El sesgo de optimismo y el sesgo del exceso de confianza: debemos conocer cómo somos realmente

26 de abril, 2019 7
NikoGarnier.net - Actuario de formación, he trabajado en BBVA (gestora de pensiones y gestión de activos de la aseguradora), he sido gestor de... [+ info]
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El sesgo de optimismo tiene que ver con la evolución futura de nuestra vida, mientras que el sesgo del exceso de confianza tiene que ver con nuestra capacidad en controlar ese futuro. Veamos en qué consisten y qué implican para un inversor.

Nota: Para escribir este post he utilizado el libro de Mickaël Mangot: "Los comportamientos en bolsa: 6 errores psicológicos que salen caros". Es un pequeño libro de apenas 100 páginas que leí en 2005, hace más de 14 años, sobre algunas de las diversas trampas a las que nos tenemos que enfrentar como inversores.

EL SESGO DE OPTIMISMO

Este sesgo hace referencia a la "suerte" que pensamos que tenemos o tendremos en el futuro. Diversos estudios muestran que el ser humano está convencido de que tendrá más suerte que los demás, por ejemplo, a la hora de evaluar el riesgo de que roben en su casa, de tener un accidente de coche o de sufrir enfermedades. De alguna manera, pensamos que las probabilidades no se aplican a nuestro caso...

Sin duda, ser optimista es bueno. Ayuda a vivir más y mejor, y ayuda a hacer frente a la inherente incertidumbre de la vida. Pero desde el punto de vista inversor, el exceso de optimismo no es bueno. Nuestro objetivo como inversores es ver las cosas de la forma más objetiva posible, sin exceso de optimismo... ni de pesimismo.

En un estudio para morningstar realizado por Benartzi, Kahneman y Thaler (estos dos últimos, premios Nobel) (ver fuente), se hicieron dos preguntas a una muestra de 1054 inversores, cuyos sorprendentes resultados dan para pensar, y mucho. En mi opinión, no solo se puede interpretar que el ser humano "adolece" de un sorprendente sesgo de optimismo, sino que además se puede destacar su falta de racionalidad o sentido común. Veamos por qué.

1. En primer lugar, se les preguntó si a la hora de valorar sus inversiones pasaban más tiempo pensando en el potencial beneficio o en la potencial pérdida que podrían tener. Las respuestas fueron éstas:

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¡ El 74% de los encuestados sólo piensan en el dinero que pueden ganar ! No sé vosotros, pero a mí esta respuesta me escandaliza. En mis cursos y en mis posts, desde hace muchos años, no ceso de repetir la necesidad de pensar siempre en términos de riesgo, y no de beneficio. Sé que la gente no valora bien los riesgos, pero reconozco que el resultado de esta encuesta me sorprende por lo extremo que es. Sólo el 7% de la gente pasa más tiempo valorando la posible pérdida que podría tener. Tremenda la asimetría que tiene el ser humano hacia lo positivo.

2. En esa misma encuesta se hizo otra pregunta, cuya respuesta en mi opinión no solo pone de manifiesto el optimismo, sino también la ausencia de conocimiento matemático. La pregunta fue la siguiente:

¿En su opinión, cuál es la probabilidad de que las acciones (renta variable) se comporten mejor que las obligaciones (renta fija) a largo plazo, pongamos durante los próximos 20 años? 

El siguiente gráfico muestra las respuestas, que pasamos a comentar después.

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Fuente: morningstar.

El gráfico anterior muestra que, de media, el 85% de los inversores confían más en las acciones que en las obligaciones, lo cual es conforme con la estadística de largo plazo. Lo que no es coherente con la realidad estadística, es que más de un tercio de los encuestados están convencidos al 100% de que las acciones lo harán mejor que las obligaciones durante los próximos 20 años. Un 35% de los encuestados están completamente seguros, sin ningún género de dudas, de que las acciones lo harán mejor que los bonos en los próximos 20 años. ¿Podemos hablar exclusivamente de un sesgo de optimismo o también interviene una mala comprensión de lo que son las probabilidades? Puedes ser optimista, pero saber que han existido períodos en los que los bonos lo han hecho mejor que las acciones...y en ese caso, habrías respondido bien a la pregunta...

