Hoy tengo el placer de mantener una entrevista con Sergio Molina, que es director de la Cartera Táctica de inBestia, un servicio en el que se replica su operativa real. A diferencia del estilo de los inversores value de los que muchas veces hablamos en este blog, Sergio defiende y aplica un método cuantitativo, sistemático, basado en backtests o simulaciones que traten de aprovechar ineficiencias del mercado, particularmente la del Momentum.
Pero mejor que tratar de explicarlo con mis palabras, les dejo con la entrevista en la que profundizamos en todos estos conceptos. Podéis seguir a Sergio en su perfil de inBestia o en su cuenta de Twitter.
P: Cuéntanos acerca de tu trayectoria, ¿cómo te llegaste a interesar por el mundo de la inversión?
SM: Me gustaría poder decir que de bien pequeño ya me interesaba el mundo de los negocios y la inversión, pero no fue hasta el año 2007 cuando empecé a reunir un pequeño capital fruto del ahorro. En esa época tocaba comprarse un piso. Si no lo hacías parecía que se escapaba la oportunidad de subirte al último tren. Por suerte no me monté en ese tren y decidí esperar a que se normalizaran los precios de la vivienda. Me había quedado con los ahorros para la entrada del piso y un comercial del banco me propuso abrir un depósito bancario. La idea me gustaba, en ese momento los tipos de interés eran altos y podías conseguir un dinero extra. Cuando consigues tus primeros ingresos fruto de una inversión siempre quieres más. El depósito había vencido y en ese momento empezó mi búsqueda para continuar rentabilizando mi capital.
La lucha por la liquidez entre las entidades bancarias era feroz. Te ofrecían jugosos depósitos de bienvenida con rentabilidades bastante atractivas. Pero llegó un día que los tipos de interés ya no eran tan atractivos y no me conformaba con las migajas. Lo único que conocía de la bolsa en ese momento era el foro de un portal financiero que estaba al lado del de los depósitos. Empecé a consultar ese foro de bolsa porque coincidía con la crisis financiera y las noticias me bombardeaban.
A partir de ese momento encontré mi pasión. Lo que empezó como una mera curiosidad acabó con una obsesión donde me pasaba horas al día leyendo artículos de inversión. Enseguida me decanté por el análisis técnico, me encantaba entender el funcionamiento de los indicadores técnicos y la formación de patrones en los precios. Al poco tiempo empecé mi aventura comprando mis primeras acciones. En ese momento descubrí lo que había leído sobre las emociones en el trading. Estaba como un tonto pegado a la pantalla, sufriendo si las acciones bajaban o poniéndome eufórico si subían.
No tenía ningún tipo de metodología, mis primeras acciones fueron del Banco Santander porque en ese momento me parecían seguras (los bancos nunca pierden ¿no?). La inversión fue un desastre, enseguida empecé a palmar pasta y cuando estaba lo bastante acojonado vendí todo corriendo. Había perdido una mensualidad aproximadamente, ¡con lo que costaba ganarlo!
P: ¿Cómo te afectó esa experiencia y qué sucedió después?
SM: En ese momento decidí hacer un parón e incluso me planteé olvidarme de la bolsa. Pero era tan grande el reto intelectual que retomé con fuerza la formación autodidacta. Al poco tiempo me topé con los sistemas de trading y en ese momento cambió todo. Me resultaban muy interesantes todos los conceptos de la inversión sistemática. Podía hacer backtest de mis ideas. Por fin le pude sacar partido a esa clase de algoritmia que había hecho en la universidad. Me resultaba sencillo implementar las ideas que se me ocurrían. Esto me facilitó descubrir por mí mismo qué tipo de estrategias funcionaban y cuáles no.
Cada vez tenía más foco en los sistemas automáticos y en la importancia de formar una cartera de sistemas. Estudiaba cómo combinarlos para obtener más rendimiento a nivel de cartera global reduciendo el riesgo por la descorrelación de las estrategias y la diversificación de los activos.
Mientras me formaba iba picoteando en las inversiones sin llegar a ganar dinero. Pero llegó un momento donde ya no invertía en acciones individuales sin diversificar y sin ninguna metodología. Ahora invertía en sistemas automáticos en diferentes tipos de activos. A partir de ahí hubo un punto de inflexión y la cuenta empezó a rentabilizarse.
