¿Un gestor online automatizado que te facilita las cosas e invierte en vehículos indexados a muy bajo coste? La idea suena muy bien, para aquellos inversores que no quieren complicarse y buscan replicar a los mercados ahorrando costes. No tienes que preocuparte de qué gestor o fondo activo lo hará mejor en los próximos años, ni de rebalancear la cartera cada cierto tiempo. Menos tiempo requerido y preocupaciones, menos costes y en consecuencia, más rentabilidad.
Esta es, en pocas palabras, la propuesta de valor de Indexa Capital, uno de los gestores automatizados de carteras que han aparecido en España en los últimos años. Gestiona en estos momentos 117 millones de euros de más de 4.800 clientes, tanto en fondos de inversión como en planes de pensiones. De este volumen, más de 9,6 millones proviene del equipo directivo y asesor de la compañía.
Pero el inversor debe tener en cuenta también los costes en los que se incurre al contratar una cartera en Indexa. ¡Los costes importan! es una de las tesis clave de los fundadores de este servicio, y de todos los que defienden la gestión indexada desde Jack Bogle. En la web dicen que “la rentabilidad de la cartera depende en gran medida de los costes de la gestión”. Evidentemente, Indexa ofrece un servicio de gestión automatizada por el que recibe una comisión. Nadie trabaja por amor al arte. La cuestión para el inversor es ver si es un servicio que le compensa frente al coste incurrido y las alternativas existentes.
Por supuesto, siempre está la alternativa de la gestión activa, dentro de la cual hay infinidad de opciones. Unas han conseguido buenos resultados a largo plazo, otras muchas, la mayoría, no. Así lo muestran los estudios, como el de Pablo Fernández al que hacen referencia en Indexa (al que, por cierto, se le han encontrado algunas críticas). Pero vayamos más allá del debate tradicional y centrémonos en las alternativas que existen para un inversor en fondos que tiene claro que desea indexarse (dejamos de lado los planes de pensiones). Sin entrar en si esto es buena idea o no.
Para este inversor se le plantea la propuesta de Indexa, que presenta los siguientes costes:
Fuente: Indexa Capital
Es decir, a un inversor español medio Indexa le aplicaría la comisión del 0,45% sobre su cartera. Tengamos en cuenta que, de aquellas familias españolas que tienen fondos de inversión (apenas el 6% del total de hogares), el valor mediano es de 39.000€, muy por debajo de los 100.000€ (Son datos de la última Encuesta Financiera de las Familias (EFF) publicada en 2014).
Según los datos de Indexa, la comisión media de sus clientes de fondos en 2017 (IVA incluido) fue del 0,23%. Esto se debe a que hay carteras que superan ampliamente los 100.000€, pero también a la política de promoción del “Plan Amigo”, según la cual cuando se cumplen unas condiciones los primeros 10.000€ tienen la comisión de Indexa gratis durante el primer año.
A este coste habría que añadirle el 0,18% que cobra Inversis por sus servicios de custodia y corretaje (si tienes la suerte de tener una cartera de más de 1 millón de euros, se reduce al 0,07%).
Por último, los fondos que se compran dentro de la cartera, también tienen su comisión de gestión, aunque ésta es muy reducida. Según Indexa, esta es de media un 0,19%, que varía según el producto en concreto. Así por ejemplo un fondo índice de bolsa de mercados emergentes es casi el triple de “caro” (0,27%) que uno indexado al S&P 500 (0,10%). A continuación mostramos los fondos seleccionados por Indexa para confeccionar sus carteras que van de 10 a 100.000 euros, junto con sus gastos:
Fuente: Indexa Capital
Sumando todos los costes nos daría que para una cartera de menos de 100.000€ el coste total sería del 0,82% anual, sin contar con promociones del Plan Amigo.
¿Es esto caro o barato? Pues depende de las alternativas. Comparado con fondos de gestión activa, desde luego son costes inferiores, como no podía ser de otra manera (los gestores activos tampoco trabajan por amor al arte). Si bien existen fondos mixtos que cuentan con ratios de costes totales (TER) por debajo del 1%, lo normal es que estén por encima del 1%. Y en fondos de renta variable pura se sitúan en el entorno del 2%.
Pero, ¿y si los comparamos con los mismos o parecidos productos indexados, pero en vez de hacerlo a través de Indexa, lo hacemos nosotros mismos? Es decir, cogemos los fondos Vanguard o de otra gestora similar y nos creamos nosotros mismos, a través de una plataforma de fondos abierta, nuestras carteras propias. Es una posibilidad que ellos mismos reconocen en la sección de Preguntas Frecuentes:
Fuente: Indexa Capital
Sin embargo, la mayoría de inconvenientes que señalan pueden ser superados, y en muchos casos no serán lo suficientemente importantes como para que compense pagar la comisión del 0,45% a Indexa y el 0,18% a Inversis (0,63% en total).
Por ejemplo, en el caso de la plataforma de Renta 4, el inversor dispone de una gran variedad de fondos, tanto activos como indexados. Si bien es verdad que los de Vanguard suelen tener un mínimo de 100.000€ (por lo tanto, los excluimos), existen otras opciones como los de la gestora Amundi cuyo mínimo es de solo 200€. El problema es que son más caros que los Vanguard. Por 0,3% de TER podemos comprar un indexado del S&P 500 o de Europa, por 0,45% de Emergentes. En RF la oferta se nos reduce, pero también podemos encontrar un producto de RF pública EUR por 0,35% y a mayores costes, alrededor del 0,5% varias opciones para la parte de RF, de gestoras como Amundi, Pictet, JP Morgan o Blackrock.
En definitiva, podríamos construir una cartera 70% RV (incluyendo un 60% entre Estados Unidos y Europa y un 10% en Emergentes) y 30% RF a un coste total anual de alrededor del 0,36%. Dado que estos fondos no exigen comisión de custodia adicional y que una cuenta SOLO de fondos no tiene costes adicionales, este sería el coste total de la cartera. Los movimientos que puedan hacerse no conllevan coste alguno.
Esta es una opción y ejemplo de muchos otros posibles, con otras combinaciones de fondos o con otras entidades como Inversis o BNP, en las que pueden cambiar algunas cosas, pero seguramente mejorarán unas cosas (acceso a los fondos Vanguard más baratos desde mínimos muy bajos) y empeorarán otras (aplicación de comisiones de custodia o gastos en la cuenta de fondos), dejando las cifras netas en niveles similares.
Estos costes algo superiores al 0,35% en este ejemplo (en el que se han tomado fondos más caros que los que toma Indexa), comparan con los de 0,82% de Indexa (repetimos, sin aplicar el Plan Amigo que podría reducirlo ligeramente de forma temporal).
El inversor debe decidir si estos mayores costes de invertir en Indexa a cambio de una mayor comodidad frente a construir y rebalancear tu propia cartera de fondos, merece la pena. Seguramente, la respuesta será diferente según el inversor, puesto que las valoraciones respecto a “¿cuánto estás dispuesto a pagar por una mayor comodidad?” son subjetivas y dependen de muchos factores.
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