Desde que publiqué mi primer post en inBestia en el año 2013, he publicado diversos artículos sobre una idea clave recurrente: la importancia de no querer ver untecho de mercado antes de tiempo, de no bajarse de una tendencia solo por « miedo a las alturas », de esperar el tiempo necesario hasta que se forme un techo de mercado, de mantener siempre el foco en el largo plazo, de no intentar ser el primero -ni de los primeros- en ver un techo de mercado, etc. Por ejemplo:
- Cómo nos ayuda el Análisis Técnico a no bajarnos demasiado pronto de una tendencia.
- No queremos intuir un techo de mercado, queremos verlo.
- Es un error intentar vender en el máximo.
LA ESTRUCTURA DE UN TECHO DE MERCADO
Las grandes tendencias, antes de girarse, desaceleran. En un post de hace 3 meses comenté unas estadísticas que muestran lo que suele hacer el mercado después de subir más de un 10% en noviembre y diciembre. También publiqué en junio de 2020 un post que habla del "Breadth" ("respiración" o impulso) y de la amplitud de mercado: "Las 3 estadísticas (técnicas) que muestran que la increíble fortaleza del mercado podría ser duradera".
El Momentum del que vengo hablando mucho en los últimos meses, es la mejor síntesis de esta idea clave: la fortaleza reciente anticipa más fortaleza en un futuro próximo. Otra cosa es lo que venga después de ese "futuro próximo", es decir, después de esa « inercia alcista de corto plazo». Quizá empiece a llegar una « pérdida de inercia », un debilitamiento, que termine dando paso a una tendencia bajista. Pero con el mercado en subida libre, marcando máximos… ¿qué sentido tiene lanzar alertas todo el rato? Podemos estar o no de acuerdo con la locura de gobiernos y Bancos centrales, pero de poca ayuda sirve ignorar la realidad que muestran los gráficos, y peor aún, intentar oponerse a ella. De tanto decir "que viene el lobo", al final aciertas. Pero entre medias, te has perdido toda la fiesta... y se supone que aquí hemos venido a disfrutar de la fiesta (salvo que nos declaremos "short traders", es decir, especuladores bajistas...).
Es tremenda la cantidad de vídeos y artículos que veo por ahí avisando del crack que viene -siempre citando a algún gurú que le dé más peso al argumento-. Jeremy Grantham, Ray Dalio, Charlie Munger, son tres ejemplos que me vienen a la cabeza de gurús de los que se habla ahora y que estarían alertando de una "burbuja". La cuestión es que desde 2012, todos los años hay algún gurú de prestigio que alerta del fin de la tendencia, y de un crack inminente. Y al final, alguno tendrá razón... y será el próximo gran gurú del que todos los medios hablarán. El problema de fondo es que NO es rentable anticipar techos ni evitar cracks, porque eso te lleva inevitablemente a perderte las grandes subidas de largo plazo del mercado, que es lo que nos interesa. El precio a pagar para obtener esa rentabilidad -alcista- de largo plazo, son correcciones y sustos periódicos -es decir, volatilidad- pero los medios (y los inversores) ponen el foco en esas correcciones y esos sustos en lugar de poner el foco en la gran rentabilidad ALCISTA de largo plazo. Al final, nos quedamos con la anécdota en lugar de quedarnos con la película entera.
