La volatilidad no es riesgo II: "tengo miedo a los vaivenes del mercado"

7 de septiembre, 2015 12
Gestor cuentas gestionadas en GPM Sociedad de Valores. Profesor del Experto de Bolsa de la Universidad de Alicante Autor libro "El Inversor... [+ info]
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El pasado viernes recibí un email de un amigo que decía así:

Hola Hugo, perdona que te moleste, pero te escribo porque estoy desconcertado con la bolsa, con la volatilidad, ayer sube casi un 3% y hoy baja lo mismo. ¿Cómo ves el mercado de valores?

Soy inversor miedoso e ignorante. Gracias.

Un cordial saludo

Y le iba a responder rápidamente, pero me he decidido a responderle de forma extensa y de paso poder aprovechar para volver al tema de que la volatilidad no es riesgo sino una bendición para los inversores, un tema que he tratado con anterioridad y que pueden encontrar en esta etiqueta del blog "invertir es de sabios".

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Buenos días XXXXX, he decidido darte una respuesta completa a tu sensación de incertidumbre, atendiendo a la alta estima que te tengo y el apoyo de tu parte desde siempre. Espero que te sirva, si no bien para tranquilizarte con la situación actual, al menos para que sepas cuál es mi idea de las cosas. Aunque es una respuesta personal, la he preparado con la idea de poder publicarla como un artículo, si tu me das el permiso y omitiendo referencias personales, ¿puedo?

Sobre el mercado lo veo exactamente como expreso en los informes y en mi blog de inBestia. Todos los indicadores macroeconómicos, tanto de EEUU como de Europa, señalan que hay que seguir siendo alcistas. Ya sabes, ser alcista significa estar la mayor parte del tiempo posicionado al alza aunque no exactamente siempre.

Los mercados son siempre fuente de incertidumbre y la volatilidad y los movimientos erráticos son inherentes al propio mercado de valores. Es su naturaleza y como tal hay que aceptarla y no sentirse ansioso, sino seguir el plan de inversión establecido previamente (estrategias y tácticas).

Hay una buena razón por la que la categoría de inversión "renta variable" es la históricamente más rentable de todas (1, 2 y 3) : es difícil tener el conocimiento, templanza y perspectiva suficiente para no sucumbir a los retrocesos, los momentos de confusión y volatilidad que periódicamente se dan.

Un depósito bancario te puede dar un 0,5% de rentabilidad y la volatilidad es 0. Tener un depósito es fácil y no conlleva ansiedad. Sin embargo, invertir en renta variable a largo plazo otorga un 8% de rentabilidad anual. Esa gran diferencia de rentabilidad existe porque a cambio hay que soportar grandes dosis de incertidumbre y a veces durísimos mercados bajistas que pueden eliminar temporalmente parte de nuestras inversiones.

Si fuera fácil, entonces los inversores estarían dispuestos a pagar un precio mayor por unos mismos beneficios y la rentabilidad de largo plazo se reduciría drásticamente hasta igualarse a la de un bono, una letra o incluso un depósito.

Es por ello que no hay que ver la volatilidad como un enemigo, sino como un aliado, porque ayuda a mantener en niveles bajos el sentimiento de los inversores y por tanto garantiza que la rentabilidad a largo plazo siga siendo excelente.

Es más, se da la paradoja que productos de inversión y ahorro con poca o nula volatilidad esconden en el 99% de los casos el verdadero riesgo a la hora de invertir: una baja rentabilidad de largo plazo. Y lo que tiene una volatilidad mayor, por ejemplo la propia del mercado de acciones, a pesar de que puede ser percibida como arriesgada en el corto plazo, es la menos arriesgada cuando uno tiene un horizonte de inversión mayor.

Cuando uno apuesta por productos de baja volatilidad o está expuestos a ellos en exceso (siempre conviene tener algo en estos productos), en verdad está apostando por el miedo, por el cortoplacismo o incluso a veces en estafas como la célebre de Bernard Madoff que engañó a cientos de inversores sofisticados bajo la promesa de una volatilidad casi nula para una rentabilidad del 10% anual.

