El Mercado de Gas y las Políticas Medioambientales (Parte I)

24 de septiembre, 2021 15
Inversor particular. Autor del libro: "El Camino hacia el Sol: Economía, Energía, Medio Ambiente y Sociedad"
Inversor particular. Autor del libro: "El Camino hacia... [+ info]

Esta entrada supone una continuación de otra anterior en que hacía referencia a la controversia levantada  por las políticas dirigidas a frenar el cambio climático. En ella comentaba, desde un punto de vista científico, la problemática del cambio climático, los factores que influyen, así como los efectos de dicho cambio, en costes materiales y vidas humanas.

En este momento, el cambio climático es uno de los grandes problemas de la humanidad, de modo semejante a la pandemia de COVID-19. Por cierto, tema bastante debatido en otra entrada de este blog.

El cambio climático se presta a un tipo de discusión semejante, tanto en cuanto a la necesidad como la idoneidad de las medidas emprendidas para frenar el cambio climático. Encontrándose posturas tan enfrentadas en la población que van desde la existencia de los negacionistas hasta aquellos en que han hecho el objetivo de su vida enfrentarse al mismo, sin excluir por supuesto, otro tipo de posiciones intermedias.

Para evaluar el problema de forma objetiva, habría que comparar el coste actual de evitar el calentamiento global con el valor actualizado del coste de no enfrentarse a este. Hecho que dependerá de las estimaciones, en base a modelos, de la frecuencia e intensidad de los fenómenos climáticos adversos, los daños generados por los mismos, así como de la tasa de descuento utilizada, por lo que acertar parece bastante complejo.

El tema de esta entrada no incide directamente de este problema concreto, pero sí en un aspecto derivado de este. Las políticas medioambientales, concretamente sobre el mercado eléctrico, implementadas por los países para enfrentarse al cambio climático.

El tema es importante, como se ha podido apreciar recientemente al observar la evolución del precio de la electricidad en distintos países europeos. Caracterizado por una elevada volatilidad, cuyo origen se encuentra en las políticas de transición verde, Un incremento importante derivado principalmente del precio de los derechos de CO2 y del precio del gas natural, como ha puesto de manifiesto el Banco de España en el caso de nuestro país recientemente.

Unos precios altos que dañan el poder adquisitivo de la población. Algo que nuestros políticos tratan de contener, en España a través de una rebaja temporal del precio. Medida que lanza señales equivocadas al mercado, ya que entonces no desincentiva el consumo y no contribuye a contraer el precio de los derechos de CO2 ni el gas, cuando además, este tipo de medidas coyunturales, que no estructurales, contribuirá a crear un nuevo déficit de tarifa.

Ante esta situación, España ha propuesto a la UE la creación de un sistema europeo centralizado de compra de gas natural de modo análogo a lo que se ha hecho con las vacunas. La intención es incrementar el tamaño de mercado y por tanto el poder de negociación para reducir precios, y al mismo tiempo crear una reserva estratégica europea, lo que contribuiría a mejorar la balanza comercial energética y estabilizar precios.

La cuestión a plantear es ¿En qué medida una central de compras puede mejorar el precio y reducir la dependencia estratégica? Indudablemente puede estabilizar precios, pero solucionar la dependencia estratégica a largo plazo requerirá otras medidas, entre ellas una transición verde sensata.

En cualquier caso es de destacar que la situación actual es, según nuestros políticos, independiente de las decisiones de política energética. Los derechos de CO2, según la UE, no son responsables de la situación porque solo contribuyen en un 20% al incremento de precios, supongo que un 20% es poco. Sin plantearse que simplemente incrementar temporalmente el número de derechos relajaría su precio, pero no tenemos noticia alguna en este sentido.

El precio de los derechos de CO2 ejerce un efecto directo sobre el precio de la electricidad. Pero la UE, convenientemente, obvia los efectos secundarios colaterales de la medida, como la mayor demanda de gas en lugar de carbón derivada de dichos derechos. Además de ignorar la estructura de los mix de generación (incluyendo la absurda retirada progresiva de la energía nuclear en algunos países), o las capacidades de interconexión entre países existentes, en ambos casos derivadas de decisiones políticas.

