Una manera de invertir en bolsa consiste en comprar acciones de empresas con dividendos muy estables y sin que a uno le preocupe la evolución futura de las cotizaciones en el mercado. Esta filosofía de inversión se basa en la simple premisa de que la política de remuneración al accionista de las empresas sólidas no depende del comportamiento del precio de sus títulos.
A lo largo de la larga crisis bursátil que ha vivido el mercado español desde mediados de 2007, y que para muchos valores parece no haber terminado, un buen número de empresas nacionales ha seguido retribuyendo a sus accionistas cada año. Se trata de Abertis, Acerinox, ACS, BME (ahora fuera del IBEX), Enagás, Ferrovial, Gas Natural, Iberdrola, Inditex, Red Eléctrica, Repsol, Técnicas Reunidas, Telefónica y Viscofán.
De entre estas, un selecto grupo ha incrementado el dividendo a lo largo de dicho período: Enagás, Inditex, Red Eléctrica y Viscofán.
En los últimos meses, algunas cotizadas han querido ir más allá y se han atrevido a adelantar el importe del dividendo que pagarán en los próximos años. Es el caso de Red Eléctrica, Endesa, Enagás y Gas Natural.
Red Eléctrica anunció en abril de 2016 su objetivo de elevar el beneficio por acción entre un 5% y un 6% anual entre 2016 y 2019 y el dividendo un 7% anual en el período 2015-2019. En 2014 repartió un dividendo (ajustado por split) de 0,75 € mientras que con cargo a 2015 repartió 0,8025 €, justo un 7% más. Según estas previsiones, el beneficio por acción de 2019 estará entre 1,36 € y 1,41 € en 2019 y el dividendo a cargo de 2019 (y que presumiblemente se repartirá en enero y julio de 2019) será de 0,98 €. Esto significa que el payout (porcentaje del beneficio que se paga como dividendos) estará entre el 70% y el 72%, que es el objetivo de la empresa.
Endesa mejoró recientemente su previsión de beneficio neto para 2017 hasta los 1400 millones de euros, frente a una previsión anterior de 1.300 millones. A cargo de 2015 pagó 1,025 € repartidos entre enero y junio de 2016. Para 2016 ha anunciado un fuerte incremento de la remuneración al accionista de la que el próximo 29 de diciembre de 2016 descontará 0,70 € (aunque el pago se realizará el 2 de enero de 2017). En tanto que el beneficio por acción esperado para 2016 es de 1,22 € y en tanto que la compañía tiene intención de distribuir el 100% del beneficio, en junio de 2017 correspondería abonar 0,52 € de dividendo complementario. A cargo de 2017 ha anticipado una remuneración de al menos 1,32 € y para los ejercicios 2018 y 2019 espera pagar 1,42 y 1,57 € respectivamente. En 2019, el beneficio por acción esperado es de 1,60 €.
Enagás pagó un dividendo a cargo de 2015 de 1,32 € y prevé pagar 1,39 € y 1,46 € a cargo de 2016 y 2017 respectivamente, lo que supone un incremento medio anual del 5%. Enagás paga el dividendo a cuenta del ejercicio corriente en diciembre y el complementario en junio. Dado que el 20 de diciembre de 2016 descontó 0,556€ de dividendo a cuenta de 2016, el dividendo a pagar en junio de 2017 será presumiblemente de 0,834 €.
Gas Natural ha anunciado cifras más modestas, se supone que ante las fallidas previsiones de su último plan estratégico. Prevé incementar el beneficio neto a un ritmo del 4% anual hasta 2020, año en que obtendría un beneficio neto de 1800 millones de euros. El dividendo previsto es de un mínimo de 1€ a cargo de los años 2016 a 2018, la misma cantidad abonada a cargo de 2015. Hay que tener en cuenta que en septiembre de 2016 la compañía ya abonó 0,33 € a cuenta del ejercicio 2016. Al igual que Enagás, prevé situar su payout en un 70%. Según se deduce de las previsiones de la compañía, el beneficio por acción podría alcanzar 1,80 € (frente a 1,50 € de 2015), de modo que el dividendo a cargo de 2020 podría ser de 1,26€. Es posible que algunos dividendos adopten la forma de “scrip dividend”, que se trata de una ampliación de capital gratuita en la que se da opción a los accionistas a suscribir nuevas acciones, vender los derechos de suscripción correspondientes o recibir un dividendo en efectivo.
Una cartera compuesta por estos cuatro valores estaría muy concentrada en el sector energético. Sin embargo, una cartera orientada a generar dividendos crecientes no tiene por qué limitarse a dichos títulos. Otras sociedades no garantizan un importe determinado pero su dividendo está prácticamente garantizado. Por otro lado, una cartera puede producir una renta estable, incluso creciente, sin necesidad de que todas y cada una de las empresas que la componen remunere a sus accionistas cada año. Puede suceder que una compañía opte por no abonar dividendo un año para reforzar su situación financiera o para llevar a cabo inversiones. Endesa, Grifols o Mediaset son casos de empresas que dejaron de pagar dividendos uno o dos años para volver a abonarlos a continuación.