Me había especializado mucho y me gustaba compartir conocimientos con otros traders. Conocí a gente fantástica donde nos retábamos a diseñar sistemas que nos encontrábamos por las redes (joder qué friki suena eso). Tenía diseñada una cartera de sistemas que estaban funcionando de maravilla y le propuse a Hugo Ferrer ofrecer este conocimiento a los lectores de inBestia.
P: Has hablado de sistemas automáticos, inversión sistemática… ¿Cuáles son las características principales que definen la forma que tienes de aproximarte al mercado?
SM: La característica principal es que soy un inversor sistemático. No entra en mis planes invertir en nada que no haya simulado previamente. Respeto mucho a los inversores discrecionales, de hecho estoy convencido que los hay muy buenos y ganan mucho dinero, pero no concibo la idea de operar sin verificar que la ventaja a explotar funcionó en el pasado. Es realmente sorprendente cómo la mayoría de estrategias que "parecen" funcionar sobre un gráfico, cuando posteriormente se simulan no funcionan. Es muy fácil dejarnos engañar por los cantos de sirena de los indicadores técnicos o patrones de figuras.
El segundo pilar de mi trading es que solo opero “ventajas” que tienen un sentido lógico o económico. Es muy fácil torturar cualquier tipo de dato hasta tener los resultados deseados. Pero hacer esta práctica tan solo te llevará a tener un bonito backtest para colgarlo en twitter y hacer ver que eres un crack. Lo más seguro es que cuando lo pongas en marcha la estrategia no funcionará, ya que ha sido fruto de una combinación de casuísticas sin sentido. Hay muchas ineficiencias de mercado que han funcionado en el pasado y tienen sentido. En la inversión value tiene sentido comprar empresas infravaloradas con un margen de seguridad. En la inversión Macro tiene sentido utilizar indicadores económicos como el desempleo, la curva de tipos de interés o la producción de los países para detectar si estamos en un ciclo de expansión o recesión. En mi caso, mi ineficiencia preferida es el Momentum. Esta ineficiencia ha sido testeada durante un largo histórico en múltiples activos por grandes investigadores de mercado. Se ha demostrado que utilizar la fuerza relativa entre activos y la tendencia supera al Buy and Hold en términos de rendimiento absoluto y menor volatilidad. Y lo más importante de todo, el momentum como ineficiencia me está funcionando en mi operativa real.
Otra característica es que me centro en la inversión a largo plazo. Creo firmemente en el interés compuesto reinvirtiendo las ganancias. Mi timeframe es mensual. Sí, sé que puede parecer muy aburrido no hacer nada la mayor parte del tiempo, pero la inversión a largo plazo en el trading como en los negocios, es la vía correcta para acabar generando un gran capital.
El siguiente punto es la diversificación. Hay un dicho que dice: "En Wall Street el único almuerzo gratis es la diversificación". El activo financiero que más se ha revalorizado a lo largo de la historia y seguramente continúe haciéndolo es la renta variable. Pero el camino a pagar es muy grande, ya que estar invertido al 100% en renta variable comporta mucha volatilidad y grandes detracciones (drawdowns). Un precio que no se debería estar dispuesto a pagar cuando el inversor está cerca de su jubilación. Está demostrado que se puede obtener prácticamente el mismo rendimiento en términos de revalorización de capital con una menor volatilidad y menores caídas si se diversifica en diferentes tipos de clases de activos.
Por último y no menos importante, un pilar básico es la estricta gestión del riesgo.
Cada sistema tiene asignado un porcentaje de capital dependiendo del riesgo que aporta a la cartera. Además, toda operación tiene un sistema de salida para cuando las cosas no salen como se espera.
A modo de resumen, las características principales de mi operativa son:
- Inversión sistemática
- Operar ineficiencias de mercado.
- Largo plazo
- Diversificación
- Gestión del riesgo.
P: En un enfoque de este tipo, automático/sistemático, ¿cuál es el papel de la intuición, juicio del inversor? ¿Queda totalmente anulado o aún tiene cabida para decidir, por ejemplo, si un régimen ha cambiado y hay que ajustar un sistema?
