Para no pocos observadores, la mayoría de las veces el mercado primero se mueve y luego los fundamentales macroeconómicos empiezan a acompañar o confirmar el movimiento de los mercados. Esta es una afirmación no falta de debate o polémica, ya que los mercados son muy volátiles y de los mercados se suele decir lo mismo que de los economistas, que han predicho 9 de las últimas 3 recesiones.
No obstante, a pesar de que es un buen debate, lo cierto es que el mercado de acciones está considerado, más allá del ruido que ofrece, como uno de los mejores indicadores adelantados. Al fin y al cabo, el índice S&P 500 es una de las diez variables que forman parte del indicador adelantado de la economía estadounidense que elabora The Conference Board. No es perfecto, tiene ruido, pero casi nadie niega su utilidad, al menos observando en conjunto con otras variables.
Dicho esto, si nos fiamos de lo que han hecho los precios a nivel global en las últimas 3 semanas, los mercados han desarrollado un impulso de tal magnitud y profundidad, que se ha generado una de las señales técnicas más importantes y confiables que existe. Hablamos de lo que los americanos llaman "bullish thrusts" y que en español se puede traducir como "impulsos alcistas relevantes", queriendo con ello señalar impulsos de una magnitud relevante que tienen lugar en un breve periodo de tiempo (repentinos) y que se producen con el conjunto del mercado acompañando (profundidad). Impulsos que históricamente han significado el comienzo de movimientos de gran calado. Por supuesto, no siempre, pero sí una gran mayoría de las veces (>90%).
Este tipos de impulsos suelen darse después de grandes correcciones, pero también cuando los índices comienzan a dejar atrás periodos de varios meses o trimestres de consolidación. Y aunque hay varias versiones a la hora de definir estos impulsos, entre ellas las del legendario Marty Zweig u otros como Wayne Whaley o Walter Deemer, en el fondo lo que reflejan estos impulsos, es unfuerte avance del mercado, en el que apenas hay acciones particulares teniendo retrocesos. Es decir, muestran "avances rápidos y generales del mercado", fenómeno poco frecuente y que se suele dar, como decíamos, al inicio de grandes rallies alcistas de varios meses o trimestres de duración.
Lo más interesante, es que este impulso alcista y relevante -siguiendo la metodología de Wayne Whaley-, no sólo se ha producido en el mercado americano, sino además en el europeo y en el japonés, es decir, en el mundo desarrollado.
Así, el pasado 16 de septiembre se activó una señal de bullish thrust en el S&P 500. La anterior ocasión en que esto ocurrió fue en el pasado mes de enero, tras la fuerte caída del mes de diciembre de 2018. Como se puede observar en el siguiente gráfico, prácticamente todos los bullish thrust se dan al comienzo de importantes movimientos, es decir, señalan cuando una nueva tendencia alcista se está formando. Y en particular, el bullish thrust actual, se parece a aquellos de los años 2013 y 2016, cuando el S&P 500 salía de mercados laterales bastante longevos, como el de 2011-2013 y el de 2014-2016. Ahora, obviando por un momento la situación macro que tal vez no sea exactamente igual, el aspecto técnico del mercado es parecido: un impulso alcista relevante en el momento en el que aparentemente se está dejando atrás el mercado lateral-bajista de 2018-2019.
Este tipo de eventos no suelen producirse en mercados bajistas, ya que, si bien en los mercados bajistas hay rápidos rebotes y avances de las cotizaciones, no suele darse el caso de que casi todas las acciones suban a la vez. Por eso estos impulsos alcistas son una marca genuina de los mercados alcistas y, en particular, del comienzo de los movimientos al alza más importantes del mercado.
Dicho esto, no hay nada perfecto, en el anterior gráfico podemos ver como en 2015 se generó un bullish thrust y a las pocas semanas se produjo una nueva corrección. Hablamos de altas probabilidades, no de certezas y, sobre todo, hablamos del pasado, donde es más fácil verlo todo.
Saliendo del S&P 500, vemos que el impulso alcista relevante se ha producido igualmente en otros índices estadounidenses así como en Japón o la eurozona.
En el Russell 2000 se trata del sexto impulso alcista relevante que se produce en la última década:
En el Nasdaq Composite, el gran índice tecnológico, el número de acciones por encima de la banda superior de Bollinguer (BB20) -otra forma de observar los impulsos alcistas relevantes-, ha alcanzado cotas que suelen tocarse en el comienzo de las tendencias alcistas.
Y lo mismo en el japonés Nikkei 225, con más de un 65% de sus componentes por encima de sus propias bandas superiores de Bollinguer, un evento técnico que refleja energía del conjunto del mercado y que suele darse al comienzo de fuertes avances de las cotizaciones.
E, igualmente, es un fenómeno que está ocurriendo en el DAX (volviendo a la definición de bullish thrust):
De esta manera, el conjunto de los mercados desarrollados, ha vivido en este mes de septiembre un fuerte impulso de las cotizaciones, en un breve periodo de tiempo y con la mayoría de los componentes de esos índices acompañando el movimiento, un fenómeno que históricamente ha sido una buena señal para los alcistas.
El movimiento parece real y genuino, y desde luego para mí tendrá todo el significado cuando la situación macroeconómica de los países desarrollado pase de su fase de desaceleración a su fase de aceleración, tal y como señalaba en mi anterior análisis (leer Ni recesión ni recuperación).
En la actualidad, el índice adelantado de la economía de los países miembros de la OCDE, siguió desacelerando en el mes de julio -último dato disponible-. Y es que esa es la gran diferencia con los momentos de superación de los mercados laterales de 2011-2013 y de 2014-2016 y el momento actual. Entonces, como ahora, se produjeron impulsos alcistas relevantes en zona de resistencias (hablamos en particular de EEUU), pero en aquellos momentos el indicador adelantado de la OCDE ya había girado al alza.
Con ello, no niego el impulso alcista, al revés, me lo creo y respeto la lectura de los precios. Pero la señal definitiva de que se está en un nuevo mercado alcista, es cuando la situación macroeconómica esté reacelerando.
Al fin y al cabo, los puntos de giro al alza del indicador adelantado, históricamente han señalado con buena precisión los grandes puntos de inflexión al ala del mercado global. En el siguiente gráfico del índice Global Dow, que engloba a las mayores 150 empresas cotizadas del planeta, he señalado las fechas en las que el indicador adelantado de la OCDE giró al alza.
El impulso alcista visto en las pasadas semanas es positivo, es relevante, merece toda la consideración y es una pista sobre lo que está ocurriendo, pero también tiene que entrar en escena el factor clave, que la economía empiece a acelerar porque eso es lo que realmente es el entorno en el que los beneficios empresariales mejoran y hacen que los movimientos alcistas sean sostenidos.
Nota 1: hay que tener en cuenta que el indicador adelantado de la OCDE es sobre el mes de julio, es decir, será adelantado pero se publica con algo de retraso. Perfectamente puede ser que en noviembre sepamos que el giro se ha producido, por ejemplo, en el mes de septiembre.
Nota 2: casi toda la información expuesta sobre los impulsos alcistas relevantes, está extraída del estupendo blog de @macrocharts, así como sus gráficos.
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