Desde mi punto de vista, en la casi totalidad de los casos, la falta de volatilidad es sinónimo de miedo, ceguera, fraude y pobreza a largo plazo. Sin embargo, cuando invertimos en bolsa estamos apostando por el optimismo, la visión, la creatividad, el esfuerzo humano y el éxito empresarial. La historia de los dos últimos siglos, una época prodigiosa en nuestra historia como especie, ha demostrado que quienes apostaron por la raza humana y sus logros acertaron y quienes apostaron por las visiones oscuras, el pesimismo y las visiones conspiranoicas del mundo se equivocaron.

No digo que haya que estar invertido siempre, ya sabes que no lo hago, pero el sesgo general debe ser ese y solo hay unas pocas ocasiones en las que está justificado estar fuera del mercado de valores. Lo erróneo es eliminar la volatilidad de forma sistemática, o ser pesimista de forma constante, o tener miedo a estar invertido en bolsa por los mil y un fantasmas que nos rodea,n porque al final lo único que conquistaremos son rentabilidades pírricas mientras el mundo crece.

Hace tiempo expliqué en mi artículo "Cuánto hace falta para vivir de la bolsa" que hay tres tipos de clases sociales: la de los que intercambian su tiempo por dinero, la de los que intercambian productos de valor por dinero y los que no dependen de terceros, los rentistas.

Para pertenecer a esta última clase social, autónoma e independiente gracias a sus activos e inversiones, y no salir de ella, es necesario tener la mayor perspectiva de todas. Hay que ver mejor, más ancho y más lejos.

Si no se tiene esta perspectiva amplia nunca se podrá ser independiente y si se abandona esa perspectiva uno se condena a descender a la clase que intercambia bienes o trabajo por dinero.

¿En qué consiste esta perspectiva? Simplemente significa aceptar la incertidumbre, volatilidad y pérdidas de corto plazo a cambio de algo mejor en el largo plazo. Significa comprender los mecanismos básicos de los mercados y lo que puede esperarse de ellos.

Creer que los mercados han de procurar un sueldo o una ganancia más o menos estable y regular son consideraciones erróneas propias de las clases trabajadora y creativa que que viven bajo el esquema de que tienen que llevar a un sueldo a casa cada mes.

La clase independiente sabe que esto no es así. La bolsa no es un mecanismo del que extraer salarios para la supervivencia, sino un mecanismo de inversión y ahorro sujeto a grandes dosis de incertidumbre, el cual, precisamente gracias a esa incertidumbre, logra alcanzar los objetivos de largo plazo: beneficiarse con un buen rendimiento del crecimiento económico general.

Esto último no es una teoría sino la pura realidad que he podido ver en mi familia. Mi bisabuelo, un señor fallecido en la década de los sesenta, era una persona de gran riqueza. Me sería imposible cuantificarla pero una estimación conservadora arrojaría una riqueza de varias decenas de millones de euros de hoy en día: tierras, bodegas, múltiples bienes inmobiliarios y negocios.

Resulta que sus hijos y los hijos de sus hijos, acomodados en esa riqueza y miedosos a perderla, siempre apostaron por el miedo, por la certidumbre y por una plancentera y tranquilizadora sensación de seguridad. Y si bien es verdad que hemos llegado hasta el día de hoy viviendo bien, la realidad es que ese patrimonio no ha aumentado, sino que se ha estancado y ahora está repartido entre muchos descendientes que se ven obligados a intercambiar su creatividad y trabajo por dinero.

Si esa riqueza, en vez de extenderla una y otra vez en productos de baja volatilidad y poco rentables, se hubiera movido un poco más exponiéndola al crecimiento económico general a través de los principales beneficiarios de ese crecimiento (las empresas), hoy disfrutaríamos de un patrimonio más extenso, que nos aportaría más independencia y seguridad. Pero como se pensaba que se estaba siendo cauto en el corto plazo, al final el resultado de largo plazo ha sido el contrario: menos riqueza, menos independencia y seguridad. Si uno se ama a sí mismo, a sus hijos y a los hijos de sus hijos, debería abandonar las cautelas cortoplacistas, entender cómo funcionan los mercados y apostar por el crecimiento de largo plazo.

