Sin duda, los niveles actuales del SP500 echan para atrás, sobre todo para un inversor recién llegado a la bolsa. Ahí está el problema: ¿qué hacer si quieres empezar a invertir justo ahora, después de 7 años de ciclo alcista (el tercero más largo de la historia, por ahora)?
Es probable que el rendimiento de los próximos 10 años esté claramente por debajo de la media histórica anual (del 7% aprox., neto de inflación), según diversos modelos, como el propio CAPE y otros métodos de valoración global de las bolsas, como este otro modelo de philosophical economics, que tengo pendiente de estudiar más a fondo.
Sobre esta hipótesis de partida, lo racional sería esperar con paciencia a que se produzca esa gran corrección que muchos llevan años esperando. Porque insisto, no es lo mismo llevar ya años en el mercado (donde acompañas la tendencia de fondo con un confortable colchón de beneficios latentes), que entrar ahora mismo y asumir el riesgo de una corrección que suponga que nada más empezar a invertir, veas que tu patrimonio baja un 30%. Personalmente estoy dispuesto a sacrificar rentabilidad durante los años iniciales (y por lo tanto no batir al mercado, incluso a largo plazo, porque arrancar con dos años de sub-performance es probablemente un retraso que tardarás mucho en recuperar), a cambio de protegerme de la "mala suerte" de empezar perdiendo un 30%. Por eso, un inversor que esté fuera y acabe de llegar al mercado, debe tener paciencia, y asumir el coste de oportunidad de una eventual extensión alcista, al menos parcialmente (estando por ejemplo invertido sólo al 40%). Si estás invertido al 40% y el mercado cae un 10%, tu cartera sólo caerá un 4% (hablo de estar invertido en un ETF del SP500, como por ejemplo éste de iShares, que acaba de bajar su comisión a la friolera del 0,04%).
Dicho ésto, la solución (en vez de esperar a esa caída), es ir entrando muy poco a poco, como expliqué en este post sobre la técnica del DCA. Es la solución más sencilla y elegante para "surfear" sobre las olas del mercado, y no cometer grandes errores, que debe ser nuestro objetivo permanente.
Personalmente me atrae muchísimo más la estrategia de venta de PUTs OTM, aunque ambas estrategias no son en realidad incompatibles. Se pueden ir tomando posiciones con gran lentitud, y a la vez desarrollar una estrategia de venta sistemática de PUTs OTM. Me voy a centrar ahora en ésto último.
En vez de sentarnos a esperar
que llegue esa corrección, la alternativa es tomar alguna decisión
activa que nos permita sumar rentabilidad a nuestra cartera, sin atarnos
las manos (es decir, sin inmovilizar nuestro patrimonio en otra
inversión alternativa), para poder comprar cuando el precio caiga y
alcance esos niveles en los que queremos invertir. Mientras esperamos, generamos una rentabilidad a la vez que tenemos el dinero disponible para comprar.
Lo primero por lo tanto es determinar cuál es ese nivel en el que nos sentimos cómodos invirtiendo. ¿A cuánto queremos comprar? Para simplificar, voy a hablar de invertir en un índice como el DAX, de forma que eliminemos el riesgo de stock picking (elegir un valor y equivocarnos), y tengamos una diversificación suficiente.
¿Cuál es el riesgo máximo que podemos asumir en un año dado si invertimos en el DAX? En este post lo estuve repasando. Personalmente me siento seguro con un margen del 40%, porque sé que comprando (es decir, invirtiendo) en una cesta del DAX a un precio que esté un 40% por debajo del nivel de comienzo del año, mi probabilidad de no perder (en un plazo de 2-3 años máximo) es altísima.
Esperar a que el DAX caiga un 40% desde el 1-enero puede significar que estemos muchos años esperando que llegue una gran crisis, y por eso no parece razonable. En cambio, en muchos años tenemos caídas intra-anuales que llegan al 10%. Es decir, en algún momento del año, estamos en un -10%, y ahí es cuando entra en acción nuestra estrategia de venta de PUTs. Ahí, o en un -20%, dependiendo de nuestro escenario y análisis general de mercado, como hice en febrero de este año 2016, cuando vendí una PUT DAX 7000, estando el Dax en los 9.000 puntos, después de una caída desde los 10.700 al comenzar el año.
Dependiendo de nuestra aversión al riesgo, podemos acercar un poco el nivel de compra y dejarlo en un -30%, o incluso un -20%. Personalmente tengo suficiente confianza para fijarme incluso en PUTs que estén “sólo” un 20% OTM, por una razón sobre todo: soy consciente de la importancia del factor tiempo. Es decir, no sólo planteamos invertir en el mercado (en su globalidad, a través de un índice mayor) a un precio con descuento del 20% sobre un determinado nivel (que idealmente se sitúa a su vez a un 10% del último máximo relevante), sino que además planteamos realizar esa inversión antes de una fecha clave (llamada fecha de vencimiento). Si el mercado tarda demasiado en caer, entonces ingresaremos la rentabilidad que corresponda por la venta de la PUT y seguiremos teniendo la cartera en liquidez para seguir desarrollando la estrategia.
Como comenté en este post sobre el método sistemático de venta de PUTs (que bate al mercado y lo hace con menos volatilidad), desde el famoso crack de 1987, el mercado sobre-estima el riesgo de un crack, y esa es la razón por la que vender PUTs es rentable (siempre que se haga con control, con criterio, y sin apalancar). Normalmente nos van a pagar más por esas PUTs de lo que realmente valen, y si por un casual llega a producirse una caída fuerte, estaremos dispuestos a invertir en el mercado con ese descuento del -30% (-10% de caída inicial, y otro -20% del margen que nos damos con la PUT OTM).
