Hoy es titular el que la curva entre los bonos soberanos a 2 años y 10 años de EEUU se ha "invertido". Es titular porque se ha invertido antes de cada una de las recesiones habidas durante las últimas 7 décadas y en parte es responsable de la caída de los mercados en el día de hoy, junto con la fuerte desaceleración de la economía europea y de la alemana en particular (datos que se han publicado hoy).
De la curva ya hemos hablado muchas veces y en mi último artículo señalé (1) que la curva ya estaba invertida porque el diferencial entre la Letra a 3 meses y el Bono a 10 años era fuertemente negativo y (2) que es uno de los cuatro signos clásicos que adelantan una recesión.
Por sí misma, una inversión de la curva de tipos es una poderosa señal de una pronta recesión, pero, a veces, dichas recesiones y, lo más importante, los mercados bajistas, se producen de inmediato o en ocasiones con un retraso considerable, como cuando la curva se invirtió en 2006 y la recesión acabaría llegando finalmente en diciembre de 2007.
Por eso no es "la señal" sino una importante señal más, junto, por ejemplo, con las otras 3 señales adelantadas de recesión (inversión inmobiliaria, actuación de la FED e indicador líder) que señalé. Cuando las 4 se activan entonces el riesgo de mercado bajista es inminente o con poco retraso. De momento sólo hay activas 3 señales, pero si el indicador líder de la economía americana pasa a negativo en términos interanuales, entonces tendríamos los 4 elementos enviando una fuerte alerta roja de mercado bajista y recesión, tal y como muestra mi indicador de difusión.
Otra cosa interesante que ha ocurrido hoy, es que la expresidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, salió al paso de la noticia de la inversión de la curva entre los bonos a 2 y 10 años, para decir que "esta vez la inversión de la curva esta vez puede ser una señal falsa", opinión fundamentada en que el tramo largo de la curva está distorsionada por las políticas de compras de activos que han llevado a cabo los bancos centrales.
Pero la realidad es que, en todas y cada una de las últimas inversiones de la curva de tipos en las pasadas décadas, la FED o alguien de la FED siempre ha restado importancia a esta relevante señal del mercado y siempre con una excusa diferente.
Por ejemplo, antes de la recesión de 1990-91 la FED interpretó la inversión de la curva como un fenómeno provocado por la baja inflación (una que hoy en día nos parecería muy alta), lo que provocaría una inversión de la curva sin tener significado sobre el futuro económico.
El que fuera presidente de la FED de Nueva York entre 1985 y 1993 y miembro de la Reserva Federal, Gerald Corrigan llegó a decir en 1989, cuando se invirtió la curva de tipos por aquel entonces, que "la curva de tipos, ya sea en EEUU o en otros lugares, no ha sido un indicador fiable de futura inflación. De hecho, la evidencia apunta en sentido contrario y como no es un indicador acertado de la futura inflación y las recesiones vienen por repuntes de la inflación, entonces no es un buen indicador de recesión".
Un año después llegaría la recesión que la FED negaba.
En el año 2000, la FED quitó hierro a la importancia de la inversión de la curva en aquel año diciendo que la inversión se había producido por las cuentas saneadas de la economía americana y por el superávit fiscal del gobierno de Clinton. Según su creencia de entonces, la menor oferta de bonos (por ese superávit fiscal) relativa a la demanda, había invertido la curva de forma artificial, sin mayor significado económico.
Según dijo Peter Fisher, gestor el System Open Market Account de la FED en la reunión de marzo de 2000, "creo que el cambio en la oferta de bonos introduce ruido en la señal que está enviando la curva de tipos".
El mercado haría techo ese mismo mes de marzo y la recesión llegaría unos meses después.
En el año 2006, cuando se invirtió la curva por última vez sin contar el momento actual, la FED pensaba de nuevo que la curva de tipos estaba invertida por el fuerte influjo de dinero de todo el mundo en los activos estadounidense, presionando a la baja "artificialmente" los tipos y provocando una inversión de la curva que no tendría consecuencias.
El propio presidente de la Reserva Federal por aquel entonces, Ben Bernanke, dijo en ese año 2006 que "en episodios anteriores cuando la curva de tipos se invirtió los tipos de interés eran más altos, pero esta vez, tanto en términos nominales como reales los tipos son más bajos tanto en el tramo largo como corto de la curva. Y en este ocasión la inversión se ha producido por una reducción del diferencial por razones que son positivas para el futuro de la economía".
Un año y medio después llegó no sólo una recesión, sino la llamada Gran Recesión, el colapso del sistema financiero y el fin del mundo económico tal y como lo habíamos conocido hasta entonces.
Como puede observarse, históricamente la FED ha intentado razonar, no sabemos si de forma sincera o porque es su trabajo no causar pánico, todo tipo de argumentos para hacer pensar que una inversión de la curva de tipos no tiene significado económico real.
Sin embargo, en las 3 ocasiones llegó una recesión meses o unos pocos trimestres después.
Al final, la curva de tipos se invierte por una simple razón. El mercado en el largo plazo estima que el crecimiento e inflación serán muy bajos (ven bajo crecimiento o directamente recesión) y el tramo corto de la curva muestra que el banco central está con una política de tipos muy restrictiva con respecto a lo que el mercado opina.
La realidad es que hasta el momento ha sido mejor fiarse de la opinión del mercado que de la propia FED.
Dicho esto, de nuevo, la curva de tipos es sólo un indicador más, muy importante pero no el único. Y puede pasar tiempo antes de que por fin llegue una recesión. Pero que la negación de la FED o de exmiembros de la FED no puede ser un factor a tomar en cuenta, también es una realidad. O mienten o se mienten a ellos mismos.
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