Las nuevas perspectivas económicas de la OCDE publicadas hoy han revisado las expectativas de crecimiento global ligeramente a la baja (del 3,3% en marzo al 3,2% actual), debido principalmente a la incertidumbre y potencial impacto de las tensiones comerciales. Esta organización prevé un crecimiento del 3,2% frente al 3,5% del año pasado. No estamos hablando de ninguna rebaja dramática ni mucho menos, además apuntan a la estabilización del crecimiento alrededor de los niveles actuales, por lo que no prevén en su escenario base una mayor desaceleración. Pero como vemos en el gráfico representa la tasa de crecimiento más baja de los últimos años, solo después de 2016.
Uno de los factores de estas perspectivas es la fuerte ralentización del crecimiento del comercio global de bienes y servicios...
...que ha afectado particularmente fuerte a Europa y China:
La OCDE destaca que "Dada la importante participación de las compañías de la zona euro en las cadenas de valor globales, una mayor escalada en las tensiones comerciales globales podría ejercer mayor presión a la baja sobre las exportaciones y la inversión". Los efectos perniciosos de estas tensiones sobre las cadenas de valor globales lo hemos visto muy a las claras en la última polémica entre el gobierno estadounidense y Huawei, con todas las repercusiones que ha habido en los sectores tecnológicos y de semiconductores... aunque al final quizá no llegue la sangre al río, ya que desde la administración Trump han anunciado suavizar las restricciones, pero son cosas que no ayudan y como mínimo pueden dejar repercusiones difíciles de subsanar en el corto plazo... o incluso en el largo.
En este entorno de incertidumbre (que sin duda tiene efectos económicos al retrasar inversiones) es interesante tener en cuenta que el crecimiento de la eurozona ha sido revisado al alza, a pesar de lo comentado más arriba y de la percepción negativa que existe sobre el continente. En concreto, se ha revisado desde el 1% en 2019 al 1,2% actual. El crecimiento del Reino Unido se ha revisado al alza de manera más intensa, desde el 0,8% en marzo al 1,2% actual. La tasa de crecimiento de Rusia para 2019 se ha mantenido sin cambios, pero la del 2020 se ha revisado al alza en 6 décimas, desde el 1,5% al 2,1% actual. Por su parte, en EEUU también se ha registrado una ligera revisión al alza desde el 2,6% al 2,8% (también de 2 décimas como en el caso de la eurozona, pero porcentualmente menos relevante). La mayor parte del resto de países no mencionados han sufrido rebajas de estimaciones o se han mantenido estables.
El siguiente gráfico resulta muy interesante para ver cómo está compuesto el crecimiento global, desagregado por países o regiones. Vemos cómo China sigue siendo el país que más aporta al crecimiento global con gran diferencia, cerca de 1,2 puntos porcentuales (aportación que, a pesar de la desaceleración del crecimiento de los últimos años, se ha mantenido relativamente estable como comenté en un artículo reciente: "Un gráfico macro para reflexionar"). El siguiente motor de crecimiento es India, con una aportación notable, de algo más de 0,5 puntos. En tercer lugar tenemos a EEUU (0,4 puntos) y a bastante distancia la zona euro con una contribución de solo 0,15 puntos.
A pesar de la casi invisible contribución al crecimiento global de países como Argentina o Turquía, las delicadas situaciones que viven ambos países (con contracciones de sus PIB estimadas para 2019 del 1,8% y 2,6%, respectivamente) son el factor más importante detrás de la desaceleración global de las tasas de crecimiento en 2019 respecto a 2018. En segundo lugar tendríamos la desaceleración de la eurozona.
Como inversores, ¿podemos sacar algo de todos estos datos?
Después de este rollo de datos y gráficos macro, al final como inversores, lo que acabo de contar no nos interesa gran cosa realmente, salvo para hacernos una idea muy general de dónde estamos en términos macro. Pero de ahí a traducirlo en términos de inversión, va un trecho. Además, este tipo de estimaciones suelen tener un margen de error no desdeñable, y son revisadas con mucha frecuencia, por lo que pueden quedar como papel mojado en poco tiempo.
PERO, sí que me parecen interesantes en el sentido de que pueden reflejar el consenso sobre el entorno macro global y el sentimiento general de los agentes del mercado. Por ejemplo, en este caso indudablemente el gran tema a día de hoy es la escalada de las tensiones comerciales. Es un riesgo que ya está descontando el mercado, a diferencia de hace unas semanas donde todo parecía que iba a acabar estupendamente y sin fricciones. Pero de ninguna manera se descuenta en estos momentos una guerra comercial total, de otra manera las estimaciones de crecimiento para 2019 y 2020 serían mucho menores. Por tanto, digamos que a día de hoy existe un mayor margen de ser sorprendidos positivamente que antes de que reaparecieran las tensiones. En consecuencia, hoy parece mejor momento de añadir posiciones a activos de riesgo que cuando el escenario negativo ni se contemplaba porque Trump y China eran íntimos amigos.
Por el lado del recorrido a la baja, sin embargo, debe señalarse que en absoluto los organismos internacionales o el mercado anticipan una recesión global a la vista, a diferencia de lo que pareció ocurrir en medio del gran desplome de finales de 2018. Y es precisamente cuando el mercado ya descuenta que la recesión está cerca, cuando el riesgo suele ser menor.
Por otro lado, el último gráfico expuesto también me parece interesante para que los inversores lo tengamos en la cabeza. Nos dice, entre otras cosas, que entre China e India contribuyen más de la mitad del crecimiento global... por lo que quizá debamos prestar más atención a lo que sucede en esos países y mercados.
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