Estos son efectos a corto plazo, pero a medio y largo plazo las políticas actuales también pueden tener sus consecuencias. La transición verde implica un menor consumo de combustibles fósiles, dando lugar a una menor inversión en estos propiciando que surja un shock negativo de oferta que puede impulsar los precios de estas materias primas, y con estos la inflación.

Según la IEA  esto no sucederá, ya que no hará falta invertir en combustibles fósiles, porque alcanzar el net zero en 2050, dando lugar a un incremento de temperatura de 1,5ºC con una probabilidad del 50%, implicará una reducción de la demanda de carbón del 98%, de gas del 55%, y de petróleo del 75%.

Este escenario, la IEA prevé que se acompañará de una reducción del consumo de petróleo, llegando a 71 mbd en 2030 y 24mbd en 2050, justificando este hecho que no será necesario invertir más en el desarrollo de nuevos campos de petróleo. Sin embargo, Rystad Energy estima  que estas reducciones, en el mismo escenario, serán menores, llegando la demanda a 94mbd en 2030 y 36 mbd en 2050. Lo que implicará desarrollar nuevos proyectos para incrementar la producción en 10mbd en la década de 2030. Estas previsiones se derivan de que Rystad prevé un mayor incremento del número de vehículo eléctricos, no considerando que los biocombustibles sean capaces de reducir 23 mbd de demanda en 2030.

Por tanto, si se da este último escenario, la contracción de la inversión upstream en exploración y producción desde los los 530.000 mill $ en 2019 hasta los 382.000 mill en 2020, aunque prevé un repunte de hasta 480.000 mill $, puede suponer un peligro de inflación evidente.

En mayor medida si no se alcanza el net zero en 2050 y seguimos consumiendo combustibles fósiles en mayor  medida de lo esperado, lo que podría ocurrir si el desarrollo tecnológico no logra evitar el gran problema de las energías renovables, la no gestionabilidad.

En cualquier caso, en este momento, la consecuencia es una importante dependencia del gas natural para satisfacer la demanda de electricidad. Y mientras esta tecnología de respaldo o backup del sistema sigue siendo necesaria, se acelera la transición verde para alcanzar el net zero en 2050, lo que a su vez implica una mayor inversión en infraestructura renovable que dará lugar a que muchos activos asociados a los combustibles fósiles queden obsoletos sin ser amortizados totalmente (stranded assets).

El resultado de estas políticas, al no existir alternativas, se acompañan de aumentos de precios importantes que pueden inducir la contestación ciudadana, como ya se ha podido apreciar en Francia en el caso de los chalecos amarillos, pudiendo entorpecer  la transición verde.

Según El Confidencial, se pretende atribuir el problema de escalada de precios a que “los productores de gas se están comportando estratégicamente para maximizar sus beneficios”. Lo cual sorprende bastante por varios motivos. El primero porque el objetivo empresarial es maximizar los beneficios; el segundo, porque las decisiones sobre política energética están acabando con su negocio y obligando a una reestructuración total, para lo que necesitarán recursos; y tercero, porque las empresas no tienen la culpa de que no sople el viento o se produzcan situaciones coyunturales que impidan el transporte de gas desde Rusia y Noruega

Naturalmente, y convenientemente,  ya se ha buscado el chivo expiatorio adecuado. La empresa gasista Gazprom rusa, y la excusa perfecta, la presión para facilitar la apertura del nuevo gasoducto Nord-Stream-2 que conecta Rusia con Alemania.

Por tanto, parece que enfrentarse al cambio climático es importante, pero lo mismo que esto es también importante llevar a cabo una transición ordenada, lo cual parece brillar por su ausencia. Los políticos parecen ciegos a la realidad y a la autocrítica. No se plantean si la estrategia políticamente establecida es eficiente o no, tanto su coste, como los objetivos o su plazo de ejecución.

Cuando además, cabe destacar que si sus políticas no son acompañadas por políticas semejantes de otros países, especialmente los mayores emisiones del mundo, no resolverán ningún cambio climático, pudiendo incluso inducir políticas de free riding por terceros países.

Es decir, las iniciativas europeas pueden ser totalmente infructuosas si no se acompañan de políticas globales. Veremos en este sentido si la conferencia del COP26 a celebrar en noviembre en Glasgow permite vislumbrar algún acuerdo eficaz.