En los mercados como en la vida, todo consiste en el sacrificio de un bien a cambio de otro bien. En un mundo de recursos limitados cuando se tira de un lado de la sábana el otro lado queda descubierto. Es nuestra elección elegir que lado de la cama cubrir y cual sacrificar. 

Yo lo tengo claro, acepto el sacrificio de la volatilidad e incertidumbre del corto plazo por un bien mayor. Y, lo que para mí quiero, eso quiero para mis clientes. Mi negocio es la rentabilidad, no vender sensaciones de seguridad y certidumbre que permitan dormir mejor por las noches. Sé que no es fácil, tomar riesgos no es sencillo y a veces puede ser una pesada carga. Quienes tomamos riesgos sabemos que estos siempre dejan una marca en el alma. Pero en la vida todo tiene un precio, si no, como decía antes, si todo fuera más seguro invertir en bolsa no sería rentable.

Por último, volviendo a los mercados y en concreto a la operativa del compartimento fondo de inversión Renta 4 Multigestión / Ítaca Global Macro, solo puedo decir que seguimos alcistas. Por supuesto que no puedo garantizar que la tendencia económico-bursátil de fondo es alcista. Tal vez ha cambiado. Sin embargo, nosotros solo cambiaríamos de rumbo en el momento en el que los datos nos indiquen que el ciclo económico ha cambiado. Somos dependientes de los datos.

Operando así, es verdad que en los infrecuentes cambios cíclicos de la economía, estaremos unos pocos meses por detrás del mercado y es que sacrificamos el ser los primeros en esas tendencias por una mayor fiabilidad que nos evite sumarnos a tendencias falsas.

De hecho, visto al revés es lo que queremos. Durante el año 2012 nadie daba crédito a que se hubiera iniciado un mercado alcista, yo lo daba. Durante el año 2013 muy pocos eran capaces de sumarse a la tesis alcista, pero nosotros lo éramos. Durante el año 2014, incluso nosotros tuvimos dudas, pero continuamos siendo alcistas porque los datos seguían siendo buenos y sabíamos que lo probable era ver más subidas, como así ocurrió.

Para nosotros seguir el ciclo macroeconómico gracias a los indicadores adelantados (coincidentes con el mercado de acciones), supone no caer en las trampas de la volatilidad fácilmente y no dejar de ser alcistas antes de los mejores momentos de la bolsa, que precisamente se dan cuando la incertidumbre es elevada.

¿Ocurrirá en esta ocasión como en las anteriores ocasiones? Los datos macroeconómicos me dictan seguir siendo alcista y en principio espero el mismo desenlace que en los pasados años. Sin embargo, el mundo puede cambiar y toda tendencia terminar. Si es así, cuando esos datos macroeconómicos adelantados lo señalen, dejaremos de ser alcistas para pasar a ser bajistas. A partir de ahí, nuestro trabajo será evitar la parte del mercado bajista que podamos e incluso generar rentabilidad con las caídas si se da alguna oportunidad en ese entorno, pero siempre con la vista puesta en el próximo mercado alcista, que es donde de verdad se genera rentabilidad.

Mi trabajo y mi enfoque del mercado siempre lo mantengo desde la perspectiva de que es el mercado no es un mecanismo que me pueda aportar un sueldo o una ganancia cada día, cada semana, cada mes o incluso cada trimestre. Lo que busco es la rentabilidad a largo plazo para mi y mis clientes "navegando" el ciclo económico para intentar batir al mercado y hacerlo mejor que ese 8% de largo plazo.

