Ayer recibí un email de un lector y ex-alumno que dice lo siguiente:
Buenos días Hugo,
Hace mucho tiempo que te sigo, he leído tu libro, he asistido a tus conferencias en BCN meeting point, hice un curso de bolsa contigo por internet hará un par de años... Creo conocer los mercados pero hay algo que me falta,..., experiencia?, incrementar seguridad en la toma de decisiones!
Es como si supiera las notas musicales pero no supiera componer bién..., no se si me explico...
Habría alguna manera de mejorar? Habría alguna manera de avanzar? No se... Hacer otro curso?
Me gustaría dar ese salto cualitatito que seguramente tu diste en el pasado y que a mi se me resiste un poco
Seguro que sabes a lo que me refiero
Te agradecería un poco de luz en esto
MUCHAS GRACIAS
Cómo el problema es universal y dado que le estoy respondiendo de forma amplia, aprovecho para publicarlo también para todos:
Buenos días [nombre omitido]. Lo primero de todo gracias por haberme leído, ido a las conferencias y hacer el curso. Creéme cuando digo que es un honor saber que en alguna medida puedo ser de utilidad.
Decirte como mejorar... más bien podría aquí decir lo de «consejos vendos que para mi no tengo», porque esa es la misma pregunta que constantemente me hago. ¿Cómo puedo mejorar?
No sé que decirte exactamente, tal vez te ayude el contarte como lo veo yo para mí, lo que yo pienso y digo a mí mismo, aún sabiendo que no todo puede ser aplicable para ti.
Lo primero, olvídate de hacer ningún otro curso. Los cursos están bien cuando uno es nuevo en la materia o comienza una nueva rama de investigación. Pero luego el único curso que existe es la práctica y el ensayo y error.
Con el tiempo, a medida que uno observa el mercado de una determinada manera, se empiezan a tener hipótesis y solo el ponerlas en marcha y acertar y equivocarte, es decir, recibiendo palos, es como aprendes. Creo que era Livermore quien decía que no había universidad más cara que los mercados, y así es. Para ganar hay que perder, es inevitable. Eso sí, lee, lee mucho del tema que te interese. Es casi gratis y siempre se encuentran ideas interesantes. Supongo que más que de sobra conoces este lista de libros sobre «macro investing» que publiqué hace algún tiempo, pero te la paso por si acaso.
También creo que cada uno ha de desarrollar su propia forma de observar y entender el mercado, su propio método. El mercado por definición es la suma agregada de todas las opiniones, o «la opinión media» y, si bien la opinión media no siempre está equivocada, al final no va a ningún lado. Para eso te haces inversor pasivo y listo. La forma en la que ves el mercado tiene que ser la tuya, no la de otros. Cuando más idiosincrática mejor. De los demás podemos aprender, coger recortes, pero no debemos seguir la estela de nadie. Para eso mejor invertir el dinero en el vehículo de inversión de ese alguien, pero, si invertimos por nosotros mismos, la opinión de los demás no cuenta. Ni medios, ni expertos, ni el gurú al que sigues.
Crea tu propio lenguaje, tus propios conceptos. Al crear tus propias ideas y conceptos, lo que tiene de bueno aparte de ser idiosincrático, es que cuando no funcionan puedes entender porque no y puedes rectificar y mejorar más fácilmente. Si te equivocas porque hiciste algo siguiendo a Fulanito no aprendes mucho. Si te equivocas con tu propio criterio, tienes mucho que aprender.
Siguiendo con esta línea, tambien creo que detectar el sentimiento de mercado es importante. Cuando la mayoría de analistas dicen o hablan de lo mismo, cuando el runrún que escuchas en Twitter es más o menos el mismo, descarta ese escenario y piensa que va a ocurrir algo inesperado. Si todo el mundo habla de «sana corrección», entonces espera un potente rally o incluso un crash. Todo menos una sana corrección. El mercado es un mecanismo de descuento de expectativas y lo que todo el mundo opina ya es pasado, no futuro. Juega con esto a tu favor. Muchas veces te vas a equivocar, pero jugando con el sentimiento o runrún de la mayoría, vas a acertar más de promedio y, cuando aciertes, los aciertos serán mayores.
También creo que hay que especializarse en algo y ser muy cauteloso cuando uno entra en un nuevo campo, aunque se parezca al que dominas. El tiempo de aprendizaje en los mercados es lento, mucho más lento que las ansias de ganar que como personas tenemos. Te pogo un ejemplo. Cómo sabes, mi mercado «nativo» es el mercado americano. Allí comencé hace ya 12 años y es ahí donde poco a poco fui aprendiendo y mejorando. Cuando por fin me di cuenta de que estaba comenzando a entender algo, ya habían pasado años. Bien, más adelante empecé a invertir también en Europa, con el mismo método. Pensé «las fuerzas macroeconómicas que dirigen el mercado son las mismas, el mercado se comporta igual con los mismos vaivenes en el sentimiento» y empecé a invertir aquí. Todo iba de maravilla y, como sabes, en abril de 2015 empecé a asesorar el fondo de inversión Ítaca Global Macro. En ese momento el mercado cambió y entró en una tendencia diferente. Dada mi estrategia, que es ser alcista casi siempre mientras haya crecimiento económico, es normal que durante todo ese mercado bajista -que se produjo sin recesión económica- lo hiciera mal, pero el resultado empeoró porque el estilo táctico que realizo no iba muy bien con los índices europeos, los cuales son más volátiles y erráticos. Cuando estos subían no notaba la diferencia, efectivamente operar era similar a cuando lo hacía con los índices americanos. Pero en el momento en el que cambió el tono del mercado a bajista, entonces las tácticas salían todas mal y amplíe la pérdida que de por sí la estrategia ya estaba dando. Esto no lo descubrí más que al final del mercado bajista de 2015-16 y cuando me di cuenta dije "eureka". ¿Te fijas? Aprender es muy lento, lleva bastante tiempo. Los errores muchas veces no se identifican al momento.