 

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Este artículo tiene 15 comentarios
Muchas gracias. Creo que el hidrógeno forma parte del futuro, pero es una tecnología inmadura todavía, necesitando avanzar en su curva de eficiencia y generando mayores economías de escala.
Hay que tener en cuenta que hay 3 tipos de hidrógeno: gris, azul y verde, siendo este último el que interesa, pero de momento las electrolizadoras son muy caras.
25/09/2021 09:12
Esperando leer las próximas aportaciones en esta serie de artículos que desde hace ya tiempo viene informando de los errores en la política de la UE con la política de derechos de emisión en CO2.

Los cambios sociales han hecho que las empresas de moda vayan renunciado a prendas de piel (abrigos de visón, etc.). En estos casos los cambios sociales van de la sociedad a las empresas que se adaptan a un mundo cambiante.
En el tema del cambio climático los políticos y burócratas de la UE han impuesto un calendario de cambios sin tener en cuenta a las empresas, y han querido impulsar los cambios en la sociedad, sin que se hayan producido los avances científicos suficientes.

Las decisiones Top-Down está visto que producen numerosos “negacionistas”

Polonia obtiene en este momento el 70 % de su electricidad a partir del carbón. Las políticas de la UE han resultado en el abandono de la industria del carbón por falta de financiación debido al abandono del consumo por la política de derechos de CO2.El gobierno polaco prevé aumentar su inversión en renovables, gas natural y tiene previsto abrir su primera central nuclear para el 2033. Hace ya varias décadas se paralizó la construcción de la primera central por la presión social.

Al abandonar las centrales térmicas y no haber previsto, ni explicado la necesidad de centrales nucleares, como única alternativa queda la dependencia del gas natural como fuente "menos mala”.

En la unión europea existe un pequeño país que todavía tiene reservas suficientes de gas hasta finalizar la transición energética: Países Bajos, hasta poco exportador de Gas Natural, pero tras unos pequeños terremotos pusieron fin a sus exportaciones a Francia y Alemania, asegurando sus propias reservas.

Los ciudadanos de los países de la periferia (Sur y Este) deberían ser mas tenidos en cuenta la UE. Es fácil considerarse frugal cuando el estado ha obtenido durante años unas buenas fuentes de ingresos por la exportación de gas natural.
25/09/2021 17:40
Evidentemente la política energética también perjudica a las clases menos favorecidas en la Europa del Norte. Con viviendas con menor aislamiento térmico y sin poder invertir en electrodomésticos más eficientes o instalaciones de renovables para su domicilio, tendrán que hacer frente a unas facturas elevadas durante el próximo invierno.
Con unas pequeñas subvenciones en sus facturas no van a poder compensar el aumento del precio del gas.

Las clases medias altas pueden recibir importantes subvenciones con instalaciones renovables en su hogar o al comprar un Tesla.

La UE, sí descarta la energía Nuclear por la presión social debería asegurar la utilización del gas natural al menor precio posible. Las empresas necesitan la seguridad de poder amortizar sus inversiones.
Mientras tanto también convendría mejor las relaciones políticas con Rusia, Irán y Catar que poseen más del 50% de las reservas mundiales de gas.
26/09/2021 08:34
En respuesta a Enrique Vert
Coincido bastante con tus apreciaciones. Las familias de menos ingresos son más perjudicadas, pero hay que valorar también que los países del norte tienen un PIB per cápita del orden del 40% superior a la media europea, y el PIB español es el 85% de esa media. Cuando además la desigualdad social medida por el índice de Gini en esos países es inferior a la media europea y en España está por encima. Eso quiere decir que los nórdicos pueden enfrentarse al problema en principio mejor, cuando salvo Holanda, su mix de generación depende poco del gas. Los datos se mostrarán en la próxima entrada.
Por otra parte, los “windfall profits” de los ingresos públicos podrían destinarse a ayudas a estas familias (no a subvenciones al gas), que implicaría dar señales erróneas al mercado.
Y en cuanto a la transición energética. Mi opinión es que prescindir de la nuclear es un despropósito. Y en cualquier caso, no se trataría de mejorar las relaciones con países cuya ideología y cultura dista mucho de los nuestros, lo que implicaría una dependencia estratégica de ellos, sino de incidir en energía renovable, pero fundamentalmente a través de I+D en almacenamiento.
26/09/2021 10:16
Es que estratégicamente es un disparate dejar de construir infraestructuras en territorio nacional por fuentes del exterior. Si Francia nos corta el grifo de las nucleares, o Argelia la lia con los fundamentalistas o Rusia nos sube el precio al doble o al tiple que mecanismo de defensa de nuestra economía nos queda?. Pues ninguno, estamos en manos de lo que nos quieran imponer, hemos puesto al lobo a guardar las gallinas.
26/09/2021 10:51
Coincido plenamente en que las nucleares serían la solución durante la transición energética pero la oposición social puede hacerla inviable. Nadie quiere una central Nuclear en su pueblo, en un paisaje idílico. Tendría que explicarse y dar incentivos económicos a las comarcas candidatas a la instalación. Las centrales Nucleares. necesitan mucho tiempo para su planificación y su ejecución por lo que tardarán en ser el soporte suficiente a las renovables

