La situación económica actual es paradigmática. Si bien tenemos algunos datos macro que señalan una clara y evidente desaceleración económica de ciertos sectores económicos (principalmente del sector manufacturero), también hay datos que muestran un sólido crecimiento de algunas otras partes de la economía como el sector servicios. Y por si esto fuera poco, hemos de tener en cuenta todos los aspectos relacionados con la guerra comercial, el Brexit o las actuaciones de los bancos centrales y que indudablemente van a impactar en la evolución de la economía (por ejemplo, el Brexit está teniendo más impacto en la economía alemana que la guerra comercial). Por ello, poder afirmar actualmente qué va a suceder en el terreno económico en los próximos meses es una tarea altamente compleja (tanto podríamos dirigirnos hacia una inmediata recesión como a un repunte económico si ciertos aspectos se solucionan).
En esta línea tan divergente entre datos positivos y negativos, nos encontramos con los indicadores de confianza de los consumidores y ejecutivos (CEOs) elaborados por The Conference Board. Si nos fijamos en los últimos datos disponibles de los ejecutivos, se puede apreciar el fuerte desplome de su confianza en relación con las perspectivas económicas futuras, la cual se acaba de situar en niveles que históricamente han coincidido con las últimas recesiones económicas.
(Fuente: Babak)
Tal y como apuntan desde The Conference Board, “sólo el 13% anticipa que las condiciones económicas mejorarán en los próximos seis meses. Mientras tanto, el 44% espera que las condiciones económicas empeoren en los próximos seis meses”. Del mismo modo, y con respecto a la evaluación de las condiciones económicas globales por parte de los CEOs, la fotografía es muy similar. Estos siguen siendo muy pesimistas sobre las perspectivas de crecimiento económico global, siendo Europa y China las que presentan un panorama menos favorable.
Si las perspectivas que manejan los ejecutivos son muy pesimistas, la confianza de los consumidores en relación con las condiciones económicas actuales (línea azul oscura) así como con las expectativas futuras (línea azul clara) se encuentra actualmente en máximos del actual ciclo económico.
(Fuente: Brad McMillan)
Teniendo en cuenta los datos, nadie puede negar la evidente discrepancia existente entre la visión y las perspectivas económicas de ejecutivos y consumidores. Si bien los primeros se mantienen muy pesimistas, los segundos muestran una clara y absoluta confianza en la economía (tanto presente como futura).
El sentido común nos dice que los ejecutivos son los que tienen información más fiable y real sobre la evolución de su negocio (pedidos futuros, conversaciones con proveedores, demanda de los consumidores, etc.), por lo cual su visión parece más cercana a la realidad. Sin embargo, también cabe la posibilidad de que su temor sea exagerado y no se corresponda tanto con la realidad. Ayer mismo conocimos unos buenos datos del sector servicios de la Eurozona que muestran que la guerra comercial y la contracción del sector manufacturero mundial aún no está pasando factura a este sector, que es el más importante con diferencia de las economías desarrolladas.
(Fuente: inBestia)
La resolución en los próximos meses de muchos aspectos pendientes como el Brexit, la guerra comercial o las políticas monetarias que adopten los bancos centrales nos darán respuesta a muchas de estas preguntas. Sin embargo, e independientemente de quien tenga razón, no conviene olvidar que la economía se mueve por ciclos y que tras diez años de expansión económica no debería extrañarnos que una recesión económica esté a la vuelta de la esquina.
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