SM: La intuición queda totalmente anulada, pero no el juicio del inversor. Antes de crear un sistema, el diseñador debe tener clara su ventaja estadística que quiere explotar. Si durante el transcurso del sistema éste deja de funcionar cuando el régimen de mercado es el apropiado, entonces sí que hay que intervenir y estudiar dónde está el error. Por ejemplo, imagina que queremos explotar un sistema tendencial de largo plazo. Si el mercado entra en una gran tendencia alcista de meses/años y el sistema no es capaz de explotarla, entonces el gestor debe parar el sistema y analizarlo. Por otro lado, el gestor tiene que ser lo suficiente hábil para saber que el mercado entrará en periodos laterales donde el sistema fallará, pero no significa que ha dejado de funcionar. En resumen, el gestor intervendrá cuando el sistema no funcione cuando tiene que hacerlo.
P: Has hablado de “ventajas” e “ineficiencias”. ¿Podrías explicar a qué te refieres exactamente con estos conceptos para aquellos que no conozcan apenas de la inversión cuantitativa?
SM: Decía Warren Buffett que si los mercados fuesen eficientes estaría pidiendo caridad en la calle. Existen diferentes técnicas que han sido capaces de batir al mercado a lo largo de la historia y éstas están fundamentadas por el comportamiento psicológico humano. Ejemplo de estas ventajas son la inversión value, macroeconómica o el momentum. Todas ellas tienen un sentido lógico y un comportamiento humano detrás.
Es muy fácil cuando se diseña un sistema empezar a optimizar y combinar indicadores hasta conseguir el resultado deseado, pero si no tiene ningún tipo de sentido la lógica del sistema, es muy probable que no funcione cuando se ponga en marcha.
Este tipo de "ineficiencias" no son exclusivas de la inversión sistemática, de hecho han sido operadas de manera discrecional durante muchos años. La diferencia es que nosotros tenemos poderosas herramientas para medirlas, cuantificarlas y ordenarlas mejor.
P: En el caso de la ventaja del Momentum, ¿cuál es el sentido lógico/económico detrás que explica por qué funciona de forma consistente?
SM: La ventaja del momentum reside en que los actores que intervienen en los mercados se comportan de una manera irracional. Los precios no siempre reflejan toda la información disponible debido a que los sesgos de comportamiento pueden hacer que los precios permanezcan demasiado altos o demasiado bajos durante largos períodos de tiempo. Cuando un activo entra en tendencia y reluce respecto a los demás, el humano tiende a perseguir el objeto reluciente con la idea de que se va a seguir comportándose de una manera similar o por miedo a quedarse fuera. Esta inyección de dinero alimenta la rueda revalorizando el precio del activo.
P: Algunos autores e inversores, como Alpha Architect, han defendido combinar Momentum con Value como una mejor estrategia que el Value o el Momentum implementadas en solitario. ¿Qué opinas al respecto?
SM: Soy fan de Alpha Architect y estoy de acuerdo con la combinación de estrategias Value y Momentum. Pero ellos determinan que es mejor implementar una cartera donde el 50% sea una estrategia momentum y el otro 50% una estrategia value en vez de una cartera donde el 100% sea una combinación de los factores value + momentum.
La suma de las dos estrategias por separado obtiene mejor resultado debido a su descorrelación entre éstas que una estrategia única compuesta por los dos factores. Puedes observar los resultados en la siguiente imagen de un post de Alpha Architect.
P: Has mencionado al principio que comenzaste con el análisis técnico. A menudo éste se confunde con otras metodologías. ¿Qué es para ti el análisis técnico y en qué se diferencia de tu enfoque?
SM: Para mí el análisis técnico incluye diversas subcategorías como el chartismo y el análisis cuantitativo. El chartismo trata de encontrar patrones en la formación de los precios, resistencias, soportes, proyecciones de fibonacci o incluso conteos de ondas. El análisis técnico trata de combinar estos patrones junto a la información de diferentes indicadores aplicados al precio y volumen para intentar predecir la dirección del precio del activo.
Sin embargo, el análisis cuantitativo es capaz de coger todas las variables descritas anteriormente y medir cómo se han comportado en el pasado realizando backtests. Además de realizar diferentes pruebas de robustez como el análisis de Montecarlo o walk forward. Con el análisis cuantitativo podremos determinar si los resultados tienen validez estadística o pueden ser resultado del azar. Desde luego, yo no contemplo la idea de operar nada en lo que previamente no haya estado cuantificado, y no solo por su comportamiento individual, sino por la combinación con el resto de la cartera.
