008. 

¿Qué esperar a partir de ahora?

Por supuesto, cada uno ve el mundo según su óptica. No existen respuestas unánimes. De hecho, si no fuera así, no habría ni mercados. Y aparte, cada uno tiene diferentes métodos. 

Desde mi punto de vista y práctica, lo primero es entender que es altamente improbable una salida en "V" del mercado. No ocurrió en 1929, no ocurrió en 1987 y no ocurrió en 2008. Me refiero a una salida en "V" sostenible, no a un rebote del mercado que pueda durar varias semanas. Incluso en el caso más benigno como el de 1987, en el que el crash se produjo sin que mediara recesión económica alguna, dos meses después el mercado volvió a declinar hasta formar un retest de mínimos casi perfecto (gráfico).

Ahora, con un grado de incertidumbre tan elevado en la que es imposible aún medir los efectos del coronavirus, con la casi certeza de que estamos entrando en recesión tanto en EEUU como Europa, hace más improbable el que hayamos visto los mínimos. Es poco probable un simple retest de mínimos tras un rebote. 

Si es cierto que se está produciendo una recesión (los números lo dirán poco a poco), entonces nos acecamos más a los escenarios de 2008 o 1929, escenarios donde el final real del mercado bajista, se producirá cerca del fin de la recesión. Importante, para nada me refiero a que estemos como en 1929 o 2008, sino que si entramos en recesión, el mercado bajista no terminará aquí, sino cuando la recesión comience a dar señales de que se agota. 

Para ello, como siempre, seguiremos los indicadores líderes o aquellos más reactivos a las circunstancias económicas. Intentaremos detectar ese momento en el que, en el medio de lo peor de la recesión, las cosas siguen yendo mal pero dejan de estar tan mal (desaceleración). Como decía antes, cada uno tiene su forma de ver el mundo y esa es la mía. 

¿Qué tipo de indicadores son eso? Aparte de los indicadores líderes agregados, como los de la Conference Board o la OECD, observaremos ese momento en el que el empleo sigue mal pero deja de destruir tantos empleos como en los meses anteriores, o cuando el sentimiento sigue siendo negativo, deja de estar tan negativo. Es decir, lo de siempre, porque al final ningún ciclo se parece a ningún otro, pero todos los ciclos al final riman mucho.