En ocasiones oímos hablar o leemos acerca del mercado alcista tan fuerte que han vivido las bolsas en los últimos años. Pero la realidad es que este ha ido por barrios y no ha sido tan generalizado como a veces parece, dada la preponderancia de los gestores y comentaristas estadounidenses en este mundo. Estados Unidos ha sido el claro ganador, y dado que muchos inversores americanos están exclusivamente centrados en su mercado doméstico (no sin cierta justificación, dado que es el más importante y desarrollado del mundo), a veces se puede transmitir la sensación de que todos los mercados bursátiles han experimentado grandes ascensos.
Pero otras regiones no lo han hecho tan bien, como es el caso de Europa o los mercados emergentes, caso en el que nos centramos en este post. Sus bolsas sufrieron un largo proceso lateral desde finales del 2010, que no fue superado hasta entrado 2017, después de recuperarse de las fuertes caídas de 2015-2016. En cambio en este periodo los mercados desarrollados, liderados por EEUU, vivieron un gran rally. No obstante, hay que decir que desde que los mercados hicieron mínimos en 2009, los emergentes tuvieron un rebote espectacular y en poco tiempo recuperaron los máximos de 2007.
A posteriori podemos dibujar la siguiente narrativa: la Gran Recesión fue un fenómeno centrado en las economías desarrolladas, que fueron las que habían desarrollado desequilibrios más fuertes. Las emergentes estaban muy por detrás, pero obviamente en una economía y con mercados tan globalizados, sufrieron mucho. Pero enseguida se recuperaron, en un contexto en el que los flujos de capital acudieron en masa a los emergentes (hacemos notar las políticas monetarias que se establecieron en esas fechas), lo que a su vez pudo crear los desequilibrios que habían sufrido los mercados desarrollados. Estos desequilibrios emergentes se hicieron notar a partir de mayo 2013, cuando la Reserva Federal anunció que empezaría a reducir su compra de activos (QE), lo que se dio en llamar el taper tantrum. En el siguiente gráfico vemos cómo a partir de esa fecha las divisas de estos mercados aceleraron su caída frente al dólar hasta los mínimos de principios de 2016:
Fuente: @jsblokland
Ahí se inició un proceso de ajuste en buena parte de estos mercados y el crecimiento se desaceleró, lo cual alcanzó su apogeo en el turbulento comienzo de 2016, tras un verano de 2015 muy movido principalmente por China y los temores a una recesión global liderada por el desplome de las commodities. Una recesión que acabó no sucediendo, y supusieron una oportunidad de compra muy buena.
En los últimos meses ha vuelto la debilidad en las divisas y activos emergentes, cuyo catalizador ha sido la fortaleza del dólar y la subida de tipos de interés en EEUU, además de los miedos a la guerra comercial entre EEUU y China, pero parece que más partes del mundo. Las caídas de algunos de estos mercados desde los máximos del año han sido muy notables, en las que se ha combinado caída de las bolsas y de sus divisas (fuente):
- Turkey $TUR -36%
- Brazil $EWZ -33%
- Philippines $EPHE -26%
- Argentina $ARGT -23%
- Indonesia $EIDO -23%
- Mexico $EWW -20%
- Malaysia $EWM -15%
¿Recuerdan que en el primer trimestre del año los gestores de inversiones americanos fueron grandes compradores de Emergentes? Quizá fueron “perseguidores del momentum” (momentum chasers) que se han visto pillados.
No veo descabellado que estas turbulencias supongan una nueva oportunidad de compra en emergentes, aunque seguramente sea pronto y quizá veamos contagio a otros países desde Argentina y Turquía. Pero entiendo que deberían darse las siguientes circunstancias: no hay recesión inminente, la guerra comercial no se materializa (Trump va de farol, utilizando técnicas de negociación agresivas y ciertamente, peligrosas) y la fortaleza del dólar no acelera con intensidad. Es un escenario que creo probable, pero que todavía no deja de ser más que pura especulación y que habrá que ir viendo.
Un último apunte importante que merece la pena destacar: la heterogeneidad en el comportamiento de distintas regiones dentro de la categoría de Emergentes (algo que ya comenté por aquí). Latinoamérica ha tenido un comportamiento mucho peor que Asia, como vemos en el siguiente gráfico:
Fuente: MSCI.
De hecho, como se ve Asia no lo ha hecho significativamente peor que la bolsa mundial (liderada por EEUU). Y Asia es la región que más peso tiene, con diferencia, en el índice de referencia más utilizado de Emergentes. En realidad, este índice tiene muy poco de representativo, dado que ⅓ del mismo pertenece a China. Al ser un índice por capitalización, gigantes tecnológicos como Tencent o Alibaba han tenido un peso creciente (dado su excelente performance) y a día de hoy muy considerable (casi un 10% entre los dos). La idea de que Emergentes = Materias primas ha perdido toda validez, al menos si tenemos como referencia al índice más utilizado.
Por ello, los inversores que deseen tener exposición a una cesta de mercados emergentes más amplia, deberían irse a otros vehículos. Una idea, dentro de la indexación, sería optar por estrategias equi-ponderadas, como la de este ETF: Invesco MSCI Emerging Markets Equal Country Weight ETF (no he encontrado otro ETF equal-weight). En este caso, existe una sobreponderación importante al sector financiero, pero la diversificación por regiones es mayor o al menos lo es fuera de China que solo pesa un 4%. Otra opción es optar por las estrategias activas de los múltiples fondos de inversión que existen que invierten en RV emergente, en los que puedes encontrarte gran variedad.
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