En definitiva, la venta de PUTs OTM es una excelente estrategia para quitarse el miedo a estar fuera del mercado mientras éste sigue subiendo incluso durante 2-3 años más, en contra de lo que pensamos que debería ocurrir. Todos aquellos que esperan una corrección en el mercado (ya sea DAX o SP500), deberían estar vendiendo PUTs cuyo precio de ejercicio sea el precio al que les parecería razonable invertir, después de esa corrección que esperan. Al menos de esta forma estarían obteniendo “algo” de rentabilidad, y dejarían de lado la desagradable sensación de estar viendo los toros desde la barrera, mientras el mercado se empeña en no darles la razón. Es importante tener una herramienta que nos permita arañar algo de rentabilidad sin necesidad de salir corriendo detrás del precio. Y esta herramienta se llama OPCIONES.
Poniendo números con la situación actual.
El DAX hizo techo en 2015 en los 12.300 puntos. Ese es su máximo histórico, y punto de referencia para la inversión a largo plazo. El DAX está ahora mismo un 15% por debajo de ese máximo histórico.
Otro punto de referencia es el nivel de apertura de este año 2016, en los 10.740 puntos.
¿Con cuánto descuento quieres comprar respecto a estos niveles clave?
Históricamente, comprar a un 50% de cualquier máximo histórico, es por lo menos, una cuasi-garantía de no perder. Tarde o temprano (y de hecho más pronto que tarde), tendremos una o varias oportunidades de vender a mejor precio. Comprar el DAX a un 50% de los 12.300 puntos significa comprar por debajo de los 6.500 puntos. Un pedazo de descuento.
Obviamente, hablamos de largo plazo en mayúsculas. Por eso tenemos que elegir un horizonte temporal bastante alejado, por ejemplo Dic-2017. La PUT 6.400 cotiza a 93 puntos, y la PUT 7000 a 134 puntos. Si miramos el gráfico del DAX a largo plazo, y nos fijamos en el retroceso de Fibonacci del 62% (ratio áureo) para el ciclo alcista que empezó en 2009, este retroceso se sitúa en los 7.000 puntos, lo cual refuerza la importancia de este nivel.
Por lo tanto, la situación es ésta: quiero invertir en el DAX a 7.000 puntos (una caída del 43% desde máximos históricos), pero en vez de quedarme en liquidez con los brazos cruzados esperando a que llegue esa super mega crisis, lo que hago es vender una PUT 7.000 vencimiento dic-2017, por la que ingreso 138 puntos, lo que representa una rentabilidad cercana al 2%, que con el entorno actual de tipos y rentabilidades es muy decente.
Vemos además en la siguiente tabla (sacada de la ventana operativa de iBroker) que esta PUT 7000 de vencimiento dic-2017, cotiza con una volatilidad implícita de casi el 30%, cuando la volatilidad histórica (real) del DAX está más cerca del 20% que del 30%, salvo épocas de crisis y miedo. Es decir, nos la están pagando bien.
¿Qué es lo peor que puede pasar? Si el mercado se pone a subir fuerte durante 2017, nos quedaremos con ese 2% de rentabilidad. Nos habremos equivocado estrepitosamente en nuestro escenario de largo plazo (somos muy bajistas y el mercado resulta ser muy alcista), pero al menos no nos habrá costado dinero. De hecho habremos ganado un 2% (mientras el resto de inversores en RV igual han ganado un 20%...). En el otro extremo, si el mercado se hunde, lo peor que nos puede pasar es invertir a 7.000 puntos en el DAX (que es lo que queremos), además de ese 2% que no nos lo quita nadie. ¿Conocen alguna otra herramienta que les permita ganar un 2% si se equivocan estrepitosamente?
Hay que destacar que estamos ante un escenario hiper-conservador. Personalmente me atrae más este otro escenario, con la PUT 8.500 de vencimiento marzo-2017. Es decir, queremos comprar DAX a 8.500 puntos, antes de marzo 2017 (dentro de 5 meses y pico). 8.500 puntos significa una caída del 20% desde los niveles actuales del DAX, que a su vez están un 15% por debajo del máximo histórico de 2015. Me parece muy razonable.
En este gráfico vemos dónde están estos niveles en relación a otros niveles técnicos importantes:
Por la venta de esta put ingresamos 106 puntos, que respecto a los 8.500 puntos (nivel de compra hipotética), representa un 1,24% de rentabilidad, en 5 meses y medio (o sea, un 2,5% anual aprox).
¿Qué estrategia es mejor? Es cuestión de gustos. La ventaja de la segunda (Put de marzo), es que no tenemos que esperar un año y pico para ver el resultado, que puede ser muy largo, y además, tiene una TAE claramente superior.
En realidad, esto son solo dos ejemplos, pero cualquiera puede mirar el gráfico y ver qué strike y qué vencimiento le convence más. Hay cientos de combinaciones posibles, cada cual debe encontrar una con la que se sienta muy cómodo financiera y psicológicamente. Pero lo que está claro es que un inversor que quiera invertir, y esté esperando una corrección para hacerlo, tiene en las Opciones una herramienta fácil y segura para mejorar el rendimiento de su cartera (o más bien de su liquidez).
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