Este fin de semana se han reunido en un centro vacacional del estado de California los presidentes de Estados Unidos y de China, Obama y el recién designado presidente del gigante asiático Xi Jinping. Aparte de importantes temas a tratar como el comercio, los derechos humanos, el hacktivismo y todas las cosas que dos países importantes tienen que tratar y que podrían "hablarlo" mediante vías menos pomposas que una reunión vis a vis entre los cabeza de Estado, queda claro que el verdadero tema a tratar, es el ascenso de China al status de superpotencia mundial.
China es la segunda economía del planeta y está proyectado (¡proyecciones!) que en la próxima década alcance la primera posición:
China tiene 1,300 millones de habitantes y es lógico que alcance ese puesto. Igual que India, a poco que crezca un par de décadas estará arriba del todo. Realmente EEUU no tiene "nada que temer" ya que su imperio, ese que ha forjado no atribuyéndose la soberanía formal de los países, sino mediante una proceso de "americanización" y predominio militar, sigue siendo varias veces más grande, influyente y poderoso. Solo el presupuesto de defensa norteamericano es 10 veces superior al chino, y eso que yo añadiría del lado americano el presupuesto de todos sus aliados como Europa y Japón, por decir algunos. En términos militares la supremacía está muy clara y EEUU gastó el año pasado 80,000 millones solo en inteligencia militar, es decir, más que el presupuesto militar total de China.
A pesar de que EEUU sigue siendo el país más fuerte económicamente y que Occidente seguirá siendo más fuerte en las próximas décadas y visto que el poder militar chino es muy inferior al americano, no solo en presupuesto sino también en avance tecnológico, me ha sorprendido mucho el lenguaje corporal exhibido por Obama ante Xi Jinping. En todas las fotos, ya sea que Obama y Xi se encuentren sentados, de pie o al aire libre, Obama deja que Xi siempre aparezca mostrando el dorso de la mano, que es una posición que todos los político suelen desear porque expresa dominio y poder. Esto lo saben todos los políticos y todos los asesores de imagen. Por el contrario, quien muestra la palma de la mano siempre aparece con cierto halo de debilidad.
Obama, aparte de permitirle mostrar siempre el dorso de la mano a su homólogo chino, las cuasi genuflexiones que le dedica a Xi Jinping rozan el extremo grado de sumisión corporal que un presidente de un país puede dedicarle a otro.Estas fotos son el auténtico objetivo de la reunión celebrada y el propio Xi Jinping remarcó que "el mundo entero nos está observando". No soy analista político pero me parece muy interesante pensar un poco sobre esta actitud americana con los chinos.
¿Está mandando Obama un fuerte mensaje a China de que realmente son "bienvenidos" al mundo? (Xi Jinping "Estamos estableciendo un nuevo modelo de relaciones entre superpotencias")
¿Son las genuflexiones de Obama algo más mundano que darle la bienvenida a China como superpotencia y EEUU no es tan poderoso como creemos?
Por último, es muy curioso que el lema que Xi Jinping ha abrazado para su mandato es el del "sueño chino" que guarda enormes similitudes con el "sueño americano" que todos conocemos. Por lo visto, los lemas presidenciales en China son una tradición e influyen muchísimo en esa sociedad asiático, hasta el extremo de que ya hay concursos titulados "el sueño chino" o los niños recitan canciones en la escuela que incluyen esas palabras.
Ese sueño americano ha sido interpretado de manera desigual. Por un lado están quienes hablan de un "sueño chino" en términos sociales como el que cada chino "alcance la felicidad" como el propio Xi aseguró. Pero otros han detectado un rebrote nacionalista y militar en China y temen que el "sueño chino" sea un sueño de grandeza con fuertes implicaciones geoestratégicas.
Obama ¿por qué te agachas tanto?