EL SESGO DEL EXCESO DE CONFIANZA

El exceso de confianza consiste en sobreestimar nuestras capacidades. A menudo me refiero a ésto como "tomarnos la vida demasiado en serio" o "tomarnos a nosotros mismos demasiado en serio". Abundan los ejemplos constantemente, y el problema no es que exista este sesgo, sino que en realidad, la mayor parte de la gente niega su existencia o no es consciente de ello.

Fuera de las finanzas tenemos múltiples ejemplos. Esta tendencia generalizada en el ser humano es la que genera la ilusión de control, la ilusión de comprender los por qués y los cómos de la historia, la política...y los mercados financieros. Preferimos tener esa ilusión de control que reconocer abiertamiente nuestra "pequeñez e insignificancia", porque es más duro vivir pensando que "no somos nada", que vivir pensando que somos poderosos y grandes.

Fuera de las finanzas hay muchos ejemplos. Según menciona Mickaël Mangot, si preguntamos por ejemplo a la gente si consideran que son mejores o peores conductores que la media, las respuestas pueden acercarse al 100% de conductores que se consideran mejores conductores que la media. Un resultado que se da en cualquier país: 90% de los suecos respondieron así en un estudio de 1981, 95% de los británicos según un estudio similar en 1995, etc.

Una forma genérica de medir el exceso de confianza es preguntar a los encuestados que proporcionen un intervalo de confianza para las respuestas que van dando a las diferentes preguntas. Es un sistema que data de los años 70 y los primeros experimentos de Lichtenstein, Fischhoff y Phillips (sigo citando a Mangot), y se demuestra que el intervalo medio de confianza expresado por los encuestados es sistemáticamente superior al porcentaje de buenas respuestas.

Incluso en colectivos de profesionales que supuestamente deberían ser cautos, se aprecia ese exceso de confianza. Russo y Shoemaker preguntaron a 1000 directivos de grandes empresas europeas y americanas que respondieran a 10 preguntas de cultura general con intervalos de confianza al 90%. La mayoría respondieron con intervalos de confianza que no contenían la respuesta correcta para entre 4 y 7 de las 10 preguntas. (por ejemplo, respondiendo a la pregunta sobre el diámetro de la luna con un intervalo de 5000 km - 10.000 km cuando en realidad el diámetro es de 3.474 km).

En bolsa el exceso de confianza es omnipresente. Los inversores creen comprender cómo funciona el mercado y se muestran convencidos de poder predecir globalmente los movimientos de corto plazo. Las respuestas a una encuesta que realizó Schiller entre varios cientos de inversores individuales e institucionales, y que comento en mi Curso de Análisis Técnico, hablan por sí solas.

Schiller realizó una encuesta la semana siguiente al famoso crack de octubre de 1987. El 29% de los que respondieron al cuestionario decían que sabían sobre qué nivel iba a rebotar el mercado el día del crack. Entre los que realizaron compras ese día del lunes negro, el 48% pensaban ser capaces de acertar cuál sería el mínimo de la caída.

En otro estudio de Barber y Odean (2000), se estudiaron las cuentas de los clientes de un broker americano entre 1991 y 1996. El turnover (rotación de la cartera) medio fue del 75%, poniendo de manifiesto la gran confianza del especulador de corto plazo. Barber y Odean también pudieron observar una correlación clave: los clientes (inversores) más activos son también los menos rentables. Es decir, cuanto mayor movimiento de compra-ventas, peores resultados. El exceso de confianza conduce a un exceso de operativa, de la que se benefician principalmente los brokers.

Por último, otro estudio de O'Creevy (1998) realizado sobre un colectivo de traders profesionales puso de manifiesto que cuanto mayor sea la confianza manifestada por un operador, peores son sus resultados.

Mangot menciona otros estudios en su libro, todos apuntando en la misma dirección. El exceso de confianza es una característica innata en el ser humano, y cuando se aplica a los mercados, las consecuencias son desastrosas.

CONCLUSIÓN

Tenemos una imagen del ser humano como "animal superior", capaz de razonar con lógica y tomar decisiones racionales. El descomunal salto del progreso tecnológico durante los últimos siglos, el avance de la ciencia en general, han fomentado esa sensación de superioridad y de control. Pero si queremos realmente ser superiores como inversores, necesitamos dejar de lago estos mitos y conocernos como realmente somos.

