En small y mid caps fuera de España, todavía no veo suelo. Las MID CAPS europeas están en el retroceso fibo del 23% de toda la subida que empezó en el suelo de 2011. Es zona para hacer un alto en el camino, aunque no tiene pinta de hacerlo. Si nos vamos al 38% (ratio más habitual), todavía le queda un 10% de caída a las mid caps. Un 7-8% sería irse a la base del canal alcista.
En las small caps europeas, situación muy parecida. Los precios han caído un 13% desde los máximos de 2017, situándose en el retroceso 23%. Una caída adicional del 8% nos llevaría hacia el retroceso 38% (línea verde).
En España, fuera del Ibex encontramos auténticas debacles. Vean en la siguiente tabla las mayores caídas del mercado contínuo en lo que va de año:
Curiosamente en el gráfico le quedaría “sólo” una caída del 5% hasta la zona de soporte natural (máximos de 2014-2017) y retroceso fibo 38%, como vemos a continuación:
Claro que eso no significa que no se pueda ir más abajo temporalmente, para después rebotar. Considerando la cantidad de valores ilíquidos que cotizan en nuestro mercado, es normal que en fases de pánico, la cosa se les vaya de las manos (con pocas ventas se puede tumbar un valor).
En EEUU las small caps también han caído en desgracia. En general, lo que está ocurriendo en las bolsas es que está cayendo todo lo que había subido antes con más fuerza. Curiosamente sigo sin ver una debilidad especial en el Nasdaq y las FAANG...
Veamos niveles del índice Russell 2000 (small caps):
En el gráfico anterior vemos que al Russell 2000 le quedaría un 4% de caída para alcanzar el nivel retroceso Fibo del 38% de todo el tramo alcista que empezó… ¡ en 2016 ! Es decir que aquí, a diferencia de lo visto antes para las mid & small caps europeas, no estamos valorando una fase correctiva de todo el tramo alcista empezado en 2011 (suelo de la crisis europea), sino de únicamente el último tirón alcista desde 2016.
Si miramos con mayor perspectiva y nos fijamos en el gráfico desde ese mismo suelo de 2011, vemos que el Russell 2000 estaría a punto de llegar al retroceso fibo del 23% de dicho tramo alcista de medio plazo. Hablamos de los 1.470 puntos que fueron soporte en 2017 y 2018 (y zona de resistencia en 1450 en 2017), como vemos en el siguiente gráfico:
Pero… ¿y si estamos corrigiendo -por fin- todo el ciclo alcista desde 2009? En este caso habría que tirar los retrocesos Fibo desde el mínimo de 2009, como vemos en el siguiente gráfico:
El retroceso 23% nos llevaría hasta los 1.400 puntos, coincidiendo con la parte superior de una zona de soporte importante, comprendida entre 1.350-1.400 puntos. En este caso, nos quedaría entre un 5-10% de caída como mucho.
La cuestión clave es que esta caída vertical sería la primera pata de una amplia formación de techo que dé paso dentro de unos trimestres a una eventual tendencia o tramo bajista mayor. La posibilidad de marcar nuevos máximos históricos no debe descartarse del todo, pero ahora mismo lo correcto es trabajar sobre la hipótesis de un gran techo de mercado en formación (hablo de EEUU).
El índice S&P500 alcanzaría los 2.500 puntos, retroceso fibo del 23% (línea roja) del tramo alcista empezado en 2011. Me fijo en este tramo porque ahí es donde coincide este retroceso con la base del canal alcista mayor, como vemos en el siguiente gráfico:
Eso no significa que realmente no estemos corrigiendo el tramo alcista iniciado en 2009 (fin de ciclo pues), pero en cualquier caso lo normal es que vayamos por partes, y por ahora estemos en los prolegómenos de una estructura de techo mucho más amplia. Esto no significa que las caídas dentro de esta figura de techo no puedan ser importantes. Una caída hacia los 2.500 puntos implicaría una caída del 15% desde los máximos. Si el retroceso se va al 38% (línea verde) entonces la caída desde máximos ascendería al 25%, y ahí ya nos saldríamos por abajo del canal alcista. En ese escenario, podemos dibujar un canal paralelo por abajo, de idéntico tamaño, que pasará por los mínimos absolutos de 2009, y que vemos en el siguiente gráfico:
He dibujado un círculo amarillo donde, con el paso del tiempo, coincidirían después del verano de 2019, la base de este segundo canal inferior y el retroceso Fibo del 38%. Este nivel serían los 2.200-2.250 puntos, lo cual sigue estando por encima de los niveles de 2015-2016 cuando muchos vieron un techo y crisis inminente, y decidieron salirse del mercado…
Podemos ver el gráfico anterior pero trazando retrocesos desde el mínimo absoluto de 2009:
En este caso, el retroceso Fibo 38% serían los 2.100 puntos (por debajo un poco), y coincidiría con la base del canal alcista antes del verano de 2019. Sería por tanto un escenario correctivo más grave. Este nivel de 2.100 puntos son la zona de resistencia de 2015-16.
