Esta mañana se han publicado las estimaciones previas de los PMIs de la eurozona, mostrando una creciente debilidad en los PMI manufactureros, como el de la eurozona que desciende este mes de julio hasta los 46,4 puntos, la lectura más débil del actual ciclo expansivo.
Como se puede observar en el anterior gráfico, hay una fortísima divergencia entre el sector industrial, muy tocado porque la industria europea está expuesta al ciclo económico global que sigue en horas bajas, y el sector servicios, el cual es el más grande e importante de la economía del viejo continente. La pregunta que salta en la mente de todos es sobre qué dirección tomará esa divergencia, si el sector servicios claudicará y acabará llevando al conjunto de la economía a una recesión o si la debilidad industrial llegará a su fin y se alineará de nuevo con el resto de la economía.
En principio, dado que el ciclo global parece estar reacelerándose en estos momentos, según señalan los indicadores líderes de corto plazo, tiendo a pensar que en los próximos meses el sector industrial -ese tan expuesto al ciclo global- encontrará suelo y volverá a recuperarse.
En todo caso, entre ayer y hoy se han publicado datos monetarios y de crédito del conjunto de la eurozona, que ayudan a entender la situación actual del ciclo económico europeo, tanto en cuanto que son los flujos de dinero y de crédito los que lideral el desempeño del conjunto de la economía de un país o región.
Ayer se dio a conocer la encuestra de préstamos que realiza el Banco Central Europeo cada trimestre. La mala noticia es que dicha encuesta sobre el segundo trimestre de 2019 siguió siendo débil al igual que los dos trimestres anteriores; y la buena noticia es que sigue mostrando una demanda positiva de crédito lo cual es un signo de que el ciclo económico sigue vivo.
Así, la expectativa de crédito de las empresas se mantuvo estable en el T2 con una puntuación de 5 en el conjunto de las respuestas netas, el mismo nivel del T1 y apenas dos puntos por encima del T4 de 2018, momento en el que se alcanzó el punto más bajo de la expectativa de crédito de las empresas de todo el ciclo expansivo actual.
En el mismo sentido, la demanda de créditos no hipotecarios de los hogares de la eurozona fue débil, el segundo trimestre más débil de la actual expansion económica (5 puntos), pero al menos rebota algo sobre los 2 puntos del T1.
La nota más positiva la trae la demanda de hipotecas, la cual repuntó en el pasado trimestre hasta el mayor nivel desde 2016 (26 puntos en el T2). La serie de hipotecas es más volátil que las dos anteriores, pero también más adelantada en la entrada de las recesiones, así que es una buena noticia.
A la luz de la encuesta trimestral del BCE, el crédito siguió siendo débil, pero al menos la demanda siguió siendo positiva y el mercado hipotecario parece recobrar fuerzas.
Por otro lado, hoy se han dado a conocer otros datos monetarios y de crédito. Entre ellos la evolución de los depósitos a la vista, los cuáles siguieron creciendo a una tasa del 7,6% en junio. Este nivel de crecimiento es muy débil, lo que, siendo este un indicador líder, augura un crecimiento muy bajo para los próximos 2 o 3 trimestres. Ya en enero los depósitos crecieron a un nivel frontera (6,4%) que sólo se ha visto en la entrada de las recesiones. De momento ha conseguido rebotar y mantener ese rebote desde entonces, señalando que continúa el crecimiento aunque de forma anémica, pero caer de ese nivel del mes de enero sería una mala noticia.
También hoy se han dado a conocer los datos reales de créditos -no encuestas- y quizás esta sea la mejor y más clara foto de la situación actual del ciclo. El crédito total a los hogares (todo tipo de préstamos y créditos) siguió creciendo en junio al 3,3%, una magnitud que se ha mantenido estable en los últimos 5 meses. Y aunque esta cifra supone que el crecimiento del crédito sigue acelerándose de un año para otro (3 décimas más que en junio de 2018), no es menos cierto que la aceleración es reducida y que es la más baja del actual ciclo expansivo.
Este dato confirmaría lo que tanto la encuesta de préstamos como los depósitos están señalando: el crédito sigue creciendo, lo que augura más crecimiento económico en los próximos meses, pero lo hace al nivel más bajo de la actual expansión económica y el riesgo de recesión puede elevarse sobremanera con sólo un pequeño empeoramiento de la evolución monetaria y crediticia del conjunto de la eurozona.
Mi indicador de difusión del riesgo de recesión en la eurozona, siguió en junio en 1 punto, el mismo nivel desde abril después de haber estado en los 2 puntos entre octubre de 2018 y marzo de este año. Según el diseño de este indicador, sólo cuando alcanza los 3 puntos podemos hablar de un riesgo inminente de recesión.