Esto nos lleva al concepto de resistir. Mi alma urbanita -en contraposición a la de los «rednecks» de EEUU- sabe bien que el presidente Trump me da miedo por lo inestable que es, pero recuerdo uno de los principios del éxito que menciona en uno de sus vídeos y que nunca se me ha olvidado «never, never, never give up, only loser quit» o «jamás, jamás, jamás abandones, solo los perdedores lo hacen». Y da igual que lo diga Trump, lo importante siempre son los mensajes y esa es una gran verdad. Esto nos lleva a otro presidente norteamericano, Calvin Coolidge, que dijo la que es mi frase favorita:
“Nada en este mundo puede sustituir a la perseverancia. El talento no lo hará, no hay nada más común que hombres talentosos sin éxito. La inteligencia no lo hará, porque la inteligencia sin recompensa es casi un proverbio. La educación no lo hará, el mundo está lleno de personas negligentes con buena educación. Sin embargo, la persistencia y la determinación, son omnipotentes”.
Resistir los malos momentos es importante. Por supuesto con el capital para recuperar, pero sobre todo con las reservas morales y de energía personal para seguir adelante. Todos nos equivocamos, todos tenemos que aprender constantemente. El azar es muy elevado en el mundo en el que vivimos. A veces simplemente hemos pasado por una mala racha, un mal momento y no podemos dejar engañarnos por el azar como si hubieramos fracasado. Lo único que bate al azar, aparte de tener una operativa ganadora, es aguantar, resistir para cuando el azar no juegue tan fuerte en nuestra contra. Resistir cuando estamos en el error para poder llegar al momento en el que entendemos donde esta el error y rectificar.
Hay dos frases de Aristóteles Onassis que me encantan y que dicen así:
"Es en nuestros momentos más oscuros en los que tenemos que enfocarnos en ver la luz"
"Debemos liberarnos de la esperanza de que el mar alguna vez descansará, debemos aprender a navegar con fuertes vientos"
Al final, hay una frontera muy fina entre persistir y la locura. Si persistes y el resultado llega, valió la pena. Si persistes y no llegas a ningún lado, muchos dirán que es locura. La mayoría de la gente no quiere explorar esos límites, porque a un nivel práctico no deben o a un nivel espiritual no quieren. Por eso es absolutamente necesario saber quien eres. Lo sé, no es fácil, pero tienes que saber lo que eres más o menos, lo que quieres, porque estás aquí.
Y si más o menos sabes lo que eres, lo que quieres y porque estás aquí, entonces valoras el alto precio a pagar por hacer algo hasta el extremo de los límites para alcanzar el punto en el que puedes considerarse "hábil". Por ejemplo, a veces no necesito trabajar mucho, pero cuando todo va mal no hay horarios. Tampoco hay vacaciones. Tienes que aprovechar las vacaciones que el mercado te da, pero tienes que estar dispuesto a actuar en cualquier momento en cualquier sitio. Mi novia sabe que puedo cancelar un viaje en cualquier momento, sabe que podemos estar en medio de un lugar paradisiaco y tener que ponerme a trabajar. Hay grandes sacrificios y hay que saber quién se es para estar dispuestos a pagarlos.
En mi caso, el dinero no representa mucho para mí, habria un punto no muy elevado en el que no sabría ni cómo gastarlo a nivel personal. Así que no estoy en este negocio por dinero. Lo que me fascina es el reto intelectual y la aventura que los mercados suponen.
Encontrarte en una situación donde no entiendes nada, donde todo parece abstracto, donde incluso estás perdiendo y de repente un día ocurre algo y crees que estás entendiendo algo, que ese algo está de acuerdo a cómo ves el mundo o los mercados y entonces haces una apuesta con dinero sobre esa idea intelectual. Es especialmente estimulante cuando esa idea está en directa contradicción con la opinión de la mayoría.
En cierto sentido, y sé que no suena muy bien pero es así, es poder decir «yo lo sé y tú no lo has visto» o «mi idea es correcta, estoy viendo el mundo correctamente». Es un placer intelectual intentar descifrar el mundo entre toda la maraña que existe y a veces descubrir que lo has visto mejor. Es un reto intelectual en el que tus oponentes no son dos adolescentes defendiendo el regimen dictatorial venezonalo, sino las mentes más frescas y brillantes que existen, las que ven el mundo en su realidad más precisa.
En resumen, para mi es un juego, me da igual la cantidad de dinero que hay en juego, sino los porcentajes. Me levanto por la mañana y miro como amanece el mercado y qué noticias han ocurrido a nivel global. En cualquier momento de cualquier día, sea donde este, sea fin de semana o no, puedo estar pensando cuál es el significado -si es que existe- de lo que está ocurriendo en los mercados. A mi me encanta, pero ¿es sostenible llevar este nivel de pasión -u obsesión si se prefiere- a todos los aspectos de tu vida? Hay un precio a pagar.
Y no sé que más decirte. No he hablado de nada preciso, pero tus preguntas también eran más filosóficas y morales que el buscar el santo grital. Seguro que me dejo cosas importantes en el tintero, seguro que hay cosas de las que digo que para ti no significan nada, pero espero que algo sí te sirva y al menos que te pueda inspirar.
Recibe un cordial saludo.
Identifíquese ó regístrese para comentar el artículo.