Todo este análisis tiene por finalidad darnos un contexto y unos niveles clave que son importantes para operar. No se trata de decir “va a ocurrir esto o aquello”, porque eso no lo sabe nadie. Se trata de gestionar nuestras posiciones con progresividad, sobre la base de un escenario determinado, y no perder de vista nunca el largo plazo, que en momentos de pánico como el actual, es fácil olvidar y centrarse en el muy corto plazo.
En mi post reciente sobre amplitud, momentum y estacionalidad planteé un escenario donde la tendencia sigue activa y en todo caso cabía esperar una vuelta de la volatilidad. Ya la tenemos aquí, y ahora queda por ver si esta volatilidad da paso a una tendencia bajista inmediata o a una corrección mayor (tipo “crack”) o se va estructurando poco a poco dentro de un techo de mercado más amplio. Para que mi escenario sea correcto, la caída no debería ir mucho más allá a corto plazo, y dar paso a un rebote. Como mucho, contemplaría una caída adicional del 5-6%, que en el SP500 le llevaría hacia los 2.500 puntos antes comentados (que son la base del canal alcista activo desde julio de 2009).
Con esta idea en mente, se trata de observar si se están produciendo señales de capitulación de mercado, es decir, señales de pánico que nos indiquen que una vez consumido todo el oxígeno, el fuego ya no puede seguir ardiendo. Veamos algunas señales llamativas en este sentido.
En mis dos posts sobre amplitud, momentum y estacionalidad puse éste gráfico que muestra el número de valores de la bolsa de Nueva York que están marcando máximos de 52 semanas (verde, escala derecha) y mínimos de 52 semanas (línea negra, escala izquierda):
El panel inferior es el S&P500. Como vemos, el S&P500 aún no ha marcado mínimos por debajo de los de enero de 2018, pero sin embargo el número de valores marcando mínimos de 52 semanas se ha más que doblado. Esto es un indicio de mercado que ha entrado en caída libre...aunque si en vez de mirar los últimos 2 años, miramos los últimos 5, veremos que los nuevos mínimos se pueden ir mucho más arriba:
Con este panorama, es lógico que el porcentaje de valores del SP500 que cotizan por encima de su Media móvil de 200 sesiones esté también en mínimos, y aunque sea por poco, por debajo del porcentaje que se alcanzó en el mínimo de febrero de 2018:
En realidad, mucho más interesante es fijarse en todo el mercado, es decir, el NYSE completo. Eso es realmente “amplitud de mercado”. En el siguiente gráfico vemos el índice NYSE composite (que a diferencia del SP500 no marcó nuevos máximos en septiembre), y el porcentaje de valores del NYSE cotizando por encima de su media móvil de 200 sesiones:
El mínimo que está marcando en octubre está claramente por debajo del mínimo de febrero, y la caída reciente ha sido muy vertical. Este tipo de caídas son las que marcan capitulación de mercado, y como vemos, grandes caídas de este estilo son las que han marcado al menos un rebote temporal en el pasado. Por ejemplo después del verano de 2014, lo mismo en 2015 y finalmente el suelo de 2016. En el doble suelo de 2015-2016, el porcentaje de valores por encima de la MM200 cayó por debajo del 30%, y nos encontramos ahora en niveles cercanos a esos. En ambos casos (S&P500 y NYSE), el porcentaje de valores cotizando por encima de la MM200 se sitúa dos desviaciones típicas por debajo de la media.
Insisto en que no estamos planteando una reanudación de la tendencia alcista (hasta nueva orden, “en suspenso”), sino una zona de mínimo local que dé paso a un rebote, dentro de una posible formación de gran techo de largo plazo. Para calibrar la posibilidad de un rebote de corto plazo, podemos fijarnos en una media móvil más cercana, como la de 50 sesiones. Veamos los gráficos:
En el S&P500, el porcentaje de valores cotizando por encima de la Media móvil de 50 sesiones se sitúa en niveles del suelo de febrero de 2018, que a su vez es más o menos el nivel del suelo de finales de 2015 y principios de 2016, superando las dos desviaciones típicas (DT) y cerca de las tres DT.
En el caso del NYSE completo, en octubre se ha rozado el nivel de un 10% de valores cotizando por encima de la MM50, niveles parejos a los suelos de 2015-2016.
Por supuesto, esta vez no tiene porqué ser igual. Además, el pánico es una emoción extrema y por ese motivo dura poco (los suelos son más rápidos que los techos), pero de la misma manera, las “pasadas de frenada” son también mayores. Es decir, nada impide caer un 10% desde los niveles actuales, en un contexto de capitulación global, aunque como hemos visto antes, el límite estaría más bien en torno al 7%, según los niveles de retroceso de Fibonacci bajo diversos horizontes temporales.
Actualizando otro gráfico que puse en el post anterior, vemos que el porcentaje de bolsas mundiales (las 70 mayores) cuyo índice principal está cotizando por encima de la MM200 está en niveles extremos, que como mínimo suelen propiciar un rebote en el MSCI World. Aunque de nuevo aquí hay que tener cuidado con "indicadores milagro de timing perfecto". Estar en zona de probable rebote no significa que no se pueda caer un 5-10% más y después rebotar.
Fuente.
Y donde también podemos buscar una capitulación, al menos temporal, es en el mercado de bonos, donde el escape alcista de la rentabilidad del bono USA a 10 años marcó el principio de la caída de la bolsa. El posicionamiento sobre los futuros de bonos a 5, 10 y 30 años en EEUU es bajista en niveles extremos:
El ETF de bonos USA (AGG) se sitúa (en velas mensuales) en zona de caída libre. Para que siga cayendo a plomo, los tipos tienen que dar otro tirón fuerte al alza. El ROC 12 meses (tasa de variación interanual) se sitúa también en zona de sobreventa.
¿Se producirá el esperadísimo crack de la Renta Fija? Estamos en un momento clave. La sobreventa se podría mantener e irse a zona más extrema, materializando el que quizá sea el crack más anunciado de la historia...
En definitiva, si mi escenario de mercado para las bolsas USA y Europeas es correcto, la capitulación de mercado debería andar cerca (caída del 5-7% máximo desde los niveles actuales). Si me equivoco, entonces entramos en terreno de “crack”. Nuestro objetivo en la operativa con opciones sobre grandes índices es sobrevivir incluso a los “cracks”, porque no tiene sentido comportarse como si los cracks no existieran y como si los cracks se pudieran prever. Quiero decir que operamos sobre un escenario, pero obviamente tenemos que tener previsto cuál es el daño que podríamos sufrir si nuestro escenario es totalmente equivocado, y si ese daño es asumible y a qué velocidad es recuperable.
En efecto, otro aspecto clave es no tener prisa en recuperar. Se trata de recuperarse poco a poco, manteniendo siempre la mirada en el largo plazo, en los fundamentales, en el desarrollo económico y en el progreso tecnológico, que son los aspectos que provocan que a largo plazo las bolsas sean alcistas (algo importante cuando inviertes en índices). No queremos recuperar rápido por orgullo, cabreo o pundonor. Será el mercado el que nos marque el ritmo de recuperación. En el caso de la operativa de venta de PUTs (PutWrite u otra), sabemos que esa recuperación es posible incluso aunque el mercado no rebote y no vuelva a máximos. Simplemente necesitamos dejar que “el tiempo” haga su trabajo.
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