Para
saber si la bolsa de un país está cara o barata, podemos calcular
el ratio PER (Price Earnings Ratio, relación
precio-beneficio)
de sus índices más representativos. El valor del PER no predice el
comportamiento del mercado a corto plazo: cuando la bolsa está cara
tiende a encarecerse, y cuando está barata tiende a abaratarse. Sin
embargo, sí que predice bastante bien la evolución del mercado a
largo plazo. Se puede comprobar que cuando el PER de un índice es
muy alto, pueden pasar años o incluso décadas antes de que dicho
índice vuelva a una senda alcista sostenida. En cambio, cuando es
muy bajo, la inversión bursátil suele ser muy rentable a largo
plazo. Por ejemplo, en 1989 el PER de la bolsa japonesa estaba por
encima de 60 y casi 30 años después el valor del Nikkei sigue
estando a la mitad de lo que valía entonces. En cambio, el PER de la
bolsa española en
1982 era de solo 6,8
y el índice total (o sea, con dividendos brutos) de la bolsa de
Madrid se multiplicó nada menos que por 38 hasta 1998, lo que supone
una rentabilidad del 25,5% anual.
Para
calcular el PER de un índice se suma la capitalización (valor en
bolsa) de todas las empresas que lo componen y se divide dicha suma
por el total de los beneficios netos atribuidos a dichas empresas.
Considero apropiado poner a cero los resultados negativos ya que el
PER no tiene sentido para magnitudes negativas.
Este
procedimiento nos da el PER de acuerdo con la capitalización
efectiva del índice. Sin embargo, los índices de bolsa suelen estar
ajustados por capital flotante, o sea en función del número de
acciones que no se halla en poder de accionistas de control.
En
la bolsa española, si el capital flotante es superior al 50%
del capital total de la entidad, entonces no se ajusta la
ponderación. Si dicho porcentaje está entre el 40% y el 50%, la
ponderación se reduce en un 20% (o sea, solo pondera el 80% de sus
títulos). Si está entre el 30% y el 40% del capital total, la
ponderación se reduce un 40%, etc.
Cuando
se dice que el IBEX-35 ha subido, digamos un 2%, no significa que la
capitalización total de las compañías que lo integran ha aumentado
un 2%, sino que la capitalización ajustada por capital flotante (o
sea, la capitalización
computable, la
que realmente se tiene en cuenta) ha subido en ese porcentaje. Por
este motivo, tal vez sea más significativo el PER ajustado por
capital flotante. Esto implica que el beneficio neto de cada sociedad
deba también ajustarse en la misma proporción. Por ejemplo, si en
el caso de Inditex solo se tienen en cuenta el 60% de sus acciones,
solo debería computar el 60% de su beneficio neto atribuido.
A
media mañana del 23 de marzo, con el IBEX 35 a 10.250 puntos,
la capitalización conjunta de los valores que lo integran era de
632.772 millones de euros y la computable (o sea, ajustada por
capital flotante), de 526.161 millones de euros. Las sociedades del
selectivo ganaron un total (sin las pérdidas del Banco Popular) de
37.491 millones de euros en 2016, que se convierten en 32.035
millones de euros tras aplicar los ajustes por capital flotante. Es
decir, el PER del IBEX 35 por capitalización era de 16,88 y por
capitalización ajustada, de 16,42
En
cuanto a las 20 entidades que componen el IBEX Medium Cap, en
2016 ganaron un combinado de 2.705, 7 millones de euros sin las
pérdidas de FCC y Codere. Su ratio PER por capitalización era de
17,03 y por capitalización ajustada por capital flotante, de 15,77.
De
acuerdo con estos valores del ratio PER, actualmente la bolsa
española no estaría ni cara ni barata sino en un punto medio.
Lo que está claro es que la situación de las compañías del IBEX
35 ha mejorado muy notablemente respecto al ejercicio anterior en
todos los niveles: solvencia, rentabilidad, así como en volumen y calidad de los
beneficios, lo cual justifica la importante revalorización del
índice en los últimos doce meses, que viene a ser del 18%. Este
porcentaje es similar al incremento del beneficio neto atribuido de
las sociedades del IBEX 35 en 2016 respecto a 2015, que fue del 16,3%
si solo tenemos en cuenta los beneficios positivos (si consideramos
también los negativos, dicho incremento sería del 47%). Pero lo más
destacable es que el beneficio recurrente, de mayor calidad, se
incrementó un 30,9% en el mismo periodo considerando solo los
positivos (un 308% incluyendo negativos).