Hace unos días Toyota anunció planes de aumentar su inversión en la producción de vehículos propulsados a partir de hidrógeno. Este era hasta ahora un proyecto en una fase muy inicial que comenzó a ser relevante en 2014 con el lanzamiento de Toyota Mirai. Esta tecnología no ha ganado tanta fama como el motor eléctrico a través de baterías, no hay grandes expectativas en general en la comunidad de la automoción. De hecho, solo tres compañías están experimentando seriamente con ella: Toyota, Honda y Hyundai**.
En esta nota de prensa de Reuters hay ideas y detalles muy interesantes para entender el ciclo de innovación de vehículos. Hasta ahora, el modelo Toyota Mirai se fabricaba “a mano” en una planta especial dirigida por 13 ingenieros, un signo claro de que la compañía no deseaba producir a gran escala hasta tener cierta experiencia y haber logrado un punto de partida suficientemente económico. No tiene sentido escalar algo que todavía es un proyecto que no tiene posibilidades de ser rentable a gran escala.
Recientemente, Toyota asegura haber sido capaz de reducir el uso de materiales caros como platino y titanio en la producción de la pila de hidrógeno. Espera ser capaz de seguir mejorando en este aspecto para que no se produzcan cuellos de botella en materias primas clave. De hecho, se tiene en cuenta que uno de los grandes problemas del vehículo eléctrico con batería es la dependencia de ciertas materias prima clave como el cobalto. Sin un plan claro para resolver la dependencia de materias primas escasas en el planeta, estas tecnologías no van a poder convertirse en una alternativa definitiva a gran escala. Si su producción se elevase de forma masiva, comenzarían a subir los precios de los componentes perjudicando gravemente a su rentabilidad.
Pila de hidrógeno de Toyota en la exposición de automoción de Nueva York en 2014 - Imagen de Joseph Brent en Flickr - CC BY-SA 2.0
Además, considera que es capaz de elevar la autonomía del vehículo desde los 500 km actuales hasta los 700-750, lo que no quedaría muy lejos del motor de combustión actual. Una de las ventajas del hidrógeno es que la actual red de estaciones de repostaje podría adaptarse con pocas inversiones a la distribución de hidrógeno. Las mismas compañías que gestionan el almacenamiento de los hidrocarburos (Linde, Air Liquide) no tendrían gran problema en gestionar tanques de hidrógeno. Esta característica no se cumple para la distribución de electricidad, que requeriría el conocimiento experto de compañías de distribución eléctrica y una infraestructura totalmente nueva.
Una vez que ha empezado a resolver algunos problemas importantes, Toyota pretende aumentar la escala de la producción de vehículos con pila de hidrógeno, pero para ello necesita conseguir que muchos componentes sean compartidos con otros modelos más grandes. Sin suficiente escala no va a ser posible reducir el coste de muchas partes del vehículo, una política que han desarrollado con gran éxito los fabricantes de automóviles donde muchos modelos comparten un porcentaje importante de componentes de todo tipo. Esta forma de producir ha premiado a los fabricantes con mayor escala, que pueden reducir el coste por unidad aún más.
Toyota tiene cierta reputación como fabricante e innovador, de hecho fue uno de los primeros fabricantes en apostar decididamente por el vehículo híbrido en los años 2000. Por supuesto, cuenta con una experiencia y conocimiento muy extendido de todo lo relacionado con la planificación y producción de coches, lo que permite preparar y diseñar esta tecnología de cara a los problemas que van a tener en sus plantas de producción a gran escala. Claramente hay un filtro de expectativas y exageraciones que a menudo escuchamos con compañías emergentes, donde se quiere vender la piel del oso antes de cazarlo.
Es evidente que esta tecnología es aún incipiente y considero que opciones intermedias como el motor de gas podrían ser una opción interesante a medio plazo. El gas natural no es una opción perfecta pero s mejora en cuanto a emisiones de CO2 en porcentajes significativos a la gasolina, al mismo tiempo que la tecnología necesaria de combustión no es radicalmente diferente. De hecho, está siendo una alternativa importante junto con el hidrógeno para autobuses urbanos o camiones. Los camiones de gas han empezado a probarse entre transportistas de forma seria y no solo como algo especulativo.
Si el principal argumento para el motor eléctrico con batería es “la tecnología de la batería mejorará en el futuro”, ¿por qué no se considera esa posible mejora para otras alternativas como la pila de hidrógeno? Incluso podríamos considerar la mejora en emisiones del motor de combustión, todavía no hemos visto a los grandes fabricantes poner toda la carne en el asador en este aspecto. Me parece lógico que sean capaces de reducir las emisiones de partículas y CO2 significativamente, eso sí, a costa de reducir ciertas prestaciones del vehículo. Ahora mismo, mi visión varias de estas tecnologías estarán obligadas a coexistir durante mucho tiempo ya que ninguna soluciona todos los problemas de forma perfecta.
**La información de que solo tres fabricantes (Toyota, Hyundai y Honda) están experimentando con hidrógeno para automóviles es errónea, otros fabricantes llevan investigando desde hace muchos años (ej: caso Opel)
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No sé en qué acabará todo esto pero Toyota se ha ganado mi confianza. Compré hace poco uno de sus híbridos y es una maravilla, además de sacar mucha ventaja a la competencia. Casi todos sus modelos se ofrecen ya en versión híbrida, muchos en exclusiva, y ya no venden vehículos diesel (salvo furgonetas y similares para profesionales).
Al mismo tiempo, me dio la sensación de que no se flipan adelantándose a los tiempos: ellos mismos reconocen que les encantaría ofrecer híbridos enchufables pero, tal y como está la cosa, es meterse en un berenjenal ahora mismo.
Innovadores con los pies en la tierra. Toyota entra en mi lista de la compra.
En respuesta a Antonio Fajardo
Lo de abandonar diésel encaja bien porque es una compañía muy centrada en mercados como el norteamericano en el cual el diésel no se ha utilizado prácticamente en automóviles. Dudo que los más centrados en Europa lo abandonen.
Un saludo.
En respuesta a Antonio Fajardo
Toyota se ganó mi confianza desde que era pequeño, he visto los mismos todoterrenos toyota desde que tenía memoria hasta día de hoy en algunos agricultores de la zona, increíble. Su fiabilidad es altísima, siempre ha sido mi marca preferida.
La industria del automóvil en general está a buen precio. No está de moda y existe mucho temor por el futuro. Ideal para obtener buenas revalorizaciones.
En Madrid a los dieseles les están dando jaque y supongo que a muchas capitales, Europa después del coñazo de la gasolina sin plomo va y se apuesta por el gasoil...jajjaja
Los jaques al gasoil va a obligar a las marcas a avanzar en el desarrollo de motores limpios , si Toyota apuesta por esta tecnología las demás marcas también , los jaques al gasoil les obligará a mover ficha,
Sería conmovedor ver a Trump montado en un híbrido,jajaja
En mis gráficos aparece el fin de la era del petróleo ,jajajs
El hidrógeno es muy caro y difícil de almacenar y muy peligroso para usarlo en coches a gran escala.
Las baterías de sodio pueden ser la revolución de la industria si se logran desarrollar bien, ya hay algunos investigadores trabajando en ello sobre todo una señorita portuguesa y un señor norteamericano inventor de las actuales de ion litio. Hay algo más abundante y barato de conseguir que el sodio? Creo que no. Ya lo dijo el genio nikola Tesla, algún día
tendremos que ir al mar a buscar la energía, no iba desencaminado el genio balcánico.