¿Son las expectativas de los máximos ejecutivos de las compañías un buen indicador de lo que está por venir en la economía global? Recientemente, han llamado la atención en el mundo financiero los resultados de la encuesta llevada a cabo por The Conference Board, en la que se muestra que el nivel de pesimismo de los directores ejecutivos (CEOs) de las empresas estadounidenses se ha situado en niveles similares a los alcanzados durante la última gran crisis financiera de los años 2008 y 2009. Si observamos el gráfico inferior, la situación actual no puede ser más preocupante para los CEOs: actualmente estaríamos a las puertas de una recesión (si es que no lo estamos ya).
(Fuente: Julien Bittel)
Sin embargo, lo cierto es que a pesar de lo que se pudiera pensar, este indicador no es de gran utilidad como herramienta predictiva. Más bien, reacciona a los datos del pasado reciente y entorno actual y, por tanto, no deja de ser otro indicador de sentimiento, casi tan reactivo como otros, es decir, en determinadas ocasiones podemos utilizar estos datos como señales “contrarian”. O dicho de otra manera los bajos niveles actuales son reflejo del evidente deterioro macroeconómico que ha sufrido la economía global, pero no son en absoluto una señal infalible de que lo peor aún está por venir. Esta es la lectura que extrae el inversor Tiho Brkan en el siguiente gráfico:
(Fuente: Tiho Brkan)
Una explicación plausible a este fenómeno podría ser que aunque los CEOs de las grandes compañías siempre (o casi) tienen acceso a más y mejor información que los inversores, y por tanto, son capaces de pronosticar con mayor acierto el futuro más inmediato de sus compañías, no pueden escapar del sentimiento general (tanto positivo como sobre todo negativo) que reina en el mercado, lo que les lleva a exagerar o distorsionar la realidad. Por tanto, conviene tomar estos datos con cautela y ponerlos en el contexto del pesimismo global que se vive en la actualidad (Brexit, guerra comercial, desaceleración económica, etc.), en lugar de verlos como un indicador predictivo.
Otros artículos relacionados publicados por el equipo de inBestia: