El Dow Jones respondió vertiginosamente porque gran parte de
las operaciones que se cruzan en las Bolsas están automatizadas, los corros y
la contratación a viva voz -outcry trading- han dado paso al trading electrónico. Dentro de la contratación
electrónica, está el llamado High Frequency Trading (HFT) que lleva la
automatización de órdenes un paso más allá y, el ejemplo de lo que ocurrió esta
semana ayuda a comprender sus implicaciones.
Los HFT son máquinas, muy avanzadas y sofisticadas, capaces
de procesar ingentes cantidades de datos como volúmenes y precios de los
últimos años de las acciones del Dow Jones. Necesitan de alguien -trader- que
parametrice esa información y en función de las variables introducidas, lance
órdenes de compraventa al mercado. La ventaja de estas supermáquinas es la
rapidez, pudiendo procesar toda la información y enviar órdenes al mercado en
microsegundos. Resumiendo, manejan enormes cantidades de datos en un tiempo
record.
Además, están conectadas en tiempo real a difusores de
noticias para que su toma de decisiones esté ligada a cualquier información que
pueda afectar a los mercados. Y es aquí, cuando la explicación para el Flash
Crash del pasado martes, se puede comprender perfectamente o, por lo menos, su
esencia a través de una simplificación.
La máquina es programada de la siguiente manera: Si >
Obama> herido/muerto > vende. Podría hacerse lo mismo para una catástrofe
natural o, en sentido positivo, unos buenos resultados de una compañía o un
descenso en el desempleo. La(s) máquina(s) al leer el tuit de AP comenzó a vender provocando un efecto bola de
nieve clásico en los Flash Crash. Cuando la noticia fue desmentida
las aguas volvieron a su cauce.
El problema y la gravedad del derrumbe del Dow Jones se
deben al tamaño y la envergadura de los HFTs. Disponen de mucho dinero para mover el mercado y hacerlo súbitamente.
Recordemos que para mover 140 puntos
del DJ se necesitan más de 130.000 millones de dólares, una cantidad al alcance
de muy pocos.
Ante esta situación, muchos han mirado al Estado para que
regule tanto las redes -Twitter- como los mercados -HFT-.
Twitter y el trading electrónico en el ojo del huracán
La red social ha dado un paso adelante y ha anunciado que
implementará una verificación de dos pasos para acceder a la
cuenta, lo cual dificultará enormemente casos de piratería como el sufrido por
AP. Por otro lado, los HFT y los mercados bursátiles están bajo
el paraguas de la regulación estatal, sin ir más lejos la Comisión Europea ha propuesto una serie de frenos al trading
electrónico dentro de la MiFID II.
Esperemos que tanto la legislación de la UE y EE.UU. sobre
el trading electrónico tenga mejores resultados que su lucha contra la Información Privilegiada.