"No existe el menor indicio de que alguna vez se pueda obtener energía nuclear, porque significaría que podemos desintegrar el átomo a nuestro antojo" Albert Einstein en 1932
Un empate técnico es cuando, aunque haya un candidato por delante en las encuestas, el margen es tan pequeño que entra dentro del margen de error de las encuestas, o incluso de la media de las encuestas.
En la web de Nate Silver, célebre estadístico, le dan un 65% de probabilidades de éxito a Clinton y un 35% a Trump.
Puede parecer que le están dando muchas probabilidades a Clinton, pero se trata de una de las cuentas más conservadoras que he visto. Otros sitios, como el Princeton Election Consortium declaran que las probabilidades son del 99%.
Es imposible hacer un comentario muy técnico, en primer lugar porque no soy un demoscópico y en segundo lugar porque las propias encuestas y expertos divergen entre ellas. Utilizando medias de encuestas en todos los casos, algunos expertos dan como seguros unos estados a un candidato, mientras que otros expertos lo señalan como dudoso.
Un ejemplo, la web 270towin.com da este mapa de estados según estados "seguros" para los candidatos y cuáles están en duda:
El Financial Times ofrece una distribución parecida para Trump pero mucho más cauta para Clinton, en vez de 252 "seguros", solo 203, lo cual es una gran diferencia.
Seguramente, la variación venga de qué consideran como seguro y que no, pero es llamativo como divergen. Afortunadamente el propio Financial Times tiene una herramienta para que uno mismo haga cálculos añadiendo o quitando estados dudosos a uno u otro candidato.
Jugando a ser demoscópico, decido sumar estados a uno u otro candidato según tenga una ventaja aparentemente clara. Así si la mayoría de expertos se lanzan a dar la victoria a Clinton con una ventaja del 2%, entonces una ventaja del 2% estado a estado será casi igual de buena.
Así Virginia, donde Clinton lidera por 5 puntos, va para la candidata demócrata y Georgia, donde Trump lidera con 4,6 puntos, va para el republicano. Hago esto con todos los Estados donde la diferencia es de al menos de 2 puntos.
El resultado es que Clinton se queda a solo 2 compromisarios para alcanzar la mayoría de 270 y Trump se queda lejos, en los 221. ¿Fácil para Clinton verdad? Solo tiene que ganar uno de los 4 estados en duda: Carolina del Norte, Maine distrito 2, Florida y New Hampshire. Seguramente por ello las predicciones dan como ganadora a Clinton desde un 65% en adelante hasta llegar al 99% de Priceton. No es que Clinton lo tenga que hacer terriblemente mal para perder, es que tiene muchas oportunidades para ganar. Se le puede dar mal uno, dos, tres estados, pero ademásTrump tiene que tener su noche.
Pero si se cumplen las encuestas en esos estados donde hay una diferencia menor al 2% ¿es tan seguro que gana Clinton?
Vamos a mirar cada una de esas circunscripciones electorales, estado por estado. Para ello me voy a Real Clear Politics donde ofrecen la media de encuestas a nivel nacional y por Estados. En Carolina del Norte resulta que la media de las encuestas la dan a Trump la victoria por 1,5 puntos. Eso serían 15 votos más para el republicano.
En Maine distrito 2, la ventaja es mayor para Trump, con lo cual el único compromisario que eligen, va para el republicano.
Vamos a New Hampshire, con solo 4 compromisarios puede ser clave para las elecciones. Allí la ventaja de Clinton es del 0,3% que en mi opinión es como no tener ventaja.
Y el Estado de Florida, con 29 compromisarios, sin duda será otra de las claves de las elecciones, como ya ocurriera en otras ocasiones. Aquí la ventaja de Clinton es del 0,5%, es decir, imposible señalar quien será el ganador que se lleve todos los compromisarios.
Con todo ello, es cierto que Clinton está muy cerca de ganar, solo necesita ganar uno de los estados donde existe empate técnico, New Hampshire o Florida o uno de los otros estados donde aparentemente está todo más claro pero donde siempre cabe algo de sorpresa electoral.
Pero con tanta igualdad también se puede decir que si Trump tiene una buena noche se llevará Florida y puede llevarse cualquier otro estado dudoso que le impida ganar a Clinton. Un 65% de probabilidades para la demócrata significa que si hubieran mil tiradas de la misma partida, perdería en 350. No es poco, es mucho.
Actualmente la suma de las encuestas le da un 2% de ventaja a Clinton y eso hace que el sesgo de muchos estados dudosos sea a favor de la ex primera dama (todo esto suena muy argentino, por cierto).
Si observamos las elecciones de los últimos tiempos, quitando las elecciones de 2008 en las que Obama venía favorecido ampliamente por las encuestas, en las de 2012 entre Romney y Obama, se estimaba una diferencia a favor de Obama de solo el 0,7% cuando el resultado al final fue del 3,9%. Una distancia entre el pronóstico y el resultado final de 3,2 puntos. Y por si fuera poco, en el último mes hubo más días en los que Romney lideraba que Obama.
En el año 2000, Bush lideraba las encuestas por 2 puntos sobre Al Gore, como ocurre ahora, y al final empataron y las elecciones se decidieron por un puñado de votos en Florida. En el 2004 Bush hijo mantenía un empate técnico en las encuestas y al final le sacó 3 puntos a Kerry.
Con todo esto, viendo la historia de las elecciones estadounidenses, cuando las elecciones han estado muy reñidas en las encuestas, el resultado final no es nada fiable. Estar un 49% a 49% o 51% a 49% no significa nada porque puede haber una movilización de última hora, puede haber voto oculto, mal tiempo en algún lugar, un pensamiento de última hora, simplemente demasiada incertidumbre como para decir que las probabilidades son tan altas al decir de muchos.
Los sitios que se dedican a hacer predicciones electorales, tienen una fuerte motivación a ser categóricos porque, si no, es como si no hicieran predicciones. Y da igual si son entidades demoscópicas "comerciales" o no, porque todos se juegan su honor e inteligencia, que no es poco.
El resultado está más reñido de lo que se está diciendo, con el agravante de que en caso de victoria el mercado rebotará ligeramente ya que está en el precio la probable victoria de Clinton, pero si gana Trump, la caída puede ser de entre el 8 y 15%.
Si la diferencia de las encuestas fuera mayor a 5 puntos, el inversor simplemente tendría que ignorar los resultados. Pero siendo el resultado de que gane uno u otro tan asimétrico y las probabilidades de ganar más cercanas entre ellos de lo que se dice, yo no apostaría agresivamente a la victoria de Clinton.
Mi objetivo no es defender una postura u otra, sino ser escéptico entre tanta seguridad que se percibe en la recta final a juicio de los expertos más afamados. Como última nota, la que ha sido la mejor encuesta en las últimas elecciones, la IBD/TIPP repentinamente está dando la victoria a Trump por dos puntos.
Lo probable es que mañana gane la señora Clinton, no tanto por la suma de las encuestas donde hay un empate técnico, sino por las probabilidades combinadas de tener que fallar en muchos estados dudosos, las cuales son bajas.
En todo caso, no sería la primera vez que alguien "tuvo su noche" y todo remó a su favor, o lo contrario. Lo maximalismos no caben en una puja que está más apretada de lo que parece y hablamos de personas, no de átomos.
Descargo de responsabilidad por conflicto de interés: el autor de este análisis está o puede estar invertido en los subyacentes e instrumentos mencionados a través del compartimento del fondo de inversión Renta 4 Multigestión / Ítaca Global Macro que asesora a través de su sociedad Ferrer Capital Management.