Ayer me hice eco en mi cuenta de twitter del dato de nuevas peticiones de los subsidios por desempleo en los EEUU. Es decir, el número de personas que cada semana piden "el paro". La pasada semana el número de nuevas solicitudes fue de 244.000 y la media mensual fue de 240.500, cifra que es la más baja -por tanto positiva- del actual ciclo expansivo de la economía norteamericana.
En el siguiente gráfico podemos ver la evolución del índice bursátil S&P 500 -gris- y la de este dato de peticiones del paro -magenta- que he invertido para mostrar la correlación entre el uno y el otro.
Cuando este indicador laboral mejora -asciende en el gráfico- es porque la economía sigue creciendo, mismo factor que está detrás de las tendencias de medio plazo en el mercado de acciones. De ahí que ambas métricas presenten una alta correlación y motivo por el que valoraba positivamente este dato de empleo. La bolsa americana, sin estar en precios de burbuja, lo cierto es que no está barata y es absolutamente necesario que la economía siga expandiéndose para traer esos beneficios en los que cotiza hoy el mercado.
Ante mi comentario, recibí una respuesta de un contacto en twitter que pongo a continuación:
Lo que muestra @xaquinonil es un gráfico en el cual en el panel superior aparece la tasa de paro de los EEUU y en el panel intermedio el S&P 500. Como perfectamente puede apreciarse, cuando la tasa de paro "forma un suelo" y comienza a ascender, coincide de forma bastante precisa -dentro de una ventana temporal de unos muy pocos meses- con los máximo cíclicos del mercado de acciones.
Tanto el indicador del que yo hablo, como el que menciona @xaquinonil son dos indicadores muy interesantes. De hecho, la tasa de paro, observada desde varios ángulos, es uno de los indicadores macroeconómicos en los que más me centro y que menciono ampliamente en mi libro.
Así que cuando hay o parece que hay una contradicción entre dos indicadores macro, vale la pena detenerse un momento en esa contradicción y ver cuál es realmente la situación.
Lo primero de todo, es preguntarse si la tasa de paro realmente está "haciendo un suelo". Así, a ojo, como se ve en ese gráfico, parece que estamos ante una "formación de suelo". Sin embargo, con estas cosas hay que tener cuidado porque nuestra apreciación subjetiva puede llevarnos fácilmente a error. El siguiente gráfico muestra como en julio de 1952 parecía que la tasa de paro había formado un suelo cíclico; que tras más de un año sin descender comenzaba a repuntar señalando la senda de una nueva recesión.
Sin embargo, un año después lo que parecía un suelo no lo fue y la tasa de paro siguió disminuyendo (julio 1953).
Tenemos muchos ejemplos como este, de supuestos suelos en la tasa de paro, que luego no fueron. De 1955 a 1957 se pudo haber dicho en varias ocasiones que había un suelo. Lo mismo en los años 1963, 1985, o en 1995-96. Observar las cosas así, en este caso, lo único que puede llevar es a error.
Por esto, es mucho mejor aplicar algún tipo de transformación que objetivice la observación de este indicador desde el punto de vista cíclico. El método más obvio, que incluso es utilizado por la Reserva Federal de los EEUU, es simplemente medir la variación de la tasa de paro en el último año, tal y como se ve en el siguiente gráfico.
Con este método, pasamos de apreciaciones visuales a apreciaciones numéricas. Lo primero que observamos es que cuando la tasa de paro aumenta 4 décimas en 12 meses, siempre ha habido una recesión. Es el nivel en el que hasta ahora no ha habido ningún falso positivo de crisis económica. También vemos que en las últimas fechas la variación a un año parece que se estanca y se aproxima a 0, siendo la lectura del pasado mes de enero de -0,1; es decir, que la tasa de paro entre enero de 2016 y enero de 2017 solo descendió una décima.
¿Es esto una señal de peligro? ¿de fin de ciclo y por tanto techo en el mercado de acciones? De momento no porque son varias las ocasiones en las que la tasa de paro se estanca durante un año o incluso algo más para a continuación seguir descendiendo. El gráfico siguiente es el mismo que el anterior, pero esta vez señalando las ocasiones en las que la tasa de paro se estancó durante un año o que incluso creció levemente en ese periodo y que no fueron precursoras de recesiones económicas.
Básicamente se aprecia que es normal que ocurra esto con una alta frecuencia y que por tanto analizando el ciclo económico y el mercado de acciones siguiendo patrones visuales, en término medio lo vamos a hacer bastante mal porque nos va a llevar a posicionarnos defensivamente, o incluso a la baja, en medio de las tendencias bursátiles alcistas. Esto constituye el pero de los pecados que un inversor puede cometer.
Además, un indicador macroeconómico por sí mismo no sirve de nada. Es aconsejable hacerse con una batería de indicadores y, cuando varios de ellos apunten en la misma dirección, entonces pensar que esa es la dirección macroeconómica real. Sumando varias señales de indicadores macroeconómicos de calidad, conseguimos aminorar el ruido.
¿Qué indicadores son estos? Ya que hablamos del ciclo, en realidad cualquier indicador bien calculado y que sea líder o al menos coincidente con el mercado de acciones, nos valdrá. Pero en este caso, en el que hablamos de un indicador laboral, la suerte es que tenemos bastantes indicadores laborales de gran calidad con los que poder hacer una comparación para llegar a un veredicto final.
Uno es el mismo del que hablábamos al principio. Pero hay otros. El siguiente gráfico muestra la variación mensual en la creación de empleo en el sector privado estadounidense. De momento está en positivo, habiéndose creado en enero 237.000 puestos de trabajo. Solo cuando se producen unas pocas lecturas continuas por debajo de 0, es decir, varios meses destruyendo empleo, es cuando estaría señalando la entrada en una recesión económica.
Por otro lado, el número de puestos de trabajo vacantes ofrecido por las empresas, aún no habiendo aumentado, no se contrae en los últimos 12 meses.
O el propio indicador elaborado por la Reserva Federal, el llamado Labor Condition Index, sigue por encima de 0 y lejos de los -10 puntos en los que debería estar si en estos momentos se estuviera entrando en una fase recesiva de la economía.
Y por terminar, también podemos observar el Employment Trend Index -en azul- calculado por The Conference Board y que el mes pasado registró un nuevo máximo cíclico.
Todos estos indicadores laborales, de gran utilidad, no cuentan la misma historia que estaría contando el supuesto suelo en la tasa de paro de los Estados Unidos. Ante tal divergencia, lo más precavido es determinar que simplemente es una tasa de paro que está estable, no que va a empezar a repuntar señalando el fin del ciclo económico y del mercado alcista.
Es más, ese gráfico que asocia suelo en la tasa de paro y fin del mercado alcista en la bolsa, se ha vuelto muy popular durante las últimas dos semanas, habiéndolo visto varias veces a través de diferentes fuentes. El ver algo repetitivo, que en cierta medida es un meme o idea viral, me hace pensar que lo único que hace es reflejar el sentimiento bursátil, uno en el que muchos al ver una situación de sobrecompra (ver artículo sobre esto), buscan cualquier patrón a su disposición para confirmar su sesgo. Bueno, no hay culpables, lo de buscar confirmaciones es algo que hacemos todos. Pero en este caso, a día de hoy creo que la idea esa idea es equivocada por las razones expuestas.
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Descargo de responsabilidad por conflicto de interés: el autor de este análisis está o puede estar invertido en los subyacentes e instrumentos mencionados a través del compartimento del fondo de inversión Renta 4 Multigestión / Ítaca Global Macro que asesora a través de su sociedad Ferrer Capital Management.