La primera pregunta que se hace todo inversor cuando se acerca por primera vez a los mercados bursátiles es cómo ganar dinero. Y para la mayoría, si puede ser de forma rápida, mucho mejor. Muy probablemente lo primero que esos inversores deberían aprender es qué cosas no tienen que hacer para no dilapidar su capital en cuestión de días o meses. Como suele decir Charlie Munger, el socio de Warren Buffett, muchas veces para resolver un problema o acercarse a un nuevo reto es más inteligente plantearse qué es lo que no se debe hacer, que plantearse qué es lo que se debe hacer. Si bien los inversores novatos son los más susceptibles de caer en las típicas trampas, los inversores más expertos no están exentas de ellas, por lo que las recomendaciones que van a leer a continuación son aplicables tanto a unos como a otros.
Peter Lynch, en una de sus célebres citas, señala que el inversor en bolsa “sufrirá recesiones, sufrirá caídas bursátiles. Si usted no entiende que estas cosas sucederán, entonces usted no está listo, no lo hará bien en los mercados”. Peter Lynch ha sido uno de los gestores de fondos de inversión más exitosos de la historia, famoso por haber gestionado durante trece años el fondo de inversión Fidelity Magellan, consiguiendo unas rentabilidades anualizadas del 30%. Por ello, y como bien apunta la cita anterior, es necesario tener un buen conocimiento del mercado bursátil para obtener buenas rentabilidades así como conocer los principales errores que debemos evitar si no queremos perder todo o parte de nuestro capital.
Selena Maranjian, en un artículo publicado en el blog “The Motley Fool”, nos señala los seis errores principales que debemos evitar si no queremos perder nuestros ahorros en los mercados bursátiles.
1. Hacer “market timing”.
Si estás perdiendo el tiempo preguntándote si es el momento adecuado para empezar a invertir en acciones o para venderlas, entonces estás haciendo “market timing”. Algunos “gurús” de la inversión afirman que son capaces de detectar hacia dónde se moverá el mercado en el corto plazo, pero no les crea. Investigadores de Morningstar encontraron que durante el periodo de 20 años comprendido entre 1992 y 2011, el mercado generó una rentabilidad media del 7,8%. Si usted hubiera estado fuera del mercado durante los 10 peores días de ese período, la rentabilidad hubiera sido del 12%, mientras que si hubiera estado fuera durante los 10 mejores días, la rentabilidad obtenida hubiera sido de tan sólo el 4,1%. Esto podría demostrar la utilidad del “market timing”, pero identificar con antelación suficiente los mejores o peores días del mercado es casi imposible. El pionero de los fondos índices, Jack Bogle, señala: “Claro, sería genial vender las acciones cuando están caras y comprarlas cuando están baratas, pero en 55 años en el negocio, no he conocido a nadie capaz de hacerlo”.
2. Hacer mucho “trading”.
Hacer operaciones de compra y venta en bolsa con mucha frecuencia, tal y como hacen los “day traders”, puede ser otra forma de perder gran cantidad de dinero. De acuerdo con un estudio llevado a cabo por Brad Barber y Terrance Odean, entre 1992 y 2006 el 80% de los “traders” activos perdieron dinero, y sólo el 1% de los mismos se pudieron considerar rentables. Incluso la SEC (análogo a la CNMV en España), ha advertido de los riesgos que implica la operativa intradiaria. Gran parte del problema del trading reside en que tendrá que pagar altas y múltiples comisiones y además, con cada ganancia, deberá tributar a Hacienda.
3. Invertir con apalancamiento.
Debe evitar igualmente invertir con apalancamiento, es decir, con dinero prestado. Aunque es una prácticamente absolutamente legal, el escaso e insuficiente conocimiento de cómo funciona el apalancamiento así como un uso inadecuado del mismo puede hacerle perder grandes sumas de dinero. Además, deberá tener en cuenta que los brokers le cobrarán una comisión por utilizar este apalancamiento. Y tampoco olvide que el dinero de su cuenta actúa como garantía del préstamo, por lo que si el valor de sus inversiones comienza a caer de forma importante, recibirá un “margin call”, es decir, el bróker le exigirá depositar más dinero en su cuenta como garantía, lo cual probablemente le obligará a deshacerse de alguna de sus inversiones. Si no lo haces, el bróker podría hacerlo por ti. Así que no olvide que si invierte con apalancamiento, puede perder mucho más dinero del invertido.
4. Seguir tus emociones.
Otro error común es tomar decisiones de inversión basadas en emociones como el miedo y la codicia. Si el mercado sufre un crash bursátil y mucha gente vende sus acciones arrastradas por el pánico, se sentirá tentado de hacer lo mismo. Pero no se precipite y piénselo dos veces. Si lo hace, sufrirá una pérdida patrimonial y no será capaz de beneficiarse posteriormente cuando las acciones se recuperen. Antes de vender analice cuál es el problema, y si es temporal o permanente. Esto es, por ejemplo, lo que Valentum o Metagestión deben de estar haciendo tras el desplome de su inversión en IWG Plc. Si este es temporal no venda sus inversiones y siga el consejo de uno de los mejores inversores de todos los tiempos, Warren Buffett: “Sea temeroso cuando otros son codiciosos, y sólo codicioso cuando otros son temerosos”.
5. Invertir en “chicharros”.
Un clásico error de inversor novato es invertir en las “penny stocks” (conocidas en España como “chicharros”). Generalmente se trata de empresas poco conocidas, con una gran volatilidad y un escaso “free float” (número de acciones que se encuentran en circulación), lo que hace que sean fácilmente manipulables. Este tipo de acciones son muy tentadoras para el inversor, dado que pueden sufrir fuertes revalorizaciones en cuestión de días o semanas, por lo que la tentación de invertir en ellas y “pegar el pelotazo” va a estar siempre presente. Pero del mismo modo, pueden sufrir bruscas caídas en poco tiempo, lo que deja al inversor con muy poco margen de maniobra.
6. Invertir con posiciones cortas.
Piénselo dos veces antes de invertir con posiciones cortas. Es absolutamente legal y puede ganar mucho dinero con ello, pero es una estrategia que implica nadar contracorriente. La forma más habitual de invertir es adoptar una posición “larga” (al alza) y esperar que la acción aumente de valor, obteniendo así un beneficio. Sin embargo, al invertir con posiciones cortas, en lugar de comprar barato y vender caro, lo primero que hace es vender caro y luego comprar barato. Nunca olvide que invirtiendo con posiciones largas las pérdidas nunca pueden ser superiores al 100%, pero con posiciones cortas las pérdidas pueden ser ilimitadas, por lo que el riesgo es mucho más elevado.
Algunos de los estilos y formas de inversión que acabamos de ver pueden resultar muy tentadores (utilizar apalancamiento, invertir a la baja en acciones sobrevaloradas, tratar de adivinar el movimiento de corto plazo del mercado, operar en “chicharros”, hacer trading, etc.), pero recuerde que no siempre tomar más riesgos implica obtener mayores beneficios. Puede obtener muy buenos resultados simplemente comprando acciones sólidas y de calidad y manteniéndolas durante un período de tiempo razonable o aplicar una estrategia de “buy and hold” (comprar y mantener) sobre fondos índices o buenos fondos de gestión activa.
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