El rebote generalizado en las bolsas mundiales desde marzo del año 2020 ha sido descomunal. No solo han rebotado las bolsas americanas con el Nasdaq a la cabeza, superando ampliamente el techo histórico anterior. Muchas bolsas en todo el planeta han subido fuerte, y como comenté en un post reciente, globalmente la valoración de las bolsas fuera de EEUU no es en absoluto cara, lo cual dejaría todavía margen de subida a medio-largo plazo, sin entrar en más detalles de países / sectores.
Me preguntaban recientemente por los Emergentes como idea u oportunidad. Veamos primero lo que han hecho las bolsas emergentes, y para ello muestro en el siguiente gráfico el popular ETF de iShares que resume estos mercados (ticker: EEM):
Así que, paradójicamente, el Covid ha conseguido que los emergentes despierten de su letargo de largos años, y tras un amago bajista en forma de crack, el rebote los ha llevado a máximos de 13 años, como vemos en el siguiente gráfico de más largo plazo, en velas mensuales. ¿Podría continuar el rally? A largo plazo, por supuesto. Otra cosa es lo que haga "entre medias". Es decir, una cosa es plantear que pueda subir un 50% desde los niveles actuales, y otra cosa muy diferente es plantear que lo vaya a hacer en línea recta, es decir, siguiendo al mismo ritmo al que lleva ya muchos meses subiendo, prácticamente sin descansos. Apostar a una continuación alcista vertical en este gráfico no sería razonable desde un punto de vista histórico empírico, lo cual no significa que los emergentes corran el riesgo de caer fuerte. Lo más razonable sería empezar a consolidar, y asistir a correcciones de un 5-10%, que consoliden y corrijan parcialmente la subida acumulada desde mínimos de marzo de 2020.
De la misma manera que vengo comentando que no es momento de mostrarse agresivo en las bolsas USA (aunque tampoco de bajarse bruscamente de la tendencia), cabría preguntarse: ¿Es momento de sentir "FOMO" (Fear Of Missing Out), es decir, miedo de quedarse fuera de la tendencia? Pues salvo que nuestro horizonte sea el corto-medio plazo, considerando que nunca vamos a acertar con el techo último del mercado, lo cierto es que en una perspectiva de largo plazo, cuesta trabajo pensar que estemos en una "zona de compra clara", incluso asumiendo que pueda haber un potencial del 50% o más.
Se impone la paciencia desde un punto de vista estrictamente chartista, porque la sobrecompra y las prisas no suelen ser buenas consejeras a la hora de tomar posiciones. Pero hay más.
El Consenso alcista sobre emergentes en máximos históricos: Malo.
El siguiente gráfico nos muestra algo sorprendente... aunque quizá no tanto, puesto que son las grandes subidas las que llaman al inversor. También hay que destacar que cuando un activo sube fuerte, y los demás no tanto (lo cual es relativo en esta ocasión), su proporción o ponderación en la cartera sube mecánicamente. Es decir, tiene sentido que después de la gran subida de los emergentes, su ponderación en las carteras de los gestores institucionales se haya disparado. Pero en realidad poco importa: la realidad es que no tienen mucho margen para comprar, al contrario, tienen más bien necesidad de vender para reducir esa fuerte ponderación.
Este consenso tan marcado a favor de invertir en los Emerging Markets (EM) por parte de los gestores de fondos que responden a la famosa encuesta de BAML es una bandera roja a la hora de plantear unas expectativas fuertes.
A estas alturas, ¿realmente tiene sentido pensar que llegamos a tiempo de comprar emergentes? En mi opinión la mayor parte del rally ya está hecho. Al menos de forma general, sin discriminar países ni sectores, y sin buscar oportunidades concretas, que es probablemente donde esté la oportunidad de cara a los próximos años, pensando especialmente en la temática Value (en cualquier parte del mundo).
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