El ser humano tiene una racionalidad muy limitada. Cometemos errores constantemente, y de la mayoría ni siquiera somos conscientes. Por eso es fundamental que como inversores seamos cautos, defensivos, y desconfiados. Son muchos los peligros que acechan, la mayoría no son identificables (por mucho que nos esforcemos en intentar identificarlos...con la esperanza de poder controlarlos). Es aburrido pensar así, pero las evidencias de que el único enfoque ganador a largo plazo es el enfoque defensivo, son abrumadoras -ver mi post de febrero de 2017: La clave del éxito duradero: céntrate en los riesgos, y no en los beneficios-.

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Usuarios a los que les gusta este artículo:

Este artículo tiene 7 comentarios
Artículo interesante como todos los tuyos Nico que aborda el tema psicologico y de auto-conocimiento.

Si me permites, lo que describes más que optimismo (que también), el sesgo que describes es el de creerse más listos de lo que realmente somos en un tema.

Este sesgo cognitivo ya fue descrito por Dunning-Kruger (https://es.wikipedia.org/wiki/Efecto_Dunning-Kruger) muy recomendable su lectura de vez en cuando.

Conoces el origen de mi nick “el principiante”, :-)... y en cierto modo es un tributo a recordarme constantemente a mi mismo contra ese sesgo cognitivo tan humano (más en días gloriosos como esta sesión!).

Saludos,
David
27/04/2019 00:14
En respuesta a David - el principiante -
Estoy de acuerdo, de hecho en el artículo menciono eso precisamente: que no solo es optimismo, sino también « ignorancia » (por ejemplo, de lo que son las probabilidades). Es más, en el borrador del artículo utilicé la palabra « prepotencia » pero la quité porque me parecía muy fuerte jeje.

Lo mismo te digo, tus comentarios como siempre, de gran valor añadido. No conocía este sesgo Dunning-Kruger, y me ha parecido muy interesante. Lo primero que me ha venido a la cabeza es la política, con toda esa cantidad de gente diciendo qué habría que hacer y cuáles son las razones de los problemas del mundo (y los culpables...). En realidad este sesgo no es nada nuevo. Ya lo dijo Bertrand Russell hace tiempo:

« Gran parte de los problemas de este mundo se deben a que los ignorantes están completamente seguros, mientras que los inteligentes están llenos de dudas ».

Por cierto, tu artículo sobre Tesla con el que te estrenaste, muy interesante ! A la tercera va la vencida, parece que esta vez sí podría llegar el principio del fin de Tesla... jeje

Saludos !
27/04/2019 08:52
Imprescindible artículo para todos los que invertimos, novatos y expertos. Siempre viene bien recordar las limitaciones y sesgos que nuestra personalidad puede inferir a nuestra manera de invertir. Enhorabuena
29/04/2019 09:16
antiguo usuario
Buen artículo, siempre es interesante indagar en el comportamiento humano. Sorprendente que casi la mitad de los compradores en el lunes negro pensasen acertar el suelo. Lo curioso es que lo reconocieran pues he leído muchas veces comentarios similares sobre lo que no se debe hacer respecto de intentar adivinar el techo o el suelo de mercado, pero nunca he leído a nadie que admita operar de esa manera, lo que no quiere decir que no lo hagan.

Leyendo el artículo me recuerda también otro sesgo que introduce Paramés en su libro, que puede complementar a los que has expuesto. Se trata del sesgo de la “preferencia temporal“ que nos induce a cometer errores al dar excesivo peso al momento actual en nuestras elecciones al valorar más los bienes presentes que los futuros. Cuando lo hacemos “subestimamos sistemáticamente nuestras necesidades futuras y los medios para atenderlas” y da unas cuantas razones por las que pensamos así.
07/05/2019 08:27
En respuesta a Tomás Bodelón
muy interesante aportación, gracias !
Me he leído el libro de paramés, y ahora que lo dices, sí me acuerdo de ese sesgo...pero si no lo llegas a comentar, seguramente nunca habría salido de las profundidades de cabeza...jeje

Lo cual me recuerda que solo retenemos un 10% como mucho de lo que leemos... Por eso hubo un tiempo que me tomaba notas resumidas de los libros que leía y me parecían muy interesantes.

En fin, que nuestro mayor reto es superarnos a nosotros mismos ;)

Saludos !
07/05/2019 09:32
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