No digo que no haya peligros, ni que tengamos que ignorarlos actualmente. Lo que digo es que, por defecto, nuestra exposición debe ser alcista, y para dejar de serlo, necesitamos ver una acumulación de varios factores, no solo "factores potenciales de riesgo", y temas abstractos como el endeudamiento de los Estados. Parece claro que estamos entrando en una fase "potencialmente" peligrosa. Pero mucho cuidado con el TIMING, que al final lo es todo, especialmente cuando te planteas ir en contra (o quedarte fuera) de una tendencia alcista de largo plazo. Esta cuestión del timing significa en términos sencillos que antes de bajarse del tren, tenemos que comprobar que está reduciendo la velocidad (pérdida de inercia alcista) y se está deteniendo. El Momentum y el chartismo clásico nos ayudan de una forma clara y sencilla: el Momentum lo hace de forma sistemática (con un dato claro y objetivo) mientras que el Chartismo lo hace gracias a las pautas o figuras de techo, que son la forma en que TODOS los grandes mercados alcistas han terminado muriendo. Estas pautas contienen buen número de elementos OBJETIVOS, por mucho que globalmente el análisis técnico chartista sea más un arte que una ciencia. Es decir, hay cuestiones opinables y otras no, pero es relativa sencillo determinar si el mercado está en una configuración técnica bajista o no.
Por otra parte, está el tema de qué transmite la proliferación de vídeos y artículos catastrofistas, lo cual me lleva a la segunda clave para detectar el riesgo de una tendencia bajista inminente: el sentimiento.
EL SENTIMIENTO
Ningún techo de mercado de largo plazo se ha formando en medio del escepticismo, ni la desconfianza.
Y esto, independientemente de los fundamentales Macro y Micro de la economía. De alguna manera, antes de que SE AGOTE una tendencia alcista, necesitamos que una gran mayoría de inversores potenciales se hayan sumado a la fiesta, porque eso significará que la « gasolina alcista » se ha agotado (que queda poco "dinero fresco" por entrar en el mercado y seguir empujando los precios al alza), y en un momento dado, se revertirá, convirtiéndose en gasolina bajista.
Los grandes techos asociados a grandes burbujas se forman en medio de una EUFORIA GENERALIZADA. Esto no significa que no pueda llegar una caída importante en cualquier momento, porque las fases correctivas son normales en cualquier mercado alcista, y además son PROPORCIONALES a las subidas anteriores. Por eso el análisis técnico utiliza los potentes retrocesos de Fibonacci para estimar zonas objetivo de una caída, entre otras herramientas. En el siguiente gráfico muestro por ejemplo los retrocesos para el tramo alcista que empezó en noviembre para el Eurostoxx50: una caída hasta los 3800 puntos supondría retroceder un 23% del último gran tramo alcista, y a la vez, acercarse a la base del canal alcista. Nada del otro mundo: sería una respiración normal de mercado, y aunque fuera brusca y violenta, no sería una tendencia bajista, ni el principio del fin.
Insisto en que eso no significa que me sienta confiado y tranquilo con el mercado actual. Pero siendo objetivo, la realidad que se impone por encima de todo, es la tremenda fortaleza de la bolsa, y en este año 2021 hablamos tanto de EEUU como de Europa. De hecho, casi más de Europa, puesto que el Eurostoxx50 está más fuerte que el Nasdaq desde el 1-ene. Os dejo igualmente mi escenario para el Nasdaq, ahora en velas semanales (tomando la subida desde marzo-2020). Le dedicaré un vídeo en mi canal de YouTube (Invierte Con Ventaja) porque me parece especialmente interesante e importante, por el riesgo que veo de que las FAAMNG y las Growth sufran su propio "crack" (porque ahí sí ha existido una euforia exagerada).
Repasando las dos claves: Figura de techo y Sentimiento.
No bajemos la guardia. Soy el primero en estar « mosqueado » por las pocas correcciones que hay. Quizá estemos en medio de esa extensión alcista de final de ciclo, que en un(os) próximo(s) año(s) será rectificada a la baja. Pero en cualquier caso, la estrategia correcta no es anticiparse a la tormenta en medio de un cielo azul (desde un punto de vista técnico-chartista), sino tener claros cuáles son los signos que queremos vigilar para salir corriendo en cuanto los veamos. Es decir, no queremos ser visionarios, ni siquiera « pro-activos », sino « simplemente » reactivos.