Con unos suministros de gas firmados con contratos de largo plazo las grandes petroleras podrían decidir qué parte de sus inversiones dedican a su negocio tradicional y que dedican a I+D en renovables y almacenamiento, y los consumidores tendríamos unas tarifas de luz y gas más reducidos. Hace 2-3 años leí que en UK se tenía previsto dejar de instalar Calderas de Gas para la calefacción de las viviendas de nueva construcción. En países bajos antes de final de año los ayuntamientos tienen que preparar con sus habitantes los planes dejar a los barrios libres de gas natural.
A corto-medio plazo creo que la solución es asegurar al máximo los suministros de Gas natural. Tendremos que entendernos con Argelia, Irán o Rusia. Evidentemente también con Estados Unidos, pero tampoco está exenta de huracanes o tensiones políticas.

Seguiré con mucho interés las próximas entregas.

Mientras que en el Norte de Europa ya tienen los planes para desinstalar el gas Natural, en España todavía se están realizando nuevas instalaciones.
26/09/2021 17:55
España es un país peculiar, indudablemente hay gente que no quiere nucleares, pero no me atrevería a decir que el sentimiento es mayoritario. Es más, en casos son decisiones políticas, como la de no permitir el Almacén temporal centralizado en Castilla La Mancha.
Y por cierto, ya se comercializan minicentrales nucleares, y esperemos, como parece que ocurre, que se pueden fabricar centrales que utilicen combustible torio en lugar de uranio, sin necesidad de refrigeración. Pueden cambiar las cosas. https://www.nature.com/articles/d41586-021-02459-w
Por otra parte, aquí nunca queremos lo malo pero si lo bueno. Queremos energías renovables pero tampoco minas de litio. Querer sorber y soplar al mismo tiempo.
Desde luego los contratos a largo plazo podrían ser una solución, pero a mí me entraría la duda sobre su cumplimiento en función de la situación del entorno.
Un saludo y gracias por el comentario.
26/09/2021 18:46
Me había olvidado de la solución de las mini centrales nucleares (small modular reactors, SMR)
Tras revisar un poco me llama la atención que además de China son Rusia y Argentina donde están en fase mas avanzadas de construcción.
https://www.iaea.org/topics/small-modular-reactors.
McKinsey hace predicciones del pico en el consumo de gas hacia el 2037(depende de la velocidad de la transición verde).
https://www.mckinsey.com/industries/oil-and-gas/our-insights/global-gas-outlook-to-2050.

Revolucionario las centrales de torio (gracias por él link). He buscado más información y recomiendan hay que hay divulgar la idea (para crear presión social), y conseguir inversión para I+D y finalmente tener una energía económica en el siguiente video: https://www.youtube.com/watch?v=tHO1ebNxhVI
Para después del 2030 un consorcio liderado Rolls Royce preve tener las primeras mini nucleares en UK. En España "¿pa cuándo?
27/09/2021 22:10
En todos los lugares del mundo existe población cerca de las centrales nucleares, igual que de las prisiones y de las minas, pero se construyen y se explotan, menos aquí.
28/09/2021 09:36
Lo único que puede salvarnos energéticamente hablando es la fusión nuclear. Y aunque hay avances aún queda mucho.

La fusión nuclear puede considerarse la singularidad.
12/10/2021 00:02
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