Hay un principio operativo (y analítico) importante que no he mencionado mucho en este blog pero que es de capital importancia. Se trata de entender esta sencilla regla:
El tiempo que se requiere para formar un suelo es proporcional a la intensidad y la duración de la caída previa
No es una regla matemática, sino una regla aproximada de lo que he podido ver durante más de 8 años en los mercados. Así, si la bolsa se encuentra en una tendencia primaria bajista, el tiempo que necesita un mercado para formar suelo es dependiente de cuanto ha durado la tendencia bajista y la virulencia con la que se ha dado. De esta manera, la suave recesión (hablamos de EEUU) de principios de los 90 provocó un muy suave mercado bajista de tan solo el 20%. El mercado bajista duró 3 meses y la formación del suelo (definición subjetiva mía) duró solo 2 meses.
Y cuando estamos ante una tendencia primaria bajista como la de 2000-2002 donde el mercado estuvo descendiendo 2 años y 2 meses y el retroceso total fue del 50%, lo normal es ver que el proceso de formación de suelo dure varios meses. En ese caso fue de nada menos que 8 meses.
O como vimos en la última recesión en la que el mercado retrocedió un 68% en 17 meses donde fueron necesarios 5 meses para la formación del suelo cíclico antes de la nueva tendencia primaria alcista.
No es que haya una regla del mundo de la física que diga que hay una proporcionalidad clara e inmutable, pero sí que es cierto que parece existir esta regla de proporcionalidad y que la causa última de su existencia es la psicología de masas. Igual que ocurre cuando nos enfrentamos a un evento negativo en nuestras vidas como un divorcio o la muerte de un ser querido y que requiere un tiempo de duelo o aflicción antes de que podamos seguir con nuestro camino, a nivel agregado en la bolsa parece ocurrir lo mismo. El negativismo y la espiral bajista no se pueden resolver fácilmente si las caídas han sido profundas y prolongadas. A mayor el daño en el bolsillo y por tanto en la psicología de las masas, mayor el tiempo de aflicción del conjunto del mercado antes de que una nueva tendencia alcista pueda nacer.
Este principio analítico y operativo es importante no solo en los suelos cíclicos que se dan cada muchos años, sino para entender como analizar y operar cualquier retroceso del mercado. Por ejemplo, si crees que una corrección del 5% o del 7% ha llegado a su fin entonces lo probable es que el final de la corrección se produzca con un movimiento rápido en forma de "V". Algo así ocurrió en el S&P 500 en febrero de este año cuando retrocedió aproximadamente un 7%.
Si crees que la corrección de esa magnitud ha llegado a su fin (lo cual es parcialmente otra cuestión) tienes que operar agresivamente los giros al alza ya que lo normal es que el primero, el segundo o en el peor de los casos el tercer giro funcione.
Sin embargo, si se da una corrección del 15%, lo que es una corrección intensa, es difícil esperar que el mercado recupere la senda al alza formando un suelo rápido en forma de "V". Normalmente, por el mismo principio psicológico explicado antes, será necesario un mayor tiempo y una estructura (patrón) más compleja antes de que el mercado se estabilice y vuelva por la senda alcista. Algo así ocurrió en el verano de 2010.
Esta proporcionalidad hay que tenerla muy presente cuando se hacen análisis del conjunto de la bolsa y, por supuesto, cuando se operar a nivel macro.
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