¿Estamos ante un rebote del gato muerto? Desde que los índices bursátiles hicieron suelo a finales de diciembre del año pasado, la mayoría de ellos se han anotado subidas superiores al 10%. La pregunta que ronda la cabeza de los inversores es si la recuperación actual es un mero rebote o la corrección sufrida hasta el momento es suficiente como para desplegar un nuevo tramo sostenido al alza.
Como hemos visto en las últimas semanas, hay opiniones para todos los gustos. Gestores tan prestigiosos como Bill Miller señalan que las bolsas se encuentran tan atractivas como en 2016 (desde donde se dispararon un 50%), mientras que otros como Crescat Capital, uno de los hedge funds más rentables del 2018, mantienen sus tesis bajistas y señalan que las caídas no han hecho más que empezar.
En esta misma línea se sitúan desde la firma de gestión GMO (Grantham Mayo Van Otterloo), que afirman que la burbuja generada durante los últimos años está empezando a desinflarse a medida que el sentimiento de los inversores se deteriora (a pesar de que los fundamentales siguen sólidos).
Consideran que el tamaño y la duración de los movimientos bursátiles vistos durante los tres últimos meses de 2018 son consistentes con los movimientos que se vieron durante el estallido de la burbuja puntocom y el crash de 1929. Estos movimientos han originado que las valoraciones retrocedan ligeramente y se encaminen hacia su media histórica. Con todo, tampoco descartan que la burbuja pueda reinflarse de nuevo antes de estallar definitivamente, tal y como sucedió entre los años 1998 y 2000.
(Fuente: Bloomberg)
Martin Tarlie, del equipo de asignación de activos de GMO y experto en el estudio de las burbujas financieras, señala que una razón para tomar seriamente su modelo es que las burbujas ocurren con muy poca frecuencia. Señala que desde finales del siglo XIX sólo ha habido cinco ocasiones (incluyendo la actual) que puedan considerarse burbujas. Las otras cuatro tuvieron lugar a finales de la década de 1910, en 1929, al principio de la década de los 80 y durante la burbuja puntocom. De este modo, tanto Tarlie como el resto del equipo de GMO consideran que lo mejor que puede hacer un inversor es reducir al máximo su exposición a renta variable estadounidense.
GMO son conocidos por haber anticipado correctamente los crash bursátiles de los años 2000 y 2008, aunque en los últimos años han tenido resultados muy pobres. Han mantenido durante años el argumento de sobrevaloración de casi todos los activos, recomendando cautela a los inversores ante el inminente estallido de la burbuja. Aun así, no está de más tener presentes sus opiniones dado que son grandes estudiosos de los fenómenos de las burbujas financieras a lo largo de la historia.
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