P: Cuéntanos en qué consiste la Cartera Táctica de inBestia y qué valor aporta a los inversores.
SM: La Cartera Táctica es la réplica a mi operativa real y está sustentada por todos los puntos descritos anteriormente.
Es una cartera de sistemas que tiene como objetivo principal su robustez. He elaborado sistemas que han funcionado a lo largo de la historia en todo tipo de regímenes de mercado. Para conseguir los resultados deseados, los sistemas están diseñados con muy pocos parámetros para evitar al máximo la sobreoptimización.
La cartera invierte en diferentes tipos de activos. Por ejemplo dentro de la renta variable invierte en gran, mediana y pequeña capitalización de diferentes mercados internacionales. También asigna capital a diferentes sectores o a índices que ponderan algún tipo de factor. Dependiendo del momentum relativo y absoluto de los activos en diferentes escalas de tiempo, la cartera irá rotando entre todo tipos de activos donde también se encuentran bonos, reits y materias primas.
Además la cartera tiene sistemas de cobertura diseñados para abrir cortos en renta variable cuando detectan una posible recesión. Son sistemas complementarios que hago seguimiento en los informes quincenales. El objetivo de estos sistemas complementarios es cubrir un porcentaje de la cartera para preservar capital cuando la situación económica lo requiera.
La cartera también tiene un sistema de cobertura de divisa opcional. Este sistema es capaz de indicarnos cuando merece estar expuestos al dólar y aprovecharnos de su revalorización o mantener la cartera en euros.
Pero lo más importante es que la cartera táctica está teniendo un rendimiento fantástico en real. El servicio empezó a comercializarse a finales del 2016. En 2017 la Cartera Táctica obtuvo un rendimiento anual del 24% y en lo que llevamos de año a fecha de 01/10/18 está obteniendo un 10.72% y con la exposición selectiva al dólar un 12.78%.
Los clientes que contratan el servicio reciben quincenalmente un informe con las posiciones actualizadas de cada sistema y porcentaje de capital destinado. También incluye la evolución de la cartera durante el año. Además el cliente estará a la vanguardia del mundillo de los sistemas automáticos ya que analizo nuevos sistemas que aparecen por las redes. A todo esto reviso la situación de mercado actual según los sistemas temporizadores de mercado.
P: Respecto a estos temporizadores de mercado, ¿cuáles son tus indicadores favoritos para detectar que una tendencia de mercado alcista puede acelerarse o desacelerarse? ¿Y para detectar una recesión y una salida de recesión?
SM: Tengo tres indicadores favoritos. El primero de ellos es la combinación de la media móvil simple de diez meses y la tasa de cambio anual. Este indicador es fantástico para medir la tendencia de largo plazo en los mercados. Cuando ambos indicadores se ponen en configuración bajista acostumbran a detectar un mercado bajista.
El segundo indicador es la tasa de desempleo USA. Para mí es uno de los indicadores macro líderes y fiables por su lógica y gran histórico. Transformando la tasa de desempleo en su variación anual es capaz de anticiparse a las recesiones.
La combinación de indicadores tendenciales con macroeconómicos es brutal. Una buena solución es estar largo cuando los indicadores macro así lo indiquen, ignorando los indicadores tendenciales. Pero cuando los indicadores macro marquen peligro, salir del mercado tan solo cuando se agote la tendencia.
El tercer indicador son las divergencias bajistas en la línea avance descenso de las acciones cotizadas en el NYSE con el precio de los mercados.
P: Por último y aplicando estos indicadores, ¿cuál es tu opinión acerca de este momento de mercado y cómo estás posicionado actualmente?
SM: Actualmente existe una gran divergencia entre el mercado USA y el resto del mundo. Como me baso en el momentum, llevo mucho tiempo invertido en el mercado Americano y dentro de éste ponderado en el sector tecnológico.
Según los indicadores descritos anteriormente, seguimos con una tendencia alcista, la tasa de desempleo no aumenta y no hay divergencias notables en la línea avance descenso.
Mi opinión es que en el corto plazo el mercado seguirá con su tendencia alcista pero es imposible hacer ningún tipo de predicción sobre el final de la tendencia. Hay que ser reactivos y no proactivos en la inversión, adaptarse a los cambios. Cuando el régimen de mercado cambie mis sistemas se adaptarán actuando en consecuencia, de momento sigo alcista.