Las
estimaciones de precio objetivo que realiza una misma firma de
análisis respecto a cierto valor cotizado, son tan volátiles como
la bolsa misma. Está claro que no siempre es el mismo analista el
que hace la estimación pero la firma es la cara visible.
También
se observa que las revisiones negativas tienen un impacto mayor y más
duradero sobre las cotizaciones que las positivas, sobre todo cuando
provienen de analistas de firmas de prestigio, como es el caso de UBS
(Union de Banques Suisses).
Voy
a hacer un repaso de las estimaciones de los analistas de dicha firma
respecto a BME (Bolsas y Mercados Españoles), la sociedad encargada
de gestionar los mercados de valores del país y cuyos beneficios
dependen en gran parte del volumen de negociación de acciones y
deuda pública.
UBS
empezó su cobertura de BME en febrero de 2008 con un precio objetivo
de 45 €. La firma aconsejaba comprar al ser el único valor que iba
a beneficiarse de la elevada volatilidad de la bolsa en aquel año
(era el inicio de la crisis financiera) ya que a más volatilidad,
mayor volumen de negociación. También destacaba su posición de
monopolio de mercado y la posibilidad de ser adquirida por un holding
de operadores de bolsa al ser el único operador independiente de
Europa.
BME
cerró 2008 a 18,39 € mientras que había empezado el año a 46,60
€: una caída del 60,5%, pérdida que quedó en el 55,1% gracias a
los dividendos. En vez de ser uno de los valores más beneficiados
por la volatilidad, tal como había previsto UBS, fue uno de los más
perjudicados.
Dos
años y medio después, en octubre de 2010, UBS establecía un precio
objetivo de solo 17 € debido a la caída de negociación en la
bolsa española y recomendaba vender. No obstante, las acciones
acabaron 2011 a 20,80 €, obteniendo una rentabilidad con dividendos
ese año del 27,7%.
En
febrero de 2013 el precio objetivo de UBS para BME era de 15,3 €,
tras haberlo subido de los 14 € que tenía establecido con
anterioridad. En mayo del mismo año, Bolsamania indicaba: “Los
expertos de UBS afirman que siguen siendo vendedores de BME, el valor
al que tienen menos 'aprecio' de su lista porque esperan que siga
viéndose perjudicado por problemas estructurales.“ UBS esperaba
que la cuota de mercado de BME cayera del 96% al 70% en el futuro.
Las acciones estaban entonces a 20,6 € y cerraron el año en 27,66
€, un 80% por encima de la valoración de UBS en febrero. La
rentabilidad de las acciones en 2013 fue del 59,4%.
En febrero de 2014, con la cotización en torno a 30 €, UBS valoró BME a 18,5 € y aconsejó vender por los “vientos en contra“ que afrontaba la compañía. En julio del mismo año estableció un precio objetivo de 27 €, una revisión al alza de nada menos del 51% en cinco meses.
El
1 de agosto de 2016, cuando las acciones estaban a 27,23 €, UBS
volvió a emitir un consejo de venta debido a la tendencia bajista
del mercado y a la caída del 30% en el volumen de negociación. Sin
embargo, 8 meses más tarde BME alcanzó máximos de 33 €.
En
abril de 2017, con las acciones a 32,5 €, los analistas UBS fijaron
un precio objetivo de 28 €. En esta ocasión, estuvieron acertados,
pues actualmente están por debajo de ese nivel.
La
última recomendación, de nuevo de venta, tuvo lugar el 24 de
noviembre pasado, con un objetivo en los 25,5 €, que hizo caer la
cotización de 28,34 € a 27,60 € ese día. UBS es la firma, de entre las 19 que siguen a BME, que actualmente da una valoración más baja al valor. Hoy (12 de diciembre
de 2017) han cerrado a 27,10€, lo que sitúa la acción a un 6% del precio del broker que peor la valora. El precio de consenso es de 30,2 €.
El 27 de diciembre BME descontará dividendo, que previsiblemente será de 0,60 €.