Las dos claves para un posible gran techo de mercado son:
1. Una figura de techo, es decir, una pauta técnica-chartista que muestre un claro agotamiento de la tendencia alcista de largo plazo. Un doble techo, un soporte de corto plazo roto después de una larga consolidación lateral, un HCH (Hombro-Cabeza-Hombro), una línea de tendencia alcista que se perfore a la baja, o un principio de máximos locales decrecientes: todo esto son indicaciones técnicas de posibles problemas en el horizonte. Ahora mismo no tenemos nada de ésto, por lo que en todo caso, llegaría un "primer diente de sierra" bajista, que quizá después -y solamente después- podría traducirse en algo más.
2. Un sentimiento de confianza excesiva, de euforia y optimismo incondicional, una ceguera hacia los riesgos y problemas en el horizonte. ¿Existe esto ahora? Yo diría que NO, rotundamente. Al contrario, parece que todo el mundo está informado del gran riesgo que corremos, y además nos quieren avisar de ello. Cuanto menos curioso.
Repasemos estos dos puntos:
El punto 1 -figura de techo- no existe en absoluto ahora mismo. Si empieza a formarse ahora, podría tardar mínimo 3 meses, así que no tenemos prisa ninguna. ¿De qué sirve lanzar señales de alarma si ni siquiera hay nubes en el horizonte técnico? Por supuesto, eso no excluye que tengamos una corrección súbita violenta como tuvimos con el covid y el confinamiento en febr-mzo 2020. O también como tuvimos con el crack de 1987. De hecho, una de las preocupaciones actuales es que hayamos entrado en una « era » en la que se producen cracks (o mini-cracks) con más frecuencia. Paradójicamente, la llegada de los ordenadores sería un factor agravante de las caídas en picado, sin previo aviso, que desde un punto de vista técnico NO son ciclos bajistas, sino « solamente » correcciones (por dolorosas que sean). Una de las « novedades » que estamos viendo en los últimos años (2018 y 2020) es que han llegado dos correcciones violentas y verticales JUSTO DESPUÉS de marcar un máximo histórico o plurianual. Es decir, un cambio de humor extremo y radical sin fase de transición. Y esto es un tema preocupante porque nos obliga a ser más cautos y estar preparados para vaivenes más extremos, es decir, volatilidad no solo de corto plazo, sino sobre todo de medio-largo plazo.
En cualquier caso, ninguno de estos eventos (2018 y 2020) ha supuesto el fin de la tendencia alcista previa. De hecho, más bien ha supuesto un refuerzo de esa tendencia (un detalle técnico muy importante). El problema es que la violencia de las caídas (sobre todo la de 2020) y la forma en que llegaron (prácticamente sin preaviso) suponen unos elevados niveles de volatilidad difícilmente soportables para el 95% de los inversores. No es un tema secundario éste, pero es importante separar el concepto de "corrección" (asociado a "volatilidad"), del concepto de "tendencia bajista" (asociado a una recesión macroeconómica en la mayoría de los casos). Un inversor de largo plazo debe soportar correcciones como parte del juego, (y evitar caer en el riesgo de querer evitarse ese "dolor"), pero puede aspirar a protegerse de las grandes tendencias bajistas. La diferencia es muy importante.
En mi Curso de Análisis Técnico incluyo una serie de vídeos donde analizo en detalle el antes, durante y después de los grandes techos históricos de mercado (desde 1929 hasta 2012), es decir, qué ocurrió antes de que la tendencia se agotara, qué hizo el precio durante los 3-9 meses en los que dicha tendencia "dejó de subir", y qué hizo el precio posteriormente. El objetivo de esta comprensión de cómo se forman los grandes techos de mercado es comprender cuál es el mejor momento para vender (dentro de tu horizonte de inversión). Os dejo a modo de ejemplo con la tendencia alcista anterior, la estructura de techo y la caída posterior a 2008, donde se aprecian todos los elementos clave chartistas: la tendencia, el "dejar de subir" (figura de techo que dura 6 meses), el inicio bajista, la zona óptima de venta (que dura 7 meses), el pull-back, y la gran caída posterior (que constituye nuestro objetivo principal de lo que queremos evitar).
El punto 2 -euforia u optimismo « ciego » generalizado- tampoco existe. Seguro que alguno está pensando que sí existe (por la especulación con opciones, el caso de Gamestop, los penny stocks, etc), pero hay una diferencia importante: especulación no implica necesariamente euforia, aunque estén relacionadas. Puede haber una especulación salvaje pero a la vez una conciencia del peligro potencial que existe. En cambio, en los grandes techos históricos de mercado, además de una especulación salvaje existe una euforia, es decir, una inconciencia total sobre los riesgos y peligros que se están asumiendo.
Recordemos una de las mejores frases de la historia sobre la bolsa, de John Templeton:
LOS MERCADOS ALCISTAS NACEN EN EL MÁXIMO PESIMISMO Y DESCONFIANZA, SE DESARROLLAN EN EL ESCEPTICISMO, CRECEN EN EL OPTIMISMO Y MUEREN EN LA EUFORIA.
Estas son las cuatro grandes fases cíclicas de las bolsas, y aunque parezca complicado en realidad es relativamente sencillo saber dónde estamos aproximadamente en cada momento, o al menos, saber dónde NO estamos.
En este mes de abril de 2021, no parece que estemos en medio de una euforia económica y social generalizada, que es de lo que estamos hablando. Este punto es importante, porque no se trata de optimismo inversor exclusivamente, sino de optimismo social. Tenemos que ver portadas eufóricas y optimistas ciegas en periódicos y medios generalistas. De lo contrario, podría ser un techo pasajero o temporal, pero no sería un exceso de burbuja como hemos visto otras.
Nos vemos dentro de 3 meses.
Quizá todo esto pueda cambiar en los próximos meses y trimestres, si se forma una figura de techo (por ejemplo en el Nasdaq tendría más sentido, si fracasan estos nuevos máximos…), y si de alguna manera empezamos a ver un optimismo generalizado, por ejemplo una vez superada la pandemia. Este sería un escenario a vigilar, porque en el momento que la vida vuelva a la normalidad, nos encontraremos con unos gobiernos super endeudados, y unos estímulos económicos desorbitados, que se volverían en nuestra contra. En ese momento, y a contracorriente (como debe ser), empezaría la « gran distribución », es decir, la fase en la que los inversores minoristas compran en masa todo lo que venden los inversores inteligentes, tras lo cual empieza la tendencia bajista. Ese proceso de "distribución" tarda como mínimo 3 meses, y puede extenderse hasta los dos años.
Ya veremos. Por ahora no estamos en esas, y lo que realmente puede preocuparnos es una corrección fuerte, que como decía antes al hablar de la proporcionalidad, tendría sentido. ¿Significaría eso el fin de la tendencia alcista iniciada en 2009? Pues en principio no, pero como digo, esta pregunta ahora mismo no es pertinente: ya iremos viendo. Hoy por hoy, no existe ni figura de techo ni un sentimiento eufórico descontrolado. La persistencia con la que los índices de volatilidad implícita como el VIX o el VSTOXX se han mantenido arriba desde hace largos trimestres es un buen ejemplo de desconfianza del mercado, y de "no euforia".
Ahora, con el Eurostoxx50 y el S&P500 superando los 4000 puntos, parece que por fin la volatilidad implícita (es decir, el coste las opciones) rompe soportes y se acerca a la "zona de complacencia" (zona de mínimos). En ese momento, el mercado estará maduro para una eventual corrección, que como digo, no sería el principio de una gran tendencia bajista, sino en todo caso, el principio de un gran figura de techo, tras la cual -en caso de confirmarse- llegaría esa tendencia bajjista (asociada a una nueva crisis económica).
Nota: el próximo 5 de mayo empieza una nueva edición de mi Curso de Análisis Técnico online, con 3 nuevos módulos dedicados al Momentum. Consulta la página de contratación para más información sobre el temario, fechas y horarios.