Un fuerte abrazo

Usuarios a los que les gusta este artículo:

Este artículo tiene 12 comentarios
antiguo usuario
En mi caso la volatilidad son oportunidades que se suceden, sin tener que buscarlo aparecen solas, mientras todo el mundo busca la oportunidad para entrar, la volatilidad es como el baloncesto meten muchos puntos y el reloj no corre,
07/09/2015 14:31
antiguo usuario
Hace tiempo escribiste algo así como que la volatilidad era como el alcohol para los nativos australianos o el azucar para tus sobrinos. Que nos vuelve locos. No recuerdo donde lo leí pero sé que lo escribiste tu.
07/09/2015 15:14
antiguo usuario
Seguro que XXXXXXXX es José Carlos Diez...
07/09/2015 17:57
Y es más, para los "pobres", que somos la mayoría de los que pululamos por estos lares, no nos queda más remedio que echar valor y lanzarnos al monte(o sea la bolsa), si no queremos quedarnos atrapados en esa pobreza para siempre.
Así que ánimo y al toro.
07/09/2015 18:00
antiguo usuario
Supongo que el xxxxx es un Value investing, jajaja
07/09/2015 18:05
La volatilidad es el mejor aliado que conozco, para muchos es incertidumbre pero para otros es belleza. Es como la energía atómica si sabes usarla a tu favor es un excelente recurso energía económica y limpia, pero si no se usa correctamente es apocalíptica. Hay un paso entre uno y otro, el mercado genera sus mayores rentabilidades cuando esta volátil, y el “pit” se encarga de vender eso como miedo para que muchos no lo aprovechen, el compañero claramente es una víctima de eso. Donde hay caos hay un orden cuando el mercado se pone volátil es perfecto y hasta hermoso, na hay mucho diferencia en operará en un mercado con un VIX en 40 que con el VIX en 13 es lo mismo a la inversa y un poco más rápido es todo, el miedo es un prejuicio que has concebido en tu mente romperlo y veraz. Como prueba de que la volatilidad es una bendición aquí los resultados de una posición abierta que llevo en VXX 369% y va a terminar al menos en 600% pura volatilidad.

Y estoy planeando hacer un roll a la baja para aprovechar la volatilidad a la baja pues el mercado va a rebotar pronto y con fuerza y muy probablemente visite los máximos históricos, solo para llevar a cabo otra gran cacería y arrasar a los tienen miedo.

No existe el orden en el mundo que nos rodea, debemos adaptarnos al caos.
Kurt Vonnegut

PD: Lee esto es un poco despiadado pero es la verdad.

http://inbestia.com/analisis/muere-como-tiburon-o-vive-como-sardina-correccion-dura-o-crack-a-la-vista
07/09/2015 19:01
Es oportuno recordar lo que decía Kostolany acerca de la relación entre la economía y la bolsa:
”La relación del mercado y la economía es como un hombre que pasea con su perro por la calle. El hombre sigue su paso de manera continua y regular: esto es la industria. El perro corre, avanza, salta de un lado para otro, regresa donde está su dueño, se adelante de nuevo y así sucesivamente. Su camino se parece al que siguen las acciones y valores, con los mismos movimientos de avances y retrocesos. Pero ambos siguen avanzando, el dueño y el perro y finalmente llegan a la meta de su paseo. Mientras el hombre ha andado un kilómetro, su perro para hacer el mismo camino, habrá recorrido dos o tres veces esa distancia. Así se mueven los cambios en una bolsa desordenada. Dan dos pasos adelante y un paso atrás, pero acompañan en su avance a la producción industrial (economía)”
Andre Kostolany – El fabuloso mundo del dinero y la bolsa
08/09/2015 02:39
antiguo usuario
Eso,eso, yo soy como el chucho, jajaja, no me interesa wuarren, la yelen, dragui, linch,
Kolastany ya si, los chuchos si, sobre todo cuando se va del amo y cuando vuelve a el, jajaja, viva el perro de Kolastany, jajaja, guau,guau,guau, jaja
08/09/2015 08:37
antiguo usuario
Despues de meditarlo creo que el chucho sabe mas que Kolastany,jajajs
09/09/2015 12:11
Los caminos de la bolsa son insondables. Mientras ganes dinero, para ti bueno será. Yo sin embargo, prefiero la mirada al frente, el pasito corto y seguro y la confianza en el mañana. Es un poco más aburrido, pero por suerte, para estar entretenidos tenemos estos foros de bolsa que te distraen mientras esperas que pase el tiempo y se acumulen las plusvalías.
un saludo.